𝕮𝖆𝖕í𝖙𝖚𝖑𝖔 ²

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Subí el último escalón de la escalera arrastrando, a duras penas, dos de mis maletas, las atraje hacia mi y me permití descansar unos segundos, dejándolas en el medio del pasillo.

Y es que arrastrar dos enormes maletas cuando eres un debilucho, que nunca en su vida hizo ejercicio, se alimenta mal, y es, extremadamente, delgado cansa... y mucho.

Nuevamente, baje las escaleras, agarre mi última maleta que era más grande que las demás y trate de subir escalón por escalón, para cuando llegue a mitad de la escaleras ya estaba sudando como cerdo al el matadero.

_¡Por favor, universo dame fuerzas! - me dolía toda la columna vertebral, y estoy seguro que para cuando llegara al final de "Las Escaleras Demoníacas, que nunca terminan" ya me habría dado un desgarre en ambas piernas, tres paros cardíacos, sufriría de asma, me rompería la espalda, probablemente, me dislocaria el hombro, ¡Y seria puros músculos, como esos tipos que aparecen en las luchas libres!

Ok, no. Lo ultimo ni aunque se lo pidiera a todos los dioses...

Entre en el cuarto, que minutos atrás me había indicado Tom y metí las maletas. Llegue sin ningún cambio físico, ni siquiera un estirón en los músculos.
Tal vez, exagere un poquito...

Vi el lugar, la habitación no era pequeña ni tampoco muy grande, más bien de un tamaño indicado.. Me gustaba.
Las paredes estaban pintadas del color sésamo, una cama con fundas blancas, los muebles a su alrededor eran de color ocre, pude ver dos puertas; una que daba al baño privado de la habitación y otra que es la del armario.

Salí de la que seria mi habitación, si es que no me equivocaba como siempre, para ponerme a husmear en las otras, cuatro restantes. Abri la que se encontraba al frente de mi puerta, y...
¿Como describirlo?

Era.. Bueno..

Una cochinada....

La paredes eran blancas y combinaban perfecto con la alfombra y la cama roja, si tan solo no se encontrará toneladas de ropa de aquí para alla. Que se notaba, por el tamaño, que eran de Tom.
Había ropas regadas por todo el suelo, incluso algunas se encontraban colgando en los muebles y otras descansando en la enorme cama desordenada. Las ventanas estaban tapadas por sus cortinas de extremo a extremo apenas y entraba la claridad, por lo tanto prendí el interruptor.

Una computadora que estaba en la habitación apenas y se veía por las ropas colgando de ella y había polvo, al igual que en la televisión y en otras cosas por ahí. Vi una fotografía de Tom y mamá en una mesada, era reciente ya que en la fotografía Tom lucia trenzas negras y las ropas menos grandes. Aunque no se, con exactitud, cuando fue que Tom cambio sus rastas rubias por trenzas negras.

Me acerqué a la puerta del armario, dentro de este solo colgaban puras perchas desempleadas, algunos de los zapatos estaban desordenados y fuera de lugar, otros ni siquiera alcance a ver su par.

Salí del interior del armario, y me acerqué lentamente a la cama temiendo que algún monstruo mutante saltara de ella.

Agarre algunas ropas, un poco asqueado y las tire en el suelo, total.. ¿que más daba una ropa más, en el suelo?
Toque el cubre cama enrollado y todo arrugado. Me pregunto; ¿cuando fue que Tom se volvio tan desordenado..?
Que yo recuerde él era la persona más, jodidamente, ordenada tanto que hasta fastidiaba el condenado esté..
Pase mis dedos por la tela, hasta llegar a la almohada y alzarla para ver que encontraba...

Y es que según sé;
Las personas guardan sus peores secretos bajo la almohada.
O tal vez solo yo..
Como sea, lo único que encontré debajo de ésta, fue un sobre arrugado sin nombre ni remitente y una fotografía de una mujer...
Y claro que supe de quien se trataba la mujer, después de todo ¿quien más podría ser, sino Lauren?

