Una pesadilla

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Reino rojo

- Ahora no Omega, no estoy de humor...

Jungkook se encontraba tomando un baño en su tina privada, más parecía una piscina. Estaba estresado, una omega ingresó para "atenderlo" pero este la rechazó sin si quiera mirarla. Ella solamente se sentó a su lado sin decir nada. Camila era una omega que ofrecía servicios sexuales únicamente a los altos mandos, usualmente Jungkook la llamaba cuando tomaba baños. Además de eso, ella lo consideraba mucho, no había sentimientos ni nada, únicamente era su trabajo es todo.

- ¿Qué sucedió en mi ausencia?

- Muchas cosas príncipe, hubo un escándalo en la tarde mientras usted estaba en el campo de entrenamiento.

- ¿Qué tipo de escándalo?

- No estuve ahí, pero mis pajaritos me contaron que el príncipe Hyungsik entró a los baños reales sin permiso y el omega Taehyung estaba ahí.

Jungkook la miró serio. - ¿Le hizo algo?

Ella sonrió, - Parece que no, porque su dama de compañía y el príncipe Jimin defendieron su honor. Aunque... seguramente esa beta tiene los días contados, pobrecilla...

El azabache suspiró. - ¿Algo más?

- Mmmm, creo que nada, solo supe que el príncipe Taehyung no salió de su habitación en todo el día. Y Hyungsik no insistió, seguramente a estas alturas su padre ya debe saber aquello, estará en problemas...es un idiota.

Jungkook asintió. - Gracias Camila, puedes irte por favor, necesito descansar y tu olor ya me tiene mareado.

- Jajaja ¡ups! lo siento alteza es que mi celo se aproxima, con su permiso me retiro. Bye!!!

El azabache la vió irse, ella estaba desnuda, tenía un cuerpo espectacular, pero ahora no estaba de humor, y con lo que acaba de escuchar estaba peor. Tenía coraje, su hermano no podía hacer nada bien. ¿Cuál era la necesidad de tratar mal a aquel Omega?

Se levantó furioso, su sangre hervía y su lobo le reclamaba, quería enfrentar a su hermano por ser tan idiota.

Se vistió rápidamente, pero antes que nada se dirigió hacia la habitación de la beta del príncipe.

Tocó dos veces, suficiente para que Miyeon saliera rápidamente. Se sorprendió al ver al príncipe Jungkook y asustada reverenció. - Pr-príncipe buenas noches, en qué le puedo ayudar...

Estaba asustada, ¿Habían enviado al príncipe Jungkook para torturarla?

- ¿Cómo sigue él? ¿Comió algo?

Miyeon pestañó confundida. -¿Quién?.

Jungkook viró los ojos ya aburrido. - El príncipe Taehyung.

- Ohh, pu-pues comió un poco, pero ha dormido mucho, no quiso que lo acompañe, pero el comandante Yoongi está afuera de su recámara por si acaso. ¿Por qué?

- Qué te importa beta, tienes suerte de seguir con vida, debes saber amarrar esa lengua que tienes, aquí no dudarán en matarte, Hyungsik no es alguien a quien puedas hablarle como si nada...

Miyeon bajó la cabeza y asintió avergonzada. Vió a Jungkook irse y suspiró aliviada, ya que estaba despierta, iría a ver a su príncipe.

Se cubrió un poco más debido al frío de la madrugada y caminó despacio hacia la habitación de Tae. Sin embargo se detuvo al ver a aquellos alfas hablando.

- ¡Debería cortarle la cabeza!- decretó Yoongi furioso, sus ojos eran dorados y Jungkook únicamente lo miró con sus ojos rojos.

- Ten cuidado con lo que dice comandante.

El Omega del rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora