My sweet alpha || Moonsun

Explicaciones (4° mes)

POV Normal

La primera en levantarse fue Byul, estaba un poco desorientada al principio, pero luego los recuerdos fueron llegando lentamente. Se le sonrojaron hasta las orejas y tener a Yongsun prácticamente pegada a la espalda no ayudaba.

Trató de quitar la mano de Yongsun que sujetaba su vientre suave, pero firmemente, la alfa soltó un pequeño gruñido por la interrupción y Byul la compensó liberando feromonas calmantes. Salió de la cama con una fina capa de sudor cubriendo su espalda, la alfa era prácticamente un radiador humano. Tomó sus prendas del suelo y caminó hasta el baño de puntillas.

Luego de su ducha y de vestirse salió de la habitación de Yongsun dando pequeñas pisadas discretas tratando que su presencia pasara desapercibida.

— Buenos días — una suave voz la hizo saltar y darse el pié con una de las patas de la mesa.
— ¡Carajo! — gritó Byul encogiéndose en el suelo.

Se escucharon unas pisadas fuertes y en segundos Yongsun estaba parada frente a dos omegas en toda su santa gloria desnuda.

— ¡Qué pasó! — rugió la mayor.
— ¡Cúbrete! ¡Maldición, Yongsun! — Wheein le tiró una servilleta de la mesa.

Byul se levantó rápidamente y arrastró a Yongsun de nuevo a su habitación.

— ¡Oh mi dios! — dijo Byul después de soltar un gran suspiro — ¿qué pensabas al salir como dios te mandó al mundo?
— Lo siento, te escuché gritar y me alarmé — los ojos de cachorrito de Yongsun hacían que Byul no pudiera enfadarse con ella — ¿estás bien?
— Sí, me di contra la mesa de un susto, pero estoy segura que Wheein está traumatizada.

Yongsun solo atinó a reír y buscar su ropa para estar presentable frente a su amiga.

— Haré como que no vi eso y no pasó lo que supongo que pasó — dijo Wheein removiendo lo que quedaba de sus huevos revueltos.
— No es nada de lo que parece, en serio — aseguró Byul.
— Mírate a un espejo o mejor aún, trata de olerte a ti misma — sonrió con una mirada picara.
— ¿Sabes dónde está Hyejin? — soltó la pregunta tratando de huir de un interrogatorio para el cual no tenía respuestas.
— Dijo que tenía una reunión hoy así que se fue volando, ¿quieres desayunar?, hice un poco de huevo revuelto y pan tostado — Byul asintió.
— Solo déjame ir al baño un ratito.

Byul desapareció en el baño y suspiró antes de mirarse al espejo. Sí, ahora entendía lo que Wheein estaba tratando de decirle, su cuello parecía como atacado por un vampiro.

— Qué se cree, ¿un chupasangre? — Byul golpeó el lavabo con una de sus manos.

No ayudaba nada a su caso el hecho de que llevara la ropa de Yongsun y su aroma prácticamente se había quedado pegado en ella.

— Así que… — Wheein le dió un sorbo a su taza de café tratando de hacerse desinteresada — ¿Yongsun y tú?
— ¿Podemos hacer como que no viste nada? — rogó.
— Claro, bueno, al final no es mi asunto, ambas son adultas y son las que tendrán una bebé, simplemente… olvídalo.

Wheein se fue alegando que tenía trabajo que hacer y para cuando Yongsun estuvo vestida ya no se encontraba ahí.

— ¿Se fue? Qué raro, normalmente descansa los fines de semana.
— Pues es que hoy es lunes, tontita — respondió Byul.
— ¿Qué? ¡Cómo que lunes! Maldición.

Byul observó asombrada como Yongsun tomaba todo lo que había en la mesa y se lo metía a la boca mientras daba grandes sorbos de café.

— Wow, Yongsun, cálmate. Por qué estás tan apurada.
— Hoy le doy clases de baile a los niños, y llegaré tarde.