MUTE

02

Tom miraba los alrededores con familiaridad. Si, no era un chico problema pero no era la primera vez que visitaba la oficina del director. Solo había venido dos veces por haber agredido físicamente a otro estudiante, las dos veces fueron en defensa propia, y encima esas dos veces había llegado con un ojo morado y la ceja rota a la oficina del director.

Y la razón siempre era la misma, se burlaban de él por ser mudo. Tom realmente no entendía porque le afectaba tanto al resto el que no pudiera hablar, incluso el mismo ya había aceptado el hecho de que nunca más volvería a pronunciar una palabra con normalidad ¿Por qué no podían los demás hacer lo mismo? Solo quería que lo dejaran tranquilo de una vez por todas, incluso le habían inventado una reputación de delincuente por su aspecto asociando la cicatriz de su cuello con una pelea donde supuestamente intentaron degollarlo. Era simplemente ridículo.

— Y bien, ¿Van a explicarme que fue lo que pasó? — preguntó el hombre mayor. El señor Müller ya estaba al tanto de la situación de porque ambos chicos estaban en su oficina pero de todas maneras quería que ellos mismos se lo explicaran.

— ¡Él me golpeo y me quebró la nariz! — exclamó Bill con dificultad, la enfermera había tenido que taponar su nariz con algodón para detener el sangrado.

Tom rodó los ojos ante la dramatización del pelinegro en un intento de dejarlo como el malo de la historia. Dado a que se le facilitaba mejor explicar las cosas de manera escrita sacó su celular y empezó a escribir los hechos en la app de notas.

"Trümper ha estado molestándome con insultos y burlas desde hace un tiempo, hoy tomó mi almuerzo y lo arrojó al suelo, como ya estaba harto de la situación actúe impulsivamente y le di un puñetazo en la nariz"

El hombre asintió luego de leer lo que Tom había escrito, sentía lastima por el chico, era un buen estudiante que no le hacía mal a nadie. Realmente no entendía porque algunas personas eran tan crueles con aquellos que consideraban diferentes.

— Gracias por la explicación, Tom. Entiendo la situación pero la violencia no es tolerada en esta institución — el director suspiró antes de continuar. — Ambos deben aprender a solucionar sus diferencias de forma pacifica, sin golpes ni provocaciones —

Bill y Tom se miraron entre ellos para luego mirar al hombre con una ceja arqueada, se llevaban peor que perro y gato ¿Cómo esperaba que solucionaran sus problemas pacíficamente si Bill constantemente buscaba sacar a Tom de quicio y la paciencia de Tom no era infinita?

— Trabajaran en conjunto para un proyecto en la materia de música, de ese proyecto dependerá su calificación final —

Ambos chicos se miraron entre si con una expresión de desagrado total. El director debía estar demente ¿Cómo trabajarían juntos en una composición musical si apenas y toleraban estar en el mismo cuarto?

El director Müller observó las reacciones de ambos chicos y suspiró nuevamente, sintiendo ganas de refregarse el puente de la nariz.

— Entiendo que no se lleven bien, pero este proyecto es una oportunidad para que aprendan a colaborar. La música puede ser el puente para superar sus diferencias. —insistió con determinación.

Tom, aunque escéptico, aceptó la propuesta, no le agradaba demasiado la idea de compartir algo que era muy especial para él con el pelinegro pero no le quedaba de otra. Mientras que Bill cruzó los brazos y bufo con resignación, tampoco tenía otra alternativa.

— Bien, quedan exentos de clases por el resto del día debido a que Bill necesita atención médica — explicó el director. — Pueden retirarse —

Ambos salieron de la oficina dirigiéndose miradas llenas de desagrado (y odio quizás) antes de tomar caminos separados. Ninguno se esperaba el giro que darían las cosas.
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