Lao Mang (Chase Young/Jack Spicer)

Capítulo 2 - Matrimonio

A partir de ese día la dinámica en su relación cambió, los encuentros se volvieron frecuentes, Jack estaba a su disposición en todo momento y a Chase parecía fascinarle que fuera así, incluso le había permitido pasear libremente por la ciudadela sin que ninguno de sus gatos lo acechara.

Sin embargo, no fue lo único que cambió, una extraña sensación de inquietud se negaba a abandonar a Jack desde esa noche, acrecentándose con cada día que pasaba. Era como si alguien lo siguiera a todos lados, como si entre los múltiples ojos de los sirvientes felinos de Chase, hubiera alguien más... algo más...

En un principio, lo atribuyo al nerviosismo y la paranoia de decepcionar a su ídolo después de un primer encuentro particularmente difícil de superar, pero cuando sus torpezas y errores no fueron motivo para arrojarlo por la puerta, se dio cuenta de que no era eso. Los escalofríos y la ansiedad no cesaban, el frío recorriendo su espina para girarse y en efecto, ver un tigre mirándolo, pero uno que no le daba esa sensación de sutil advertencia. Una qué le decía que no debía de estar allí.

Nuevamente lo atribuyo a su falta de confianza, a la tambaleante relación donde Chase se aprovechaba de él, para luego desecharlo cuando ya no era útil, no le importaba aceptarlo, Chase siempre fue así, pero... justo en ese instante, donde el temible guerrero parecía ser menos cruel, algo más se presentaba. No se sentía en paz, ya ni siquiera cuando regresaba a trabajar a su taller.

Una noche particularmente fría, el metal de las mesas y herramientas crujía como si los materiales fueran de mala calidad, volteaba de vez en cuando, asustado, con la llave inglesa en mano lista para arrojarla y luego salir corriendo, sin embargo, cada que giraba la cabeza, no había más que sombras mudas y una quietud inquiétate.

—¿¡Por qué se apagó esto!? — lanzó al aire, quejándose cuando la música metal dejó de sonar. Su laboratorio nunca le había parecido tan amenazante.

"No, no pasa nada", intento convencerse de eso, pero al poco rato, nuevamente otro ruido, esta vez; el roce en el suelo como de pisadas sigilosas, se le heló la sangre, paralizándolo en su lugar, la sensación estaba allí de nuevo... y esta vez no podía escapar.

—¿Me extrañaste? —ell susurro cerca de su cuello lo hizo saltar, tirar sus herramientas y hacer un alboroto cuando casi tira la mesa de trabajo, siendo detenido por las fuertes manos de su invitado sorpresa.

—¡Ah...Chase! —Su cuerpo se crispó, pero sus ojos brillaron de alegría al reconocer el agarre de su "novio" sobre su cintura, no estaba solo, ¡y mejor que eso! Tenía al temible Chase Young si alguien se atrevía a atacarlo.

Chase encaro una ceja, observando la piel de gallina del pelirrojo y la evidente sensación de alivio al verlo.

—¿Qué sucede Spicer? — preguntó con duda reflejada en sus pupilas reptilianas.

Jack intentó sonreír para disimular su nerviosismo, aunque su mirada seguía escapándose temerosa hacia las sombras de la habitación.

—So- solo me tomaste por sorpresa — trató de excusarse, intentando no parecer aún más cobarde de lo que de por sí ya era y tratando de enfocarse en él.

Chase no pareció convencido, lo examinó detenidamente, cual depredador, conocía demasiado bien a Jack como para no notar su miedo. Algo no estaba bien.

—Di la verdad, puedo oler el terror en tu piel — insistió, examinando el lugar con ojos afilados, enfocándose en aquellas zonas que Jack miraba de reojo, sin hallar nada.

Jack vaciló.

—Es que, creí escuchar cosas... —confesó sin más opciones, pero en cuanto las palabras salieron de su boca, los recuerdos de Chase fastidiándose y burlándose de su falta de coraje lo invadieron— pe-pero solo es por estas cosas baratas y viejas — dijo empujando con el pie la pata de la mesa, fingiendo que no se sentía perseguido — además, no es la primera vez que un fantasma se pasea por aquí —argumentó refiriéndose al fantasma morado y enmascarado que fue su compinche durante años mientras Chase seguía ojeando su laboratorio — no es como si alguien tuviera motivos para seguirme...— agregó al final.