【𝘾𝙖𝙥𝙞𝙩𝙪𝙡𝙤 𝙓𝙄𝙄𝙄: 𝓒𝓲𝓻𝓬𝓵𝓮𝓼】

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"𝑳𝒐𝒔 𝒄𝒊𝒄𝒍𝒐𝒔 𝒊𝒏𝒊𝒄𝒊𝒂𝒏 𝒚 𝒔𝒆 𝒓𝒆𝒑𝒊𝒕𝒆 𝒍𝒐 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒏𝒕𝒆𝒔 𝒕𝒖𝒗𝒐 𝒄𝒐𝒎𝒊𝒆𝒏𝒛𝒐, 𝒔𝒊𝒈𝒖𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒎𝒊𝒔𝒎𝒐𝒔 𝒑𝒂𝒕𝒓𝒐𝒏𝒆𝒔 𝒉𝒂𝒔𝒕𝒂 𝒒𝒖𝒆 𝒂𝒍𝒈𝒖𝒊𝒆𝒏 𝒕𝒐𝒎𝒂 𝒆𝒍 𝒗𝒂𝒍𝒐𝒓 𝒅𝒆 𝒄𝒆𝒓𝒓𝒂𝒓𝒍𝒐𝒔".
—𝘿𝙖𝙧𝙖 𝙈𝙚𝙣𝙙𝙤𝙯𝙖.

El clima no ayudaba para nada a la condición que estaba Tobe, con una herida mortal desangrándose en aguas turbulentas, el cuerpo no respondía incluso estando sumergido dentro del agua salada sucia con partes de árboles, ramas y rocas, un claro in...

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El clima no ayudaba para nada a la condición que estaba Tobe, con una herida mortal desangrándose en aguas turbulentas, el cuerpo no respondía incluso estando sumergido dentro del agua salada sucia con partes de árboles, ramas y rocas, un claro indicio que la tormenta estaba en su punto máximo.

El organismo se hundia al igual de los múltiples rasgones de ropa, las cicatrices que los troncos y el polvo provocaba, dejándolo más herido sin capacidad de entender su entorno a pesar de ser conocido por su alta tolerancia al dolor y tener también una resistencia inigualable pero al final él era un ser humano que tenía debilidades.

Así como fueron creados para dar una clara diferencia entre dioses y humanos, los primeros eran seres inmortales con habilidades grandiosas incluso que no conocían realmente las emociones, son omnipotentes y celosos, mientras que los segundos son seres sociables, que viajan entre comunidades, cometen errores y no pueden llegar a ser perfectos porque cada individuo tiene su propia esencia, por último son mortales.

El hombre no despertaba cuando sintió su cuerpo hundirse en las profundidades, su cuerpo no le hacia caso pero su mente seguía despierta. Sentía tanta culpa de lo que hizo en el pasado incluso maldijo a los tres ladrones quienes lo dejaron en este estado, tan sólo quería reparar la relación que tenía con Garu pero tal parecía que ni Dios mismo lo quería salvar de su miseria, no cuando él hizo demasiadas atrocidades a la vida misma y el odio fue tanto que el destino devolvió todo lo que dio, regresándolo a quien originó todo el caos. Nadie lo iba a salvar, nadie lo iba a perdonar.

Lo último que pensó antes de fallecer es en ver nuevamente a Garu en una próxima vida, verlo bien, estar allí para el. Se arrepintió en sus últimos momentos de existencia pidió una segunda oportunidad de verlo, corregir sus errores y ser un apoyo para el. Así, lo que quedó del villano se perdió en la catarata de 80 metros de altura, los pulmones se llenaron de agua y por consiguiente, todos y cada uno de sus órganos dejaron de funcionar, el último fue su sistema nervioso dando por finalizado esta guerra sin sentido que orquestó hace varios años.

Cuenta el mito que el cuerpo nunca fue hallado, años después encontraron restos de un esqueleto en estado de degradación, con varias señales de haber muerto pero jamás se supo de quién era los restos hallados.

Algunos historiadores estaban seguros que eran de Tobe pero no se tenía la certeza, ya que ese mismo río era el centro de muchas tragedias suicidas e inexplicables después de la muerte del villano y de esa misma zona se formó y se tomó en cuenta cómo un lugar maldito.

𝙃𝙚𝙖𝙧𝙩𝙡𝙚𝙨𝙨 © [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora