🧡💙Miedos💙🧡

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El rubio estaba tratando de tranquilizarse, no sabía el porqué su tiny estaba así, no quería que algo malo le pasara.

El tiny azabache estaba realmente enfermo, a tal punto de ya no poder pararse de su pequeña cama, todas sus fuerzas se habían esfumado.

El ojiazul llegó a una conclusión, pues había tratado de todo y nada daba resultados, había intentado darle medicinas, darle más amor y más pero seguía enfermo el pequeñito.

La conclusión a la que había llegado fue bastante inesperada, había dado tantas vueltas al tema que..

–¿si me le declaro por fin a Stan se curará?– pensaba el de parka, lucía bastante frustrado, no quería que a su pequeño le pasara algo.

Ya llevo conociéndolo bastante, ¿y si es eso? ¿Conocerlo y no decirle nada?– trataba de encajar las piezas de aquel rompecabezas que lo tenía tan pensativo.

Encontró la respuesta, le tendría que decir a Stan sobre sus sentimientos, aquellos sentimientos que tenía callados de ya hace casi un año.

Pero ¿y si el azabache no le correspondía, si lo juzgaba o aún peor y si ya no quería hablar?

Comenzaba a ponerse ansioso el chico que tenía pecas, de estar tan seguro de su próximo movimiento a estar por no hacerlo era demasiado retroceso, tenía el tiempo contado, tenía que hallar la forma con la que su tiny volviera a estar bien.

Un golpesito en su buró lo sacó de sus pensamientos, volteó hacia este y vio al pequeño tirado al lado de la camita.

El rubio se movió rápidamente para ir a ver como estaba el tiny, al verlo le dolió ver como estaba, el pequeñito tenía ojeras, tosía bastante seco, se veía que el pequeño estaba sufriendo bastante.

Levantó al pequeño y lo volvió a acostar en su cama, ya no quedaba tiempo, necesitaba encontrar una solución a esto rápido.

Quería concentrarse pero los gritos de sus padres no lo dejaban, salió de su casa para poder hallar una solución.

Salió al parque, se sentó en una banca, agarró una margarita y comenzó a quitarle pétalo por pétalo mientras decía –me declaro, no me declaro–

El último pétalo había caído en un me declaro pero ¿realmente una flor le iba a decir que hacer?

Comenzó a ver a la gente pasar, algunas parejas que venían con sus tinys le daban fuerzas para poder declararse, él quería un amor sincero.

Sin embargo habían parejas las cuales le quitaban aquellas ganas anteriormente dadas.

Hasta que vio a dos de sus compañeros de clase siendo tiernos entre ellos mientras sus tinys jugaban en el arenero del parque.

Estaba decidido se declararía al día siguiente.

Al realizar aquella decisión se prepararía, no le alcanzaría para algo caro pero compraría los chocolates favoritos de aquel azabache y le daría una pulsera con colores naranjas mientras que el se quedaría con una pulsera de tonos azulados, aquellas pulseras las haría él, el año pasado le había regalado un set para hacer pulseras a Karen, se lo pediría prestado.

Se levantó de aquella banca, fue a la tienda y compró los chocolates, de ahí se dirigió a su casa y comenzó a hacer aquellas pulseras, le parecía tierno y a la vez demasiado cursi.

El chico se desveló, pues cada dos por tres se rompían las pulseras, tenían que quedar perfectas.

Al día siguiente se despertó temprano, se echo un perfume barato que había conseguido hace tiempo, se arregló bastante, aunque se haya desvelado toda la adrenalina  le ayudaba a quedarse despierto.

°•°Mini amor°•°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora