"𝑬𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒏𝒂𝒄𝒆, 𝒆𝒍 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒇𝒂𝒍𝒍𝒆𝒄𝒆, 𝑷𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒎𝒂𝒕𝒂𝒓, 𝒑𝒖𝒆𝒅𝒆 𝒔𝒂𝒏𝒂𝒓, 𝑺𝒊 𝒆𝒍 𝒔𝒆𝒓 𝒉𝒖𝒎𝒂𝒏𝒐 𝒆𝒔 𝒄𝒂𝒑𝒂𝒛 𝒅𝒆 𝒂𝒎𝒂𝒓 𝒑𝒖𝒓𝒂𝒎𝒆𝒏𝒕𝒆, 𝒆𝒏𝒕𝒐𝒏𝒄𝒆𝒔 ¿𝑷𝒐𝒓𝒒𝒖𝒆 𝒖𝒔𝒂𝒓𝒊𝒂 𝒍𝒂 𝒑𝒂𝒍𝒂𝒃𝒓𝒂 𝒂𝒎𝒐𝒓 𝒑𝒂𝒓𝒂 𝒅𝒆𝒔𝒆𝒏𝒄𝒂𝒅𝒆𝒏𝒂𝒓 𝒗𝒊𝒐𝒍𝒆𝒏𝒄𝒊𝒂?"
—'𝙇𝙞𝙚𝙨𝙞𝙭' 𝘿𝙖𝙧𝙖 𝙈𝙚𝙣𝙙𝙤𝙯𝙖.La línea antigua de los Sarada estaba realmente maldita, tanto que los bebés o quién se casaba con uno estaba aseguraba su pase libre al infierno. Muchos pensaron que se trataba de pactos con demonios poderosos, otros que entre ellos poseen una maldición que Himee usó para asegurarse que sus hijos cargarán con el mismo calvario que él tenía.
Tan sólo eran suposiciones de la gente en un esfuerzo de comprender a los recién casados del momento; Noriko y Haruka Sarada, quiénes estaban paseando por el pueblo de Kanazawa, que era el epicentro de los samuráis, las geishas y los ninjas. La gente quienes creían en los cosmos al igual que las supersticiones tenían la creencia latente sobre el dios Yang intentó seducir al ancestro tomando el cuerpo de una mujer para saciar con sus oscuras perversiones tal como lo hacía cuando Yin estaba con él.
Los demás los tomaron como locos y sin razonamiento alguno, sin tomar en cuenta que esas personas tenían toda la razón, pues al no dejarse llevar por sus encantos y rechazar a la deidad de la forma más cruel posible debido a su pleno estado de desesperación por deshacerse de ella. Yang al ver qué nada salió como lo había planeado, lanzó una maldición a Himee y a su descendencia pues si no puede estar con el padre, estará con el siguiente dentro de la línea sanguínea si falla su cometido y así sucesivamente.
Quién tenía el apellido Sarada está condenado a sufrir un acoso hasta la muerte.
Pero de lo más extraño del caso, no había registro o documentos sobre una línea sanguínea del dios de la luz y la calidez. Sólo se le relaciona con sus hijos inmortales y con el primer ser humano en pisar el planeta, aunque se mencionó alguna vez que había una línea sanguínea del inmortal, no había un semidiós o un mortal con la sangre de dicho dios.
Yang robaba las almas originales de su creación, reemplazandolas con su propia energía espiritual. Pero tomar cada cuerpo humano lo cansaba y frustraba de más si no conseguía su objetivo; su poder divino se gastaba y esfumaba dejándolo sin poder, la única forma de recuperar sus habilidades es el beso de una persona con la sangre de la diosa primigenia.
Por eso Yang busca ansiosamente los besos y las caricias de los descendientes de su hijastro. Esa es la razón principal de su obsesión y la secundaria es simplemente un deseo de venganza al igual que la sensación de traición con desamor acumulado por milenios hasta llegar a su nueva vasija: Pucca Rhong.
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𝙃𝙚𝙖𝙧𝙩𝙡𝙚𝙨𝙨 © [1]
General FictionHace muchos años, había una aldea dónde se relataba una hermosa historia de amor entre una doncella y un ninja. Todos contaban que ellos tenían un amor divertido, un dulce romance. Un mito que mostraba que todo era de color rosa en una relación, sin...