Capítulo 18

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Siempre fui yo

Narra James

- ¿Qué pasa? – pregunto Francisco al detenerme de la nada, algo daba vueltas en mi cabeza

- Nada - aborde el avión, tome unos audífonos y comencé a escuchar las declaraciones

Declaración de Runa

- ¿Qué hacías la noche del 15 de junio?

- Estaba en las cabañas, cuando un ruido me despertó, al salir encontré el cuerpo colgado de un compañero, después de eso alguien me ataco por la espalda y no recuerdo más

- Cuando despertaste ¿Dónde estabas? – preguntaba Francisco

- Estaba como en un ático, eso parecía

- ¿Estabas con alguien?

- Si

- ¿Con quién?

- Mariana, realmente no reconocí a mi secuestradora a primera estancia, llevaba cubierta su cara, mintió desde el inicio, al igual que yo

- ¿A que te refieres?

- Sabia sus intenciones, así que fingí no recordar, pero cuando la encaré... las cosas se pusieron feas para mi

- ¿Cuéntame que sucedió el día que te encontramos?

- Ella me oculto en su casa, de repente ella entro en celo, algo bueno para mí, asi que llame a Usagi, crei que el podía razonar con ella y le di mi ubicación, al llegar, ella enloqueció y amenazó con matarme – se detuvo un segundo – él la golpeo, ya que ella estaba débil, recuerdo a Usagi ayudándome a levantar, pero no note en qué momento empezó a incendiar el lugar, no recuerdo mucho, solo sus gritos en el fuego, el humo, Usagi sacándome

- ¿Por qué el podía calmar a Mariana?

- Porque ambos son destinados, aunque también me arriesgaba a que la encubriera y se pusiera en mi contra, pero es un buen chico, el hizo lo correcto

- Gracias, por su tiempo y cooperación – había terminado la grabación

- Ahora lo entiendo todo – ambas declaraciones eran iguales, por ello jamás lo note y dimos por cerrado el caso, al tener un culpable en la mira, cegó toda la investigación y puso toda nuestra atención en ella, parecía que todo estaba resuelto, pero ahora era evidente que ella no lo había hecho sola, por más inteligente que lo fuera ella necesita dinero, ella solo fue un peón – siempre estuvo planeado, si que lo has hecho bien

- ¿Qué pasa? – pegunto Francisco

- Nada – reí un poco – he caído – el me miro raro, el hecho de que me diera cuenta hasta este punto... también lo planeo, bueno no hay nada que hacer, estoy cansado y además ya conseguío lo que quería – en definitiva, has ganado

Narrador omnipresente

El chico llego a una casa

- He llegado – saco unas pastillas de la bolsa, tomo un vaso con agua y subió a una habitación – debes tomarlas, Mariana – ella lo miro, su cara estaba completamente roja

- ¿Por qué haces esto? Me ayudaste incendiando el lugar y ahora haces esto, ser gentil – ella se recostó – se supone que debes aprovechar esta situación para marcarme

- No lo hare, eso sucederá cuando tu me lo pidas

- Estas siendo muy paciente conmigo

- Creo que se lo aprendí a una idiota – sonrió - sabes, no puedes huir más de mí, así que tenemos el tiempo por delante

- ¿Piensas que no huiré?

- Si, esta vez no lo harás – él sabía que ahora ella estaba completamente sola, justo lo planeado y no tenia lugar a donde volver, él era su única salvación, la única persona a la que podía recurrir, aún tenía el sentimiento cuando huyo con Runa del escondite, pero ahora sabía que no sucedería de nuevo – esta vez será tu decisión estar aquí y si decides estar, no te hará falta absolutamente nada – al levantarse para irse, ella lo detuvo

- Quédate, no quiero estar sola... Nunca más – acostándose con ella en la cama se quedaron dormidos

Narra Runa

- ¿Qué tienes? – Le pregunte a Alya, tras salir del aeropuerto nos habíamos separado de Usagi, sin decir nada, sabia a donde iba

- ¿Siempre supiste que a Mariana le gustabas? – ella me miro

- Asi que... te diste cuenta – lo pensé por un momento – ya veo, si, lo supe desde siempre, no era normal que me siguiera a todos lados

- Por eso la escogiste, ¿no es asi? – era cierto, es fácil manipular a alguien cuando existe un vinculo afectivo

- Es asi, solo tuve que darle empujones para que funcionara y sacara su lado más oscuro – después de todo me consideraba igual a Mariana y a Raku, harían lo que fuera por amor

- Me molesta que no me hubieras dicho nada, ¿Cómo crees que me sentí?

- Yo no podía decirlo, si lo hacía no se vería natural y el plan seria un total fracaso, solo pude confiar en Usagi, él fue un plus muy útil, su desesperación por el amor de Mariana, hizo que funcionara hasta el final, aunque yo no sabia que ibas a romper tu relación con Raku

- Si, por suerte no se arruino por tu culpa – ella lucia un poco molesta – sabes no tenias que hacer nada, yo estaba solucionando todo

- Eso es una sorpresa que me hace feliz, creo que no hubiera sido tan emocionante como fue todo esto – tome la mano de Alya antes de subir al carro – tenia un plan para él, por suerte me entere a tiempo, aunque casi se nos sale de las manos cuando Mariana se fue por su cuenta, me hubiera gustado ver la cara de Usagi, por cierto ¿Cuándo te diste cuenta de que siempre fui yo?

- Cuando Usagi llego corriendo, diciendo que debíamos encontrarte, en verdad, casi pierde su paciencia, como sea, ahora me tienes que contar que te hizo esa loca

- No creo que quieras saber – aunque tomaba la mano de ella, mis pensamientos vagaban un poco hacia Mariana, entonces me pregunte, ¿Qué puede más el destino o el capricho?

- Si no me cuentas tendré que secuestrarte – Alya me miro desafiante, ¿me había esforzado por nada?

- Bueno, pero tendrás que hacerme lo mismo para impregnarme de ti – sonriendo coquetamente, conectamos nuestras miradas, subimos al coche

- De ahora en adelante, no te dejare, así que prepárate – reí ante el comentario disipando todas mis dudas, definitivamente amaba a esta mujer, después de todo hasta había asesinado a cinco omegas, manipule a mi mejor amigo para cometer un asesinato y ser mi cómplice, incluso conduje a la locura a su destinada y siempre fue por ella, eso era la prueba definitiva de amor


24/12/23

Siempre fuí yoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora