Un nuevo rey.

120 7 0
                                    

Había muerto el rey del reino azul, pero se sabe que el consejo real de todos los reinos jamás puede dejar a un pueblo sin un heredero, más aún si el candidato está listo para asumir el cargo. Han era joven, pero seguía siendo el hijo de un rey y más importante. Un alfa.

Apenas se dió a conocer la muerte del rey, se decretó la asunción del ahora rey Han, la reina madre debía seguir acompañándolo y guiándolo. También era imperativo que busque una alianza para poder consolidar su descendencia. Esas eran las reglas.

Jungkook decidió quedarse a la asunción del nuevo rey y ahora aliado de la corona. Ya era su tercer día en el reino azul y ya se sentía impaciente por volver a su hogar y poder verlo. Consolidar sus ideas y movimientos. Tenía que hablar con muchas personas, pedir la maldita votación al consejo.

— Jungkook... Si quieres ya podemos irnos mañana, sé que estás impaciente, aunque la verdad me gustaría quedarme.— Sohee se encontraba bastante decaída, si bien su padre nunca fue un alfa ejemplar, la amaba a su manera y ella a él, su perdida le dolió y no estaba segura sobre qué pensar de Han.

Jungkook la miró y mordió su labio, la verdad también prefería que ella se mantenga lejos, y esta sería una excusa perfecta. — Puedes quedarte y sufrir tu duelo. No es bueno que viajes en ese estado, ve al otro reino cuando te sientes mejor yo controlaré todo. — el azabache suspiró. — Pero quiero pedirte un favor.

— Te escucho.

— Quisiera que mantengas a tu madre alejada de las actividades de Han si sabes a lo que me refiero ¿Puedes hacer eso?

Sohee sabía. — De acuerdo, estoy con ustedes.

— ¿Te molesta si me voy hoy mismo?

— Para nada, sé que quieres verlo.

— Así es. También tengo muchas cosas que arreglar. Nos vemos, envíame alguna carta si es necesario.

Sohee asintió y vio a Jungkook marcharse a pasos apresurados. Su aura en ese momento era muy gris, pero no por maldad, era otra cosa, quizá desesperación, malos pensamientos.

La princesa se quedó mirando las flores que adornaban los pasillos del que aún consideraba su hogar, aquel lugar donde creció y tiene hermosos recuerdos con su familia. Un aroma familiar se aproximaba, un aroma que ella amaba mucho.

— So-hee... Desde ayer no hablamos muy bien sobre lo sucedido.

— ¿Qué tienes que decir Han? ¿Que asesinaste a nuestro padre? Eso ya lo sé.

Han solo bajó la mirada y se aproximó aún más. — No pretendo esconderte nada, pero sabes que él no era bueno y su presencia nos lastimaba, no solo a mí y a mi madre, también a ti.

— No lo niego, solo no puedo procesarlo aún, te pido un tiempo Han no creas que te odio, solo necesito despejar mi mente en soledad ¿Sí?

Han se sintió mal por Sohee, pero sabía que ella lo iba a perdonar, solo tenía que darle su espacio, se atrevió a acercarse aún más y rodear sus hombros en un abrazo un poco temeroso. — Tú y mi madre son lo más importante para mí...jamás dejaré que nadie les haga daño, ya no más. — se separó de ella y suspiró. — tómate tu tiempo, yo seguiré aquí contigo esperando nuevamente tu comodidad.

Han se marchó con tranquilidad, dejando a la princesa con su corazón latiendo muy fuerte y muy confundido.

❤️🤍

Las cosas en el reino rojo marchaban muy rápido, los preparativos para la boda del próximo rey Hyungsik y el príncipe Taehyung era demasiados para el poco tiempo que tenían. Tae solo debía tomarse las medidas para su túnica de casamiento, tenía que ser color rojo, cada reino contraía matrimonio vistiendo del color representante de la casta en dónde se encontrasen.

El Omega del rey.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora