🧡💙Cartas💙🧡

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Cuando el de suéter marrón llegó a su casa comenzó a escribir cartas.

"Cada que te veo, esos diamantes que tienes por ojos me hipnotizan, ese rubio cabello que parece un sol, me hace sonrojar, tu risa es una gran melodía que para mi es la mejor canción del mundo, tu eres quien ilumina mi mundo y hace que tome color, yo te quiero sin embargo no me atrevo a decírtelo en persona"

Leyó nuevamente su carta, no lo convencía, la hizo bolita, la lanzó a su bote de basura y gritó de desesperación.

Volvió a agarrar una hoja de papel y comenzó a escribir otra vez.

"Tus ojos azules son como el cielo y las pecas que tienes me recuerdan a las estrellas, tu eres el que se ha adueñado de mi mente estos días y no te puedo sacar de ahí por lo hermoso que eres"

Ni terminó de escribir aque intento cuando el de ojos avellana se frustró -¡Ahg, no me gusta!- exclamaba con frustración el azabache mientras volvía a hacer bolita aquel papel, pero no se rendiría y volvió a agarrar otro papel.

"Querido Kenny, sé que sonará raro que yo, un amigo tuyo, ha desarrollado sentimientos por ti pero es que esa sonrisa es la que me alegra el día, aunque no la muestras tanto con lo poco que la he visto sé que es perfecta, esos ojos azules son como una bella mariposa que me llaman tanto la atención que quiero regalarte unas flores, flores como los girasoles que me recuerdan a tu bello pelo, esas pecas tan lindas que quiero besar cada una de ellas, son algunas cosas que me gustan mucho de ti, sin mencionar tantas que me faltaron por falta de papel, yo soy un cobarde que ni la carta se atreve a darte en persona, soy un cobarde enamorado de la más bella persona en este mundo"

Leyó la carta y por fin le gustaba, sabía que era un poco cursi, esperaba que al rubio le gustara.

El tiny ojiazul se acercó, el pequeño leyó la carta, le encantó.

-Que bonito sentimiento Stan- dijo con una bella sonrisa el pequeño rubio.

-¿Crees que le guste?- cuestionó el azabache a su tiny.

-Le encantará- decía el tiny mientras le dibujaba 2 corazones a la cartita.

El ojiavellana sonrió y le dijo buenas noches a su tiny para poder irse a dormir por lo tarde que era, mañana sería un día especial.

Fue una noche corta para el de pompón rojo, estaba muy emocionado.

A la mañana siguiente cuando llegó a la escuela lo primero que hizo fue acercarse al locker de su amigo rubio y dejar aquella carta que hizo la noche anterior.

Vaya que estaba ansiando que el rubio abriera su locker.

Volvió a su salón a donde estaban sus amigos pues estaban hablando sobre que hoy irían a visitar la secundaria de southpark, detalle que había olvidado el de ojos avellana.

El de suéter café deseaba que tuvieran una vuelta a los casilleros antes de irse.

La conversación cambió de tema cuando el pelirrojo se quejó de una tarea que había hecho con 1 semana de anticipación y que no la revisarán por visitar la secundaria.

-¿Cómo que dan esa materia?- dijo el castaño robusto desconcertado.

-¡Se me olvidó el cuaderno en mi locker, ahora vengo!- añadió el rubio para salir en dirección a su locker.

Inexplicablemente el de cabellos negros comenzó a sentirse más nervioso, ¿cómo es que pasó de estar tan seguro a estar tan nervioso?

Decidió seguir a su amigo ojiazul para ver su reacción.

El ojiavellana estaba escondido para que el de pecas no lo viera, el azabache sintió su corazón latir más rápido cuando vio al de parka agarrar la carta.

De donde estaba el azabache se podía ver aquel rubor que se adueñó de la cara del rubio, algo que le pareció bastante tierno al de suéter café, no sólo vio aquella reacción sino vio que se llevó la mano a su boca, no entendía eso el ojiavellana pero aún así se dio cuanta de que le había gustado aquella carta.

El azabache fue nuevamente a su salón para que no se viera tan sospechoso.

–Oye Stan, ¿cómo te fue ayer con Kenny?– preguntó Kyle.

–No me atreví– dijo cabizbajo es azabache.

El de chamarra naranja y el de suéter café se quedaron hablando sobre ese tema, hasta que vieron cerca a sus amigos, desviando la conversación a algo de videojuegos, pensaron que ahí se quedaría la conversación pero no contaban con que Cartman tuviera algo que le había arrebatado a Kenny, que el rubio trataba de recuperar.

–¡Chicos, chicos!– decía el robusto mientras corría hacia ellos –miren la carta de amor que le escribieron a Kinny– dijo con una voz de burla lo de la carta mientras la enseñaba a sus amigos.

El rubio trataba de quitársela a su mejor amigo pero el castaño sólo lo empujaba hacia atrás.

–Querido Kenny– comenzaba a leer con una voz aguda entre risas, en eso el rubio alcanzó a quitársela.

El de pecas guardó la carta en uno de los bolsillos de su parka –respeta las cosas maldito gordo– se defendió el ojiazul.

El de pompón rojo agradeció que el rubio tomara la carta, pues tenía miedo de delatarse cuando el castaño la leyera, por otra parte está satisfecho pues al de parka le había gustado la carta tanto que la guardaría.

El tiempo pasaba rápido, tanto que ya estaban en la secundaria de southpark, se sentían tan pequeños ahí, sin embargo no hicieron nada, solo vieron las instalaciones y les decían porque se tenían que meter a la escuela.

El tiempo para un azabache pasaba demasiado lento, sentía la necesidad de tomar ahí mismo a algún omega, su rut le iba a comenzar.

Buscó en su mochila, no había ningún supresor.

–mierda, mierda, mierda– se maldecía en voz baja.

–Kyle amigo, ¿tienes supresores?– cuestionó a su súper mejor amigo.

–No Stan, lo siento– respondió el pelirrojo.

–¿cuánto falta para irnos?– cuestionó nuevamente el ojiavellana.

–faltan cinco minutos– contestó el ojiverde.

Esos cinco minutos fueron eternos para el de pompón rojo, cada vez sentía la necesidad de marcar al rubio, sentía celos cada que alguien le hablaba, odiaba esos sentimientos, sin embargo no los podía controlar.

Si no fuera por su amigo de chamarra naranja ya lo hubiera marcado, pues el de ushaka estaba cuidando al de suéter café para que no hiciera algo que el no quiera.

Pasaron los cinco minutos, subieron al bus y por fin llegaron a la escuela, la mejor parte fue que cuando llegaron ya podían llegar a sus casas, el azabache sin despedirse se fue corriendo a la granja.

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Feliz año nuevo y feliz navidad, me tarde en decirles pero, gracias por hacerme llegar a las 1000 leídas, lxs quiero mucho, espero que se la estén pasando bien.

Tengan lindo día/mañana/noche

Chau~~~

°•°Mini amor°•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora