|||-𝑩𝒐𝒅𝒂 𝒅𝒆 𝒆𝒏𝒔𝒖𝒆ñ𝒐-|||

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CAPITULO EXTRA


Dos meses habían pasado desde la despedida de los vikingos y los dragones, durante el ultimo mes, la relación entre Amelia he Hipo había dado un giro de 360° grados

Hipo estaba con los nervios a flor de piel, pues durante el último mes, estaba planeando el como proponerle matrimonio a su novia, el no quería una propuesta sencilla, quería que aquel momento fuera especial he inolvidable para ambos

Amelia por su parte, estaba preocupada por el comportamiento que el azabache había tenido últimamente, estaba un poco distante, algo raro en el

—No se que pensar Astrid, esta tan distante... por un momento es tan lindo, pero luego se pone extraño— exclamó Amelia

Astrid escuchaba las quejas de su mejor amiga sobre Hipo, Astrid la animaba cada vez que ella hablaba de ese tema, pues ella y sus amigos sabían el plan de Hipo

—Tranquila, tal vez esta preocupado por el pueblo— dijo Astrid cepillando el cabello de la pelirroja

—Yo también creía eso, pero ahora... creó que Hipo me está engañando— soltó la jinete cabizbaja, sorprendiendo a la rubia

—¿De qué estas hablando?, Hipo jamás te haría algo como eso— verbalizo Astrid mirando a la chica

—¿Qué hace que no quiere que yo me enteré?, no es normal que me evite y sea distante— cuestionó nostálgica

[•••]

Esa noche, Amelia Miracle había decidido ponerle fin a la extraña actitud de Hipo, era media noche, y el azabache apenas estaba entrando a la casa en la que ambos comenzaron a vivir hace tres meses atrás

—¿Donde estabas?— interrogó Amelia asustado a Hipo

—Cielo ¿q-qué haces despierta a estas horas?— preguntó el ojiverde con nerviosismo

—Te estaba esperando— respondió la pelirroja acercandose a el para abrazarlo

—Lo siento amor, tuve asuntos importantes en la aldea y...— exclamó Haddock

—¿Asuntos importantes?— cuestionó la ojiazul

—Si ahh, Bocón quería que lo ayudara con algunas cosas— verbalizo Hipo con una sonrisa que parecia más una mueca, rápidamente subió las escaleras

Amelia sentía que sus sospechas eran cada vez más fuertes, y aunque había decidido hablar con Hipo, simplemente no pudo hacerlo, pues un nudo aparecía en su garganta, la pelirroja subió las escaleras camino a su habitación

Miro a Hipo, quien estaba recostado en la cama, con tan solo su pantalón de pijama

—¿Te sientes bien corazón?— preguntó Hipo mirando como su novia le dio la espalda, pues por lo regular, siempre dormían abrazos

—Si, solo estoy cansada, no me he sentido muy bien— contestó fríamente

—Necesitas un abrazo de tu novio para sentirte mejor— afirmó Hipo sonriente

—Por favor Hipo, no estoy de humor— dijo Amelia alejando el brazo de Hipo

—¿Qué tienes? ¿Algo que me quieras contar?— cuestionó el ojiverde preocupado

𝑫𝑬𝑺𝑫𝑬 𝑸𝑼𝑬 𝑻𝑬 𝑪𝑶𝑵𝑶𝑪ÍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora