My sweet alpha || Moonsun

Bella durmiente

POV Normal

Como prometió, Yongsun había ido a visitar a Byul todos los días sin falta. Trataba de ir en las noches cuando era seguro que ninguna de las amigas de Byul estuviera ahí, se había hecho amiga de las enfermeras, a veces les llevaba café o un pequeño dulce, siempre les agradecía por su cuidado hacia Byul.

— Pobre mujer, se ve que ama mucho a esa omega — soltó uno de los internos.
— Escuché que las amigas de la internada no quieren saber nada de ella, qué mal agradecidos, no saben lo devota que es a esa mujer — soltó una enfermera.
— Es mejor no comentar nada Sodam, a veces las personas son muy diferentes con el peso del arrepentimiento, quién sabe, tal vez esa mujer la puso ahí.
— No digas tonterías — respondió Sodam — yo creo que es linda.

Yongsun ya estaba en la habitación de Byul ajena a los cotilleos del personal de enfermería. La alfa se encontraba pintando las uñas de su omega.

— ¿Puedes creer que Sooyoung ya cumplió un mes? Es la cosita más bella del mundo, tienes que despertar rápido y verla.

Lamentablemente, para Byul el paso de los días le era indiferente. Seguía sin mostrar cambios o mejoras en su estado físico, el médico a su cargo no había dado las mejores predicciones tampoco.

— Algunas han perdido la fe, pero sé que vas a levantarte, y te pondrás bien y me gritaras, así podré pedirte perdón por ser una imbécil.

Yongsun terminó con sus uñas y se encargó de maquillar un poco a Byul.

— La vida me está tratando bien, mamá sigue enojada conmigo, no sé si algún día se le pasará, espero que también me perdone, te estoy esperando Byulie.

Yongsun observó el rostro sereno de Byul y empezó a tararear una canción mientras estaba sentada al lado de la omega tomando sus manos. En medio de ese mágico momento sintió una especie de apretón.

— Oh — dijo mirando a sus manos — ¿Byul? ¿Me escuchas?, ¿estás despertando? Te necesito Byul, nuestra hija te necesita.

Las máquinas conectadas a Byul empezaron a parpadear y la frecuencia cardíaca de Byul se elevó.

— Yong…sun, Yongsun — era casi como un susurro, pero era su voz.
— ¡Enfermeras, enfermeras! — gritó alterada — ¡Está despertando!
— ¡Kim Yongsun! — soltó la omega casi como un rugido, la estaba mirando con los ojos inyectados en sangre.

Personas ajenas a ellas empezaron a llenar la habitación.

— La paciente está entrando en un shock, retiren a la mujer de la habitación — uno de los doctores alejó a Yongsun de la camilla.
— No, no por favor, tengo que quedarme, tengo que decirle que lo siento.

Se hicieron falta tres enfermeros para sacar a Yongsun de la habitación y no contentos con ello tuvieron que sedarla para que se mantuviera lejos de Byul. El hospital notificó rápidamente a los tutores de Byul, Kim Taeyeon y Ahn Hyejin.

— Está muy alterada como para recibir visitas, aún tiene algunos sedantes en su sistema para no alterarla, no sé si sea lo mejor que vea tantas personas de golpe, una estaría bien el día de hoy — dijo el doctor.

La doctora Kwon también había sido llamada ya que era su antigua paciente.

— Dios, despertó — Seulgi se abrazó a Hyejin como un koala.
— Deberías entrar tú, Taeyeon, creo que es lo más adecuado — dijo Irene.
— Quiero entrar yo, tengo qué, déjenme hacerlo — dijo Yongsun haciendo acto de presencia.
— No sé por qué Irene permitió que tuvieras contacto con Byul, pero yo no lo hago, mantente alejada de ella, es una promesa Kim — soltó Seulgi.