Entonces, suponía que; la hermosa mujer (tenía que aceptarlo) es Lauren y el sobre arrugado es la carta de despedida de ella para Tom.

Y ¡Oh, por quien sea! Cuanto me moría por leer la carta.. Peeero no quería tomarme tantas confianzas.
En realidad, no quería que Tom se diera cuenta de que la lei. Y es que mi hermano de pequeño siempre fue muy reservado y solia molestarse por dias conmigo, por tocar algo de él sin permiso.
Así que, suprimiendo todos mis impulsos de Súper Fisgón, salí del cuarto para no caer en la tentación.

Entre en otra habitación, que se encontraba a lado de la de Tom.

¡¡Puedo jurar que hasta veo unicornios volando!!

El lugar estaba plagado del color rosa. La paredes eran de color rosa, la cuna era rosa, los muebles eran rosa, las cortinas de las ventanas eran rosa. ¡Hasta el aire parecía de color rosa!

Era obvio que la habitación era de Alice.
Y era aún más obvio de que Alice era niña, digo; por si había alguna duda. Y si la había, Tom se encargó de aclararla.

Y era aún, mucho más obvio que Tom tenía una severa obsesión por ese color, cuando abrí el cajon de ropa de la niña, puras prendas rosas saltaron, algunas naranjas y otras blancas esos colores sobreabundaban dentro del cajón.

Me acerqué a la cuna y me pegue en la cabeza por el movil musical, que colgaba de la cuna. Me sobe la cabeza mientras veía los juguetes, que eran parte del movil.
Eran pony's celestes, blancos y rosados...

Salí apresurado del cuarto, antes de que me pusiera a vomitar un arco iris con un interminable color rosa.

No tengo nada en contra de ese color, pero estoy seguro de que; si el color pudiera demandar a Tom lo haría, y lo acusaria de acoso y violación.

''¡Bill! ''

Oí como Tom me llamaba desde el piso de abajo, asi que me encamine hacia las escaleras, gritándole un;

''¡Ya voy! ''

''¡Bill!... ¡Bill! ''

_¡Que ya voy, coño!

Llegue a lo que parecía ser la cocina, de donde provino la voz de Tom.

_¡Bill!..

_¡Ya estoy aquí, imbécil! - me adentré, completamente, en la cocina y lo vi sentado con una niña en una silla enfrente de él.

Suponía que ella era Alice. Por cierto, Tom tenía ambas manos en las orejas de Alice y me miraba molesto ¿y ahora que?

_¡Hey! No digas groserías frente a Alice.. Aun no dice su primera palabra ¡Y te mato, si la primera es una de tus groserías, eh!

- ¡Santa, madre! Y ahora ¿que haré? Si me la paso todo el bendito día diciendo puras groserías... Hasta tengo un doctorado en Groserías..

_Tranquilo, no la mal educare - me senté junto con ellos en una de las sillas de la mesa de la cocina - Y.. ¿cuantos meses tiene?

La niña tenía el cabello en un negro oscuro y la piel blanca, que me hizo recordar a la mujer de la fotografía, a Lauren..
Pero sus ojos, eran de un color almendra claro. Sus ojos eran igualitos a los de Tom... Y a los míos. Iba vestida con ropa blanca y una gorra chistosa del mismo color.

_Tiene siete meses..

_¡¿Que?! - mire sorprendido a la niña, ¿siete meses? Pero si era tan pequeñita y parecía muy frágil. Aunque tampoco es que yo haya visto a muchos bebés... ¡Pero de todos modos es muy pequeña! - ¿seguro que tiene siete meses?

_¡Crees que no sé la edad de mi hija! Si te digo que tiene siete meses, es porque tiene; ¡Siete meses, Bill!

_Ya, ya ok. Es solo que me parece muy pequeña..

_¿Te parece muy pequeña para su edad? - ahora se veía preocupado y tan mansito.. ¿Cuando fue que mi hermano, se volvió bipolar? - ¿crees que no la estoy alimentando bien? Tal vez debería aumentarle la cantidad de leche...

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Niñero By Sira483 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora