12: Cuento de hadas

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La princesa y el hechicero

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La princesa y el hechicero.

Hace mucho tiempo, en algún lugar lejano, existio un reino que gozaba de riqueza y grandeza, sus habitaciones era arropados por la felicidad y armonía que sus reyes les otorgaban.

Pero con el paso del tiempo la belleza de ese lugar se vio perturbada por la repentina escasez de recursos naturales y muerte de las cosecha. El reino que algunas vez estaba rodeado de felicidad, poco a poco se vio envuelto en miseria y desgracia por la falta de alimentos.

La joven princesa de solo 15 años de edad, con un corazón devoto a su pueblo, sufría al ver cómo sus súbditos perdían el brillo de la vida que algunas vez tuvieron. Paso meses hasta que la princesa escucho rumores de un poderoso hechicero, el cual contaba con el poder para volver todo a cómo era antes.

Cansada de ver a su gente perecer, la princesa Hinata se armó de valor y todo tres de las riquezas más valorizadas de su castillo y fue en busca de ese hechizero. Estaba dispuesta llegar hasta las últimas consecuencias con tal de poder salvar a su reino.

En otro lado, escondido en los montañas, se encontraba un hombre albino, el cual tenía venda que cubría sus ojos, tomando el té bajo las árboles de cerezo en espera de la princesa. Ya había predicho que vendría, así que planeaba darle una cálida bienvenida por ser alguien de la realeza.

Después de horas de viaje la joven princesa a llegado al hogar del hechicero, quedó impresionada al ver tal mansión frente a sus ojos, cada detalle estaba finamente echo a la perfección.

Suspiró y camino con tranquiladad, su interior estaba lleno de nervios y un poco de miedo, pero debía mantenerse firme porque vino aquí con un propósito.

Estaba tan mentida en sus pensamientos, que al escuchar la voz de un hombre quedó paralizada por un momento.

—La estuve esperando, princesa.

Al voltear, abrió sus ojos de par en par al ver a ese hombre el cual tenía los ojos vendados. Lo que más le causó intriga era esa venda, aún con ella puesta, podía sentir su vista clavada en ella.

—Usted debe ser Gojo Satoru, el hechizero más fuerte —Hinata hablo con tranquiladad aún cuando dentro de ella sus emociones colapsaron y predominaba la incertidumbre.

—Es un honor que alguien de la familia real me reconozca —Su tono era burlón, pero no se distingue alguna malícia— ¿Hay algo que busque de mí princesa? No creo que solo sea para charlar.

—Vengo hacer un trato con usted —Su voz salió firme y sin titubear, se acercó al albino y frente a él puso los tesoros de su familia—. Le e traído las reliquias más preciosas de mi castillo, puede quedarselas, pero a cambio quiero que me ayude a salvar a mi pueblo! —Hinata vio y hablo con determinación. Como lo haría una princesa.

—El espejo de la verdad, la flauta de rubí y oro, y las joyas bañadas en sangre de demonio. Tú de verdad que vienes con todo, eh? —Una risa salió de los labios de Satoru— Pero yo no busco nada material, eso es lo más fácil de conseguir —Su tono burlón de mantenía y aumento al ver la cara confundida de Hinata. Es cierto que todas las pertenencias que trajo son de alta demandó, pero él no quería eso, el quería algo más... Algo que nadie podría tener.

—Si no quiere nada material... Significa que debe querer algo espiritual —la joven suspiró, le advirtieron de las artimañas y trucos de este retorcido e Infanti hechizero.

—Eres una chiquilla lista —Satou soltó una carcajada al ser atrapó por la chica.

—¿Qué es lo que pide exactamente? —esta dispuesta a todo, pero nunca a sacrificar la vida de un ser humano. Tenía que saber en qué se estaba metiendo.

—¡Te la pondré fácil! —El hombre albino apoyo su cabeza con mano derecha— Tú me darás la mitad de tu alma, y yo te ayudare en la que pidas.

Hinata apretó los párpados con fuerza, se sentía agradecida de que no involucrar a nadie de su reino, aunque el saber el precio que debía pagar para salvarlo le atemorizaba.

—¿Qué dices, princesa? —la sonrisa de satoru se hizo un poco torcida y se ensanchó más— ¿Permitirás que tú pueblo quedé en la nada o me dejas algo tan sin importancia como una parte de tu alma? —Satoru se burló de ella mientras extendió su mano derecha mientras que con la izquierda retiraba la venda que cubría sus ojos. Hinata quedó petrificada al ver esas orbes azules que parecían poder ver su alma, son tan hermosas e intimidantes al mismo tiempo.

Aún llena de miedos, Hinata extendió su mano. El apretón de manos fue suficiente para sellar el trato. Ella solo quería salvar a su pueblo, ese era su único objetivo.

Lo dijo antes y lo repetía ahora, hasta las últimas consecuencias.
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Los meses pasaron y el pueblo volvió a retomar su brillo. Los recursos naturales volvieron y las cosechas eran mucho más abundantes que nunca. Los aldeanos creyeron que su castigo enviado por los dioses a terminado y ahora fueron bendecidos por ello.

Mientras que en castillo, la princesa Hinata estaba sentada en su trono, estaba feliz de que por fin está pesadilla hubiera acabada para su reino... Pero era difícil para ella y con su cuerpo de solo 15 años cargar con un embarazo de 7 meses, que se fue el mismo plazo de tiempo que el pueblo volvió a la normalidad y primera vez que vio a Satoru.

—Hasta las últimas consecuencias —la joven acariciaba su vientre y soltó un largo suspiró.

—Hasta las últimas consecuencias —la joven acariciaba su vientre y soltó un largo suspiró

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Les juro que esté que uno de mis favoritos

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Les juro que esté que uno de mis favoritos. Estuve pensando en hacerlo un fic más largo.

❄️ ა ⬞ 🅢𝐀𝐓𝐎🅗𝐈𝐍𝐀 𝚖𝚘𝚗𝚝𝚑 ; ¡𝘦𝘭𝘦𝘤𝘵𝘳𝘪𝘤 𝘭𝘰𝘷𝘦! 𓊔˖ ۫ ݂  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora