Una noche de pasión y un condón roto, sí, un maldito condón roto.
Byul y Yongsun no esperaban que su pequeño desliz terminara con la llegada de una bebé. Acompaña a una alfa y una omega en esta aventura.
Yongsun alfa
Byul omega
Yongsun en el asiento de copiloto se bajó del auto rápidamente y abrió la puerta para Byul.
— Me sienta mal que hayas venido solamente para verme llegar, ¿estás segura de que puedes ir a casa tu sola? Puedo llamar a un taxi. — Está bien, me hace sentir más tranquila verte en casa — Yongsun sonrió de manera adormecida.
Byul soltó una pequeña carcajada y caminó hacia su edificio, antes de entrar por la puerta principal sintió como le daban la vuelta.
— Voy a llamarte, ¿okey? Mucho, así que trata de no molestarte por favor — dijo Yongsun mientras hundía su rostro en el cuello de la omega y la abrazaba como si su vida dependiera de ello. — Entiendo Yong, son tus instintos, ahora vete, quiero verte subir a un taxi.
Yongsun miraba a la omega como un cachorro atropellado, no quería separarse de la madre de su futura bebé, pero era una locura, ni siquiera eran amigas. En contra de sus propios deseos la alfa paró un taxi y se fue.
Byul subió con el ascensor hasta su apartamento y suspiró al entrar a su hogar. Por fin estaba en casa.
— ¡Madre! Por fin regresas a la casa — Hyejin se tiró sobre Byul. — Oh dios, creo que voy a vomitar, oírte decirme madre antes era extraño, ahora me dan ganas de matarte — dijo Byul tratando de quitarse a Hyejin.
La alfa empezó a olerla por todos lados como un perro y Byul tuvo que regresarla a la tierra con un piñizcon en las costillas.
— ¡Au! ¿Estuviste con la alfa? — Sí, y no es tu problema. — Voy a matarla, tiene ovarios demasiado grandes si cree que puede embarazarte y marcarte con su olor como si fuera algo normal — dijo Hyejin con la nariz fruncida. — ¡Qué locuras dices! Estás loca — se rió Byul. — ¿Está afuera? Le daré una patada en sus partes bajas.
Byul empezó a olerse tratando de encontrar algo y sí, debajo de su propio olor a canela y dulce había otro olor, olía como a girasoles y un poco de humedad, era lindo.
— Oh no, estás sonriendo como lunática — dijo Hyejin — hablaremos de eso luego, ven, compré pizza con queso en las orillas, tu favorita.
Byul sonrió y se sentó a la mesa con Hyejin, iba a ser madre, inesperadamente el hecho ya no le daba ganas de huir.
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Yongsun tomó las llaves de su apartamento entre sus manos y abrió su puerta.
— ¡Eh! Por fin estás en casa, en hora buena, traje un poco de soju, vamos a beber. — No puedo beber Wheein — Yongsun colgó sus llaves y se tiró sobre el sofá.
Wheein se levantó a la mesa y miró a la alfa con duda.
— ¿Por qué? Es solo un trago, no seas una aguafiestas, ya me dieron mi diploma, ¿puedes creerlo? Mi mamá casi se desmaya de la emoción... — Está embarazada — Wheein se detuvo completamente. — ¿Cómo dices, Yongsun? — Está embarazada, me lo dijo, ella me buscó.
