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Desde su sonrisa hasta su amable personalidad. Con perlas en su mirada y una voz de ángel, ¡ella nació para ser la más brillante entre todas las estrellas! La primera vez que Satoru la vio quedó completamente fascinado, no solo con su voz, si no con todo lo que esa chica representaba.
Satoru no pudo evitar quedar flechado desde el primer momento que escucho su música, era tan deléitante a sus oídos.
Casi inmediatamente, comenzó a unirse a los foros, páginas, grupos y fandom general de su brillantes idol, Hinata Hyuga.
Al tener a tanto dinero se podía dar el lujo de comprar sus disco, figuras, posters ¡y más! No se perdía ni un concierto y menos la oportunidad de darle la mano, su corazón se derretía como la nieve al entrar en contacto con el sol cada vez que ella le sonreí y le agradecía por asistir a sus conciertos.
¡Era tan encantador!
Un día que se anunció que Hinata vendrá de regreso a Japón a dar un concierto tuvo la idea más alocada para hacerle saber sus sentimientos y sobre la idea de que ambos fueran pareja.
Ya llevando su amor por Hinata a otro nivel, tenía como plan pagarle una suma considerable al chófer privado de Hinata para que después del concierto la llevara al hogar del albino y tuvieran el momento más romántico de su vida.
Satoru se encontraba agradecido con todo los cielos que el chófer de Hinata fuera un bastardo codicioso y aceptara el primer pago que le ofreció.
Ahora todo era cuestión de tiempo, arreglaría su lujoso hogar y prepararla comida digna de una mujer como ella.
***
Hinata estaba exhausta, fue un largo concierto, más de lo habitual, pero aún tenía una sonrisa en su rostro ya que el volver a su país le hacía sentir feliz y agradecida con su manager por darle está oportunidad de regresar.
Debido al cansancio se quedó dormida mientras el chófer la llevaba de regreso a su hogar.
***
Luego de un rato, Hinata despertó algo desorientada. Cuando el chófer le aviso de su llegada, ella bajo del auto como si nada y solo caminó, aún seguía muy cansada y luchaba para abrir sus ojos. Pero ella solo siguió caminando a la luz que entraba por sus ojos semiabiertos.
Al llegar a la puerta, se frotó los ojos y llevo su mano a la perilla para abrirla. Mientras entraba el olor a comida casera se instaló en sus fosas nasales y eso provocó que abriera los ojos de golpe.
Ella vivía sola.
Examinó su alrededor y se dio cuenta que este no era su hogar, ni siquiera reconocía donde estaba, no entendía nada. Antes de hacer cualquier movimiento para escapar, auna voz masculino la hizo frenar en secó.
–––¡Hina-chan! ¡Ni te imaginas la felicidad que me da al ver qué estás aquí! Soy Satoru Gojo, pero tú puedes llamarme: Tu fan número uno.
La mencionada volteo a ver a la persona que le hablaba y se congeló... Ella lo reconocía, ese tipo albino y de ojos azules había estado en casi todos sus conciertos y siempre se aba el tiempo de formar la fila para tomarle la mano.
Muy bien, ahora estaba entrando en un estado de pánico.
–––Hina-chan, no debes estar asustada. Se que es confundo en estos momentos, pero espero entiendas que esto es por nosotros –––La mirada de Satoru era de tristeza al ver qué su amada Hinata lo veía como si fuera una especie de acosador, aunque técnicamente no estaba alejada de la realidad–––. Y bueno, seguramente te preguntas el como llegaste aquí y ¡la respuesta es fácil! Le pagué a tu chófer para que te trajera a mi hogar –––Satoru lo confesó como si fuera lo más normal del mundo.
La sangre de Hinata hirvió en rabia al saber esa información. Si lograba salir de esta situación, se juraba a ella misma que haría puré a su chófer.
–––¿Me harás daño? –––pregunto la joven por primera vez en lo que estaba en ese lugar. Tenia que saber en que clase de peligro estaba y que loco le tocó está vez. No es la primera vez que un fan hace cosas extremadamente raras para llamar su atención, per está definitivamente es la peo y más espeluznante que le a tocado.
–––¡Jamás! Solo quiero que te sientes conmigo a comer. Prepare todo lo que te gusta –––Satoru le dedicó una sonrisa amable.
–––¿Quieres que cené?... ¿Contigo? –––Hinata estaba visiblemente confundida y muy desconfiada.
–––Efectivamente ¡prometo que no te arrepentirás! –––Satoru se acercó con cuidado a Hinata, tomo su mano y la guío a su gran cocina. Su corazón latía como loco al poder tomar de la mano a su idol favorita como si fuera lo más normal de su vida.
Al llegar a la cocina, Hinata miraba con incredibilidad la mesa tan bien organizado y elaborada que tenía enfrente. Casa uno de los platillos que más le gustaban estaba allí junto a sus bebidas favoritas. El aroma llegó a ella y no pudo evitar sentir que el hambre la atacó de golpe, Satoru se dio cuenta de esto y soltó una pequeña risa.
–––¿Por qué no vamos y nos sentamos? –––Satoru guío a Hinata en un lugar justo frente a él. El albino comenzó a comer bajo la atenta mirada de Hinata.
En realidad, Hinata no a tocado su camisa aún ya que tenía que estuviera intoxicada con algo somnífero o algo así, pero al ver a Satoru comer ella se decidió por hacer lo mismo.
Llevo un bocado de camisa a su boca, desde la primera mordida quedó maravillada por lo buena que estaba y comenzó a comer más animadamente. Satoru soltó un suspiro de satisfacción al ver el gusto en el rostro de la Hyuga.
Desde allí, ambos comenzaron a interactuar más y hablar sobre ellos, llegando a tener conexión en algunas cosas. Hinata se sintió extrañamente feliz de ver un lado más tranquilo y divertido, menos aterrador y fanático, de Satoru.
Hinata se dio cuenta que no era una mala persona, solo que es un idiota con ideas muy erradas para conocerla.
No era una forma muy normal para conocer a tu idol favorita, pero Satoru no se arrepentía de nada.
No se volvieron novios esa noche, pero al saber que ella quería volver a verlo aumentó su posibilidades de estar con ella como tanto lo desea.
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