Capitulo 2: Fundación

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Tras media hora deteniendo a los pandilleros y balanceándose de vuelta a Academia Visions, Miles llegó al techo del edificio, se puso de nuevo su ropa sobre el traje de Spider-Man, ocultando la mascara en el bolsillo de su chaqueta, salto hasta aterrizar detrás del edificio y se dio la vuelta, llegando al frente de la entrada.

En las afueras, vio a varios estudiantes y algunos profesores reunidos. No tardo en encontrar a Ganke. Por suerte, no encontró a la Directora Evans en el camino.

-Hola, viejo- le palmeo la espalda a su amigo de lentes, atrayendo su atención.

-Hola. Aquí tienes tu mochila- dijo Ganke, entregándole a Miles su mochila.

-Gracias. Ya he perdido como tres mochilas dos meses. Mi mama se enojara si perdiera otra-.

-¿Qué tal fue la pelea? Por las pocas imágenes que se subieron, no parece que fuera tan difícil-.

-Cuando pones a pelear a un tipo lleno de energía contra otro sujeto que absorbe energía, el resultado suele ser obvio-.

A pesar de lo fácil que lo hizo sonar, Miles sabe que tuvo suerte de que tuviera los poderes para hacerle contra a las habilidades de Electro. Si fuera otro villano como Rhino o el Lagarto sería más difícil. Lo sabe porque ya le toco enfrentar a variantes de otros universos de esos villanos en algunas misiones de la Sociedad Arácnida y fueron difíciles.

-¿Y que vas a hacer? ¿Quieres ir por unas salchichas?- Pregunto Ganke, al ya no tener más clases y no tener nada que hacer por unas horas.

-Claro- acepto con gusto. Tampoco tenía nada más que hacer hasta la tarde y no quería pasarse toda la mañana patrullando.

Y sin más demora, ambos amigos se retiraron a buscar unas salchichas en el puesto de carrito más cercano.
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(Unas horas después)

Miles se balanceaba por la ciudad como Spider-Man, llevando en su espalda su mochila. Iba balanceándose de camino a la casa que era del Peter Parker de su dimensión en la que vivía con su MJ. Casa que ha sido de la pelirroja viuda desde entonces. Dicha mujer estaba fuera del país por asuntos del trabajo, y en esa casa se estaba quedando May mientras estaba de visita en la ciudad.

Se balanceaba bajo la luz de las 4 de la tarde en New York. Después de comer unas salchichas con Ganke y charlar por un rato, había decidido patrullar la ciudad por unas horas. Nada interesante paso en ese tiempo, salvo detener unos ladrones cualquiera, detener a unos tipos de hacer grafiti a propiedad pública y no ser golpeado por una parvada de palomas.

Las palomas parecían más su enemigo que los mismos supervillanos.

Mientras se balanceaba a esa casa, estaba usando la tecnología de llamada instalada en su mascara para hablar por teléfono con su papa sobre Electro, y sobre como no le dijo del escape de varios criminales.

-Se que pudieron controlarlo al final, pero cuando estas cosas pasan, debes decirme, papa. Sobre todo si 3 supervillanos escaparon-.

-"Lo se, Miles, lo se"- escucho suspirar a su padre. -"Es solo que has estado ocupado con el ensayo para la universidad y no quería distraerte"-.

-Lo se, y te lo agradezco, pero soy Spider-Man. Es mi trabajo encargarme de estas cosas, Pa-.

-"Lo se, hijo. A pesar de que han pasado 2 años, aun no me acostumbro de saber que eres tu quien se balancea y pelea contra los malos"-.

Fue difícil para sus padres aceptar no solo que estuvo más de un año peleando con el crimen, sino que no les conto nada del peligro al que estuvo expuesto. Su padre fue quien estaba más molesto, ya que nunca le dijo nada cuando hablo con él en los momentos que tuvo ataques de ansiedad por lo difícil que era lidiar con su doble vida, o cuando le daba consejos sobre entender a su hijo, sin saber que era su mismo hijo quien le decía lo consejos.

Spider-Man: La Gran Cacería Donde viven las historias. Descúbrelo ahora