Capítulo diez: Locura total.

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Editado el 29 de febrero de 2024.

Addy.

—Ya, ya —digo aún molesta por las circunstancias—. Volveremos al hotel y más les vale no aparecer hasta el baile. 

—Si no hicimos nada... —dice Blake encogiéndose de hombros—. No hay que ponerse así de grosera, rojita...

 Se apoya en el barandal del tercer piso mientras se dedicaba a ver el centro comercial desde lo más arriba. Desafortunadamente, el inútil empuja con su codo a una maceta de cemento y esta se cae en picada hasta el primer piso.

Mierda, ¿a quién se le ocurre poner una maceta justo ahí? Es la peor idea del siglo.

—Dios Blake, eres estúpido —dice Theo asustado mientras nos acercamos a ver la desgracia que acaba de ocurrir. Afortunadamente, no le cayó a nadie.

—¡Alguien se muere si le tiras eso en la cabeza! —exclamo enojada y le pego en el hombro—. Eres un suertudo, pudiste terminar en la cárcel, Blake.

—Ups... —dice Blake mirando hacia abajo donde la gente que pasaba miraba intrigada hacia arriba y Alice saludaba con la mano. 

Rodeo los ojos. 

—Háganse para atrás, como si nada hubiese pasado. Antes que el persona del centro comercial venga a preguntar que ocurrió y nos metamos en más problemas —espeto mientras me alejo poco a poco tratando pude pasar desapercibida.

Los chicos repiten mi acción y empezamos a caminar fingiendo demencia.

—¡QUIETOS! —escucho unos gritos a nuestras espaldas. Joder, ahora que.

Alarmados giramos a ver de que se trataba.

Para la desgracia de todos, había 4 guardias de seguridad viéndonos alarmados. Este día no puede ir peor.

Veo asustada a los chicos y ellos asienten confirmando mi idea. Teníamos que huir lo más rápido posible.

Sin dudarlo, Alice se quita los tacones en cuestión de segundos y comenzamos a correr cargando las bolsas.

—¡NIÑOS! —grita uno de los guardias—. ¡QUIETOS!

Já. Como si le hiciéramos caso.

Íbamos evitando gente, metiéndonos a través de la multitud para intentar perderlos, pero ellos parecer tenían experiencia en esto y era imposible que nos perdieran de su vista.

Pasamos por un grupo de chicas de unos 15 años, que llevaban helado en sus manos y se nos quedan viendo fijamente de mala gana. Podíamos sentir sus miradas asesinas a kilómetros. 

—¿Qué rayos ven? —pregunta Maddie de mala gana mientras nos vamos alejando lo más pronto posible. Las chicas apartan la mirada rápido.

—Vale, es momento de separarnos —dice Maddie nuevamente mientras llegamos a una pequeña zona donde había mucha multitud, lo cual impediría a los guardias atraparnos fácilmente.

Todos asentimos al plan de la rubia y nos dividimos. Para aumentar mi nerviosismo, me toca con Blake. Sin dudar, nos metemos en Victoria's Secret.

Me camuflo entre las tantas adolescentes que charlaban junto a la lencería.

Miro a mi costado y Blake no está. Dios, lo que me faltaba. Sólo podía rogar que no lo hubieran atrapado.

Inspecciono mi alrededor y lo encuentro con un sostén negro entre las manos que venía de conjunto con una tanga que apenas existía.

—Deberías comprártelo —sugiere Blake mirándome fijamente mientras me muestra el conjunto. 

Todas las chicas suspiran de amor al ver a Blake. Y es momento de confesar que siento un poco de celos ante la escena. No entiendo del todo este sentimiento, pues es algo muy nuevo para mí. Definitivamente jamás había sentido esto, pero estaba odiando que las chicas lo vieran de esta forma...

Desastroso Verano (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora