Jiang Li regresó a casa cargando con su pesada mochila escolar, pero su corazón rebosaba oleadas de emoción y el peso sobre su cuerpo le resultaba agradable. Las palabras de Pei Shao parecieron arrojarle una enredadera, mientras la entendiera bien, podría cambiar aquellas cosas que no quería que sucedieran. También parecían una pajita para el hombre que se está ahogando, una pequeña oportunidad que podría salvarlo de caer en los extremos.
Caminaba por el pasillo con su holgado uniforme escolar hacia su pequeña habitación cuando de repente lo llamaron.
Ran Xinglan estaba sentado en el sofá, leyendo un libro y descansando, mientras su madre le cortaba fruta. Aunque ya había decidido irse al extranjero, su madre como la típica madre china, estaba muy preocupada por los estudios de su hijo, por lo que siempre envió a alguien para recogerlo y dejarlo a tiempo. De la misma forma, es muy cariñosa con este cuando llega a casa, incluso se sentía muy orgullosa con sólo mirar a su hijo sosteniendo elegantemente un libro.
La madre de Ran Xinglan dejó la fruta tan pronto vio a Jiang Li, a ella le agradaba mucho, después de todo, vio crecer al niño. Aunque no era muy hablador, simplemente no podía odiarlo.
En un principio, quería pedirle a Jiang Li que comieran algo de fruta juntos, pero de repente se dio cuenta de que el niño que solía tener una cara que decía: "Mantente alejado, extraño", tenía un lindo y cuidado corte de pelo. Su rostro puntiagudo era muy delicado y más atractivo que antes, dándole un aspecto más agradable.
No pudo evitar decir algunas palabras de preocupación: "Ah Li, ven aquí, come algo de fruta. Esta tía ni siquiera se dio cuenta de que nuestro pequeño Ah Li había cambiado su peinado". Luego lo miró por un momento y dijo: "Es algo bueno, luces más energético que antes".
Todo el mundo ama la belleza. La madre de Ran Xinglan no pudo evitar elogiar la apariencia limpia y ordenada de Jiang Li, dado que a todos los adultos les gustan los niños buenos.
Ran Xinglan, que sostenía un libro, miró a Jiang Li cuando escuchó las palabras de su madre.
Por supuesto que no leía en serio, simplemente estaba pensando en lo ocurrido durante el día. Principalmente, en por qué la actitud de Pei Shao hacia él había cambiado tan drásticamente. Originalmente, no había pensado en Jiang Li como una de las razones, dado que ha sido una persona transparente todo este tiempo; pero ahora, al mirarlo, empezaba a sospechar un poco.
Al principio, solo pensó que Pei Shao hizo lo que eso esa noche para enojarlo, después de todo, él nunca se había fijado en Jiang Li, así que, naturalmente, no pensó que Pei Shao realmente tuviera sentimientos diferentes hacia él.
Pero no esperaba que después del incidente de anoche, Pei Shao incluso eligiera formar equipo con Jiang Li.
Ahora, al ver a Jiang Li parado allí con uniforme escolar y cargando una mochila, luciendo puro e inocente, sintió que algo andaba mal y se dio cuenta de que el cambio de Pei Shao podría tener algo que ver con Jiang Li.
Esta persona no le ha prestado atención a su propia imagen en más de diez años, ¿por qué es que se le ocurre empezar ahora?
Y pensándolo detenidamente, cada vez que Pei Shao lo invitaba a salir, llevaba a este tipo con él. Aunque su relación era normal, nunca lo rechazó: ¿resulta que estaba creando un tigre?
Si bien a Ran Xinglan no le agradaba Pei Shao, nunca quiso que Pei Shao se enamorara de la gente a su alrededor. Y ahora, ante el repentino cambio de imagen de Jiang Li, casi concluyó que era intencional.
Sin saberlo, permitió que uno de sus pretendientes fuera arrebatado por Jiang Li.
Ran Xinglan miró fijamente a Jiang Li durante mucho tiempo y tuvo que admitir que si esta persona pretendiera ser lamentable, la gente definitivamente sentiría lástima por él. Pensando en esto, no le gustaba el rostro de Jiang Li.
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Su deseo de exclusividad
RomancePei Shao tiene un amante que padece una enfermedad psicológica, es paranoico, irracional y posesivo. Bien educado y dulce cuando está tranquilo, pero histérico sobre el amor cuando tiene un ataque. De vez en cuando, imaginaba que vivía una vida lame...