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Cada vez que estaba a su lado, se preguntaba a si misma la opinión del albino sobre ella por la forma en que la miraba.
A cada misión en la que iban juntos, Hinata se mantenía callada y alerta a lo que Satoru tuviera que decir. Aunque casi nunca hablaban, solo si era de suma importancia, pero algo de lo que se percató la Hyuga era de las miradas de Satoru.
No sabía el porqué lo hacía, pero siempre la miraba por un largo periodo de tiempo y luego seguía su camino como si nada. Era extraño a la perspectiva de la chica, creía que la analizaba e inspeccionaba por la manera en que desempeña su misión... Algo muy alejado de la realidad.
Cuándo se trataba de Hinata, Satoru no era un gran conversado y, no es porque no lo fuera, es que ella se lo había difícil y eso era un poco molesto para él al inicio, ya con el paso del tiempo se acostumbro a su silenció y comenzó a buscar otra forma de conocerla, y fue a través de la mirada.
Gracias a sus ojos podía ver cada minúsculo detalle del rostro de Hinata, si se sentía molesta o alegre, él sería capaz de notarlo aún si ella se esforzará por ocultarlo. Aunque de un tiempo para acá le a prestado más atención de la que debería.
No puede evitar que sus ojos queden pegados a ella por un rato... Mientras solo la observa en el silencio.
«Hinata es muy agradable a la vista» Pensó Satoru, su mirada nunca abandono el rostro de Hinata.
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