MUTE

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El aire dentro del coche era pesado, pero no era desagradable. Ambos intentaban regular su respiración luego de tan intenso momento sintiendo el cansancio post-orgasmo, Tom tenía ganas de cerrar sus ojos y dormir apoyado en el pecho de Bill escuchando los latidos de su corazón pero no podía, primero porque estaban en la parte de atrás de su Cadillac a orilla de carretera en medio de la noche y segundo debía manejar de vuelta a casa.

Bill acariciaba suavemente sus trenzas pasando los dedos por entremedio de ella relajandolo aún más en el proceso, podría quedarse así para siempre. La radio que aún estaba encendida sintonizaba "Heavy Metal Lover" de Lady Gaga añadiéndole otro toque a la atmosfera con su hipnotizante instrumetal.

- Anda, debemos arreglarnos - dijo Bill habiéndose estabilizado un poco, ya era algo tarde y debían de volver antes de que los G's y la madre de Tom se preocuparan por el paradero del trenzado, por su parte dudaba que a sus progenitores realmente les importara donde estaba.

Tom asintió con pereza, resistiéndose a abandonar la calidez de los brazos de Bill. Ambos comenzaron a vestirse en silencio, la complicidad del momento que habían compartido aún flotaba en el aire. Mientras Tom arrancaba el motor del Cadillac, una suave risa escapó de los labios de Bill.

Tom lo miro con una ceja alzada como si estuviera preguntando "¿Qué es tan gracioso?"

- Solo pensaba en lo surreal que es esto -respondió Bill aún riendose - Primero te di un puñetazo en la nariz, luego terminamos teniendo sexo en medio de la carretera, con Lady Gaga de fondo, es como si estuviéramos en una película de bajo presupuesto. -

Tom rió en respuesta, acelerando suavemente el coche incorporándose nuevamente a la carretera, eran cerca de las una y media de la madrugada ademas de ser día de semana así que la carretera en dirección a la ciudad estaba algo vacía. Pero ¿Qué hacían tan lejos? Bueno, luego de que Bill le diera el puñetazo en la nariz y fueran a la enfermería por algo de algodón para que Tom pudiera limpiarse la sangre este le señaló que subiera al coche, que lo llevaba de regreso a su casa como había prometido en un inicio.

Pero cuando estuvieron arriba del Cadillac de Tom, el pelinegro expreso sus pocas ganas de regresar a su hogar (además de disculparse unas 100 veces por machucarle la nariz) y el trenzado no tuvo problema en llevarlo a un lugar alejado de la ciudad para que pudiera despejar su mente y bueno, el resto es historia.

La carretera se extendía ante ellos, iluminada por los faros del Cadillac y el resplandor de la luna. Tom se sumió en sus pensamientos mientras conducía, consciente de la presencia reconfortante de Bill a su lado.

Bill rompió el silencio, desviando la mirada hacia las estrellas salpicadas en el cielo nocturno.

- Tom, ¿alguna vez te has preguntado cómo sería poder hablar? - pregunto Bill curioso.

Tom desvió la vista de la carretera hacia Bill un tanto descolocado por la pregunta. El pelinegro no lo conocía de antes para saber que él no siempre fue mudo y que llevaba relativamente poco siendolo.

- Mmh - respondió con un asentimiento ligero. Se preguntaba cómo cambiaría su vida si fuera capaz de pronunciar palabra de nuevo.

Bill noto la incomodidad de Tom y no dijo nada más al respecto. Apoyo su cabeza en el asiento y cerro sus ojos sumiendose en un profundo sueño.

Tom miró a Bill de reojo aún manteniendo la vista fija en la carretera. Quizás algún día le cuente a Bill la historia tras su mudez.

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espero que les haya gustado. Nos vemos en el siguiente capitulo.