01

970 78 62
                                    

Disclaimer: Las acciones y actitudes de los personajes en esta historia no deben ser replicados ni normalizados. Esta historia no busca normalizar las relaciones de este tipo, es solamente ficción.

Los rayos del sol se colaban entre la cortina iluminando de forma tenue el rostro de un dormido Tom, quién sería despertado segundos después por su ruidosa alarma avisando que debía levantarse para ir al instituto.

Apago con molestia el aparato y volvió a acomodarse en las sabanas. A Tom realmente no le gustaba ir al instituto, preferiría quedarse en casa pero no tenía opción, luego de estar meditando un rato entre las mantas se levanto con desgano para enfrentar el día.

Después de haberse aseado y cambiado de ropa interior camino hasta su closet y saco su vestimenta habitual: una camiseta ancha, pantalones algunas tallas más grandes que la suya y la chaqueta del uniforme. En el instituto no era obligatorio utilizar el uniforme pero llevaba la chaqueta para evitarse llamados de atención, aunque algunos de sus compañeros creían que pertenecía a una especie de pandilla por su aspecto pero le daba igual.

Se vió al espejo e hizo una mueca al recordar que no le había pedido a su madre si podía tejerle las trenzas la noche anterior, no le daba tiempo de hacérselas ahora así que cogió una goma para el pelo que tenía sobre su mesita de noche y se ato el cabello en media coleta. No era su estilo favorito pero funcionaba para no traer el cabello revuelto. Ahora venía el siguiente paso en su rutina: la joyería.

Ajusto las expansiones en sus orejas, cambio el aro de su labio por un medio aro de dos bolitas color negro y por último ajusto el chocker de cuero que usaba con regularidad. Tenía una cicatriz en su cuello que prefería no mostrar.

Agarro su mochila y bajo las escaleras yendo en dirección a la cocina para desayunar algo ligero antes de irse, no acostumbraba a comer en el instituto porque la señora de la cafetería no entendía los gestos que hacía o sonidos que emitía para señalar que es lo que quería. Las veces que llegaba a comer allí era Georg quién pedía por él.

Ser mudo a veces apestaba, pero ya se había acostumbrado a vivir así

Su madre no estaba ese día porque la habían cambiado de turno en el hospital y no llegaría hasta más tarde. Tom también estaba acostumbrado a la constante ausencia de su madre en casa.

Cuando término de desayunar agarro un sándwich y una caja de jugo de manzana que metió rápidamente a su mochila, si no se apresuraba llegaría tarde (otra vez) así que cogió su skate que le resultaba más comoda para viajar que su Cadillac y salió de casa rumbo al Infierno llamado instituto.

Tom se deslizaba por las calles con destreza, con el viento meciendo suavemente su cabello y "Misery Business" de Paramore sonando en sus auriculares, lo único que disfrutaba de tener que ir al instituto era el trayecto, le daba tiempo suficiente para escuchar música en su MP3.

Al llegar, se deslizó con estilo hasta llegar a su casillero el cuál abrió para poder guardar el skate, ya lo habían regañado lo suficiente por llevarlo a todos lados, pero es que no confiaba en que sus compañeros mantendrían la integridad de sus cosas. Estaba acostumbrado a que de vez en cuando se metieran con él por ser mudo, pero no iba a permitir que tocaran sus cosas.

No otra vez.

Mientras sacaba las cosas para su primera clase una presencia poco grata para Tom se hizo presente junto a su típica sonrisa desafiante. Bill Trümper, el mismo chico que creyó que lo estaba ignorando deliberadamente cuando recibió silencio como respuesta a sus preguntas, intento ser suave al explicarle con gestos su incapacidad para hablar pero el chico simplemente termino sacándolo de quicio. Aún recordaba la nota que había pegado en su frente.

"Soy mudo, tonto. "

Solto una risita silenciosa al recordar aquel día, aunque desde entonces el de mechas se había empeñado en molestarlo de distintas formas posibles.

- ¡Hey tú! ¡Intento de gangster! - exclamó Bill con tono de burla.

Tom cerro su casillero con fuerza (quizás más de la que debería) y en vez de responder decidió ignorar en su totalidad las palabras del pelinegro, no estaba de humor para lidiar con él hoy. Paso por el lado de Bill con indiferencia y se encamino a su primera clase.

Durante el resto de la mañana hizo lo mismo, ignorar las burlas y provocaciones del pelinegro y sus amigos porque no quería meterse en problemas. Solo esperaba que el chico pronto se aburriera de molestarlo porque su paciencia por muy grande que fuera también tenía un limite.

El día continuó con Tom evitando a Bill en la medida de lo posible, concentrándose en sus clases y tratando de mantener la calma. Sin embargo, la paciencia de Tom se agotó cuando, durante el almuerzo, Bill decidió cruzar la línea una vez más.

Bill se acercó a la mesa donde Tom estaba sentado, rodeado por algunos compañeros con los que compartían su gusto por la música. Con una mirada desafiante, Bill tomó el sándwich de Tom y lo arrojó al suelo.

- ¿Qué pasa, mudo? ¿Perdiste tu apetito? -se burló Bill, riendo con sus amigos.

Tom sintió una mezcla de enojo y frustración. Se levantó de su silla, mirando fijamente al peliengro. Esta vez Bill lo había sacado de quicio. Con un rápido movimiento, Tom le propinó un puñetazo, directamente en su perfecta nariz (Qué probablemente ahora estaba rota).

La pelea atrajo la atención de los demás estudiantes y los profesores que rápidamente intervinieron para separar a los dos chicos.

Los llevaron a la enfermería para evaluar las posibles lesiones. La nariz de Bill continuaba sangrando y el rostro de Tom reflejaba su frustración contenida (y un golpe en el pomulo). La enfermera examinó a ambos y limpió la sangre de la nariz de Bill, le aconsejo ir al hospital ya que probablemente podría tener una fractura y le colocó un vendaje improvisado.

Fuera de la enfermería una profesora los esperaba y les dio a ambos una mirada severa.

- Los dos a dirección, ahora - exclamó la docente.

"Genial más problemas"

Pensó Tom hastiado, le esperaba un largo rato antes de poder irse a casa.

............

La canción "Misery Business" de Paramore no esta relacionada directamente a la temática de la historia, la coloque para que puedan escuchar lo que Tom estaba escuchando en su auriculares. A lo largo de la historia haré lo mismo con canciones de otros artistas.

Sin nada más que agregar espero que les haya gustado, no olviden votar y dejar un comentario. Nos vemos♡

MUTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora