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Cuando finalmente lograron que su omega saliera de la bañera esa mañana, partieron a su oficina

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Cuando finalmente lograron que su omega saliera de la bañera esa mañana, partieron a su oficina. Tenían una empresa de bienes raíces, su equipo de trabajo daba asesoramiento personalizado a sus clientes y ellos solo se encargaban de ver que todo marche en orden.

Casi no iban a la oficina, pues su trabajo no requería estar 24/7 metidos ahí; por ello, disfrutaban de muchas horas de ocio y descanso.

—Minnie, hoy vas a conocer el trabajo de tus Alfas. —Jungkook y Junghyun iban a su lado en la parte de atrás del automóvil. Habían llamado a su chofer para que los llevase y trajera.

El rubiecito iba acostado sobre el regazo de Junghyun y medio cuerpo sobre Jungkook, leía un libro nuevo que su chocolatito le había llevado.

—Minnie está emocionado, le gusta ir con Alfitas. —Dijo despegando la vista de su libro y mirando a Junghyun.

—Cuando termine la reunión iremos a por helado ¿Quieres? —Preguntó Jungkook, acariciando su pancita suavemente.

El menor se sentó de pronto, tomando por sorpresa a los alfas. Aplaudió con energía mientras sonreía.

—¡Sii, Minnie quiere helado! ¿Puede?

—Claro que puedes, algodoncito. —Junghyun le agarró las mejillas y las apretó suavemente. Amaba hacer eso.

Al llegar a la oficina varios del personal se sorprendieron al ver a los jefes entrar de la mano con un omega rubio y bonito. Más de algún alfa pareció encandilarse con la presencia del omeguita, pero no decían nada pues si iba de la mano de los dueños de la empresa seguramente era omega de uno de ellos, no se imaginaban que era de ambos.

—Buenos días, Jungkook y Junghyun, bienvenidos. —Saludó una omega muy sonriente, a Minnie no le gustó como ella sonreía a sus alfitas así que los apretó con sus manos.

Los alfas entendieron la indirecta así que le sonrieron dulcemente antes de contestar el saludo.

—Buenos días, Momo, ¿Todo bien?

—Por supuesto, Kook, todo súper por aquí. Nada que deba preocuparlos.

Momo era una de sus asesoras, se encargaba de mostrar los catálogos de casas e inmuebles a los posibles clientes.

Cuando se acercaron a su oficina, otra omega corrió hacia ellos, contenta al verlos llegar.

—Hola, Solar, ¿Cómo fue tu chequeo? —Cuestionó Junghyun al verla.

Minnie la miró de pies a cabeza, era alta, una omega bonita, pero lo que más llamaba la atención era su aroma, ¡Olía a leche y bebé!

Fue puro instinto nada más, porque de ninguna manera Minnie podía saber que la omega estaba en cinta, pero él alargó una mano y señaló su vientre poquito abultadito y le sonrió.

—Huele a bebé. —Dijo bajito, señalando.

Ella le miró y le devolvió una linda sonrisa, llevándose las manos al estómago y acariciando.

El Bebé de los Alfas Jeon | Kookmin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora