Capítulo cuatro: Primera Broma.

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Editado el 9 de febrero de 2024.

Addy.

—¡LALALA! ¡ARRIBA ADDELINE! ¡LALALA! —una voz hace que me sobresalte y caiga de mi cama. 

Me quejo internamente por el dolor. Auch, no es bonito despertar así en las mañanas.

De repente, Theo hace su aparición en mi habitación. Al verme en el suelo, estalla en carcajadas. Claro que era su culpa, bah.

Trae unos jeans algo gastados y una musculosa gris que dejaba ver sus trabajados músculos. Podría pasar horas viéndolo. Theo eres un completo idiota, pero estás buenísimo.

—¡Sal de mi habitación! —exclamo más que enojada.

¿Es qué este tipo no respeta?

—Ya, vístete y ve a despertar a Blake —dice—. Ese chico es como una roca. Nos vemos en el desayuno.

Apenas llevo una noche aquí y estos chicos ya me tienen sobresaltada. ¿Lo peor? Todavía ni nos conocemos. Ni en mi más sano juicio, pensé en estar en esta situación, Dios mío.

Ayer creamos el dichoso Clan Panda. Lo sé, un nombre completamente raro. Luego, decidimos conocernos un poco más.

De lo que sé,  la cutie de Theo es Alice Leblanc. Francesa y claramente hija de una famosa diseñadora. Eso explica el hecho de que sea tan arrogante... 

Peter Moore —el chico genio, pero extremadamente sexy— y Maddeline Levingtone son de Boston, Maddie es una chica... santo Dios, enérgica. De verdad, amaría tener su energía.

Theo, un completo idiota, pero raramente me cae bien y Blake es... Blake.

Conclusión, el Clan Panda.

Raro, ¿no?

En menos de un día conocí a 5 personas que ya puedo asegurar que son mis amigos.

Rarísimo. Un concepto que no tenía ni la menor idea que existía. Si soy honesta, puedo confirmar que nada de esto es lo que esperaba y pasó tan rápido que aún no me creo que estoy haciendo amigos.

Me levanto del suelo y voy al baño a regañadientes. Aún es muy temprano para que mi sistema trabaje. Me cepillo los dientes y lavo mi cara para luego vestirme.

Tomo mi celular y salgo de la habitación en la que me hospedaba.

A mi lado derecho, estaba la habitación de Blake.

Toco la puerta unas cuantas veces, pero nadie me responde. Es cierto, Blake parece un oso dormilón. Giro la manilla y agradezco al universo que la puerta no se encontraba asegurada. Dios, me has mirado a los ojos.

Al entrar me encuentro con que el living está completamente vacío. Me dirijo a la habitación donde se encontraba la cama y seguramente un Blake completamente dormido.

—¡Ah! —exclamo al ver que Blake salir de la ducha con una toalla envuelta en su cintura, después de eso, iba desnudo.

—¡Lo siento, Blake! —digo con los ojos cerrados—. Theo y yo pensábamos que estabas dormido, por eso entré como si nada

—Ya puedes ver, Addy —dice Blake luego de unos segundos.

Vuelvo a abrir los ojos, para encontrarme con Blake en el mismo estado de antes.

—¿¡POR QUÉ NO TE CAMBIASTE!?

Empieza a reírse a carcajadas por mi reacción.

—Ya, ya, lo lamento. Es tan divertido molestarte, pequeña —dice—. Pero, deja de mirarme, así puedo cambiarme.

Desastroso Verano (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora