Capítuo siete: Diversión y besos.

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Editado el 13 de febrero de 2024.

Blake.

Después de haber pasado un momento vergonzoso con nuestros padres y el casi ser descubiertos, fue momento de ir a la gran piscina. Estaba tan emocionado, porque al parecer Addy tenía una piscina privada en su suite y eso significa sólo una cosa: puro descontrol. Tampoco puedo mentir, también me agradaba la idea de pasar tiempo con Addy en un lugar más privado y silencioso.

Hasta ahora, no conozco muy bien a Addy, pero aún así siento esa especie de chispa hacia ella. Su personalidad es lo que más me enamora de ella, es dulce y tímida. Aunque con nosotros, ahora es extrovertida y divertida. Cuando la conocí hace 3 días, jamás pensé que esto sería posible. Wow, hemos creado a un monstruo de bromas.

Me dispongo a darme una ducha rápida y luego me pongo mi bañador. Cuando estoy listo, salgo de mi habitación y entro a la de Addy como si fuera la mía gracias que tenía registradas nuestras huellas. 

Analizo toda su suite y es cuando me doy cuenta que es muy ella. Realmente su padre la había diseñado para su comodidad. 

De repente Addy llega junto con una secadora.

—Dios Blake, eres tú, pensé que eras un secuestrador o un pedófilo. Definitivamente borraré sus huellas —dice mientras se lleva la secadora a su pecho.

—¿E ibas a matarme con una secadora? —pregunto arqueando una ceja.

Ella ríe tiernamente, mientras se pone roja. Aw, es tan tierna.

—Sí, las secadoras pueden se mortales —dice mientras la veía como si fuese una mamá orgullosa.

—Vale, confiaré en ti, Addy —digo con una sonrisa—. Debemos esperar a que los chicos vengan, pero puedo decirte que me siento muy emocionado de conocer tu alberca privada. Jamás había visto algo así.

—Que decirte, mi padre pensó completamente en mí.

Sonrío como estúpido al ver que pensé en lo correcto. 

Ella desaparece un par de segundos para dejar el secador y luego regresa dando brincos y tarareando lo que supongo que es una canción. La veo divertido mientras la analizo. Su cabello rojizo era tan bello. El tener un montón de pecas la hacía ver muy tierna. Y que decir de sus ojos, era verdes y se veían realmente hermosos.

Bueno, todo de ella es perfecto.

—¿Y qué tal es San Francisco? —inicio una conversación en lo que esperamos a que los chicos lleguen.

—Bonito, aunque nada se compara con esto. Los Angeles es una ciudad demasiado bella —exclama muy emocionada como si fuera una niña pequeña conociendo Disneyland—. Aquí hay varias cosas entretenidas y la vista es hermosa en verdad. Ahora puedo reconocer que mi padre tomó una excelente decisión en obligarme a venir aquí.

—Oh, ya veo. ¿Por qué te obligó? —pregunto curioso. La noche anterior nos había confesado que ella no debería de estar aquí, sino que debía de estar en Londres con su mejor amiga. A decir verdad, estaba agradecido que ese plan se hubiera visto estropeado porque así pude conocerla.

—Siempre he sido una chica tímida, y realmente me sorprende que me haya llevado muy bien con ustedes. Mi padre me había dicho que aquí haría muy buenos amigos y creo que realmente los hice. Él tuvo razón, ustedes son mi locura —dice sonriéndome, le regreso la sonrisa.

Y sí, al parecer si es muy tímida y sus acciones me lo han confirmado. Se ve que es una chica muy cerrada y me sorprende que se ha abierto con nosotros. Tampoco negaré la felicidad que sentí al enterarme que yo había sido su primer beso, pero eso sí, estaba muy sorprendido. ¿Cómo es que una chica tan hermosa no hubiera dado su primer beso? Digo, supongo que tuvo admiradores, pero nunca les hizo caso.

Desastroso Verano (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora