72

11.3K 1.3K 42
                                    

Jeon Jungkook estaba encerrado en su habitación ansioso por la llegada de su lindo omega, sus molestias provocadas por el celo no eran en nada comparadas con la desesperación por tener a su chico ahí con él

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Jeon Jungkook estaba encerrado en su habitación ansioso por la llegada de su lindo omega, sus molestias provocadas por el celo no eran en nada comparadas con la desesperación por tener a su chico ahí con él. Después de unos desesperantes minutos que a Jungkook le parecían horas por fin la puerta se abrió y dio paso al omega, de inmediato toda la habitación se llenó de feromonas cargadas del aroma intenso del alfa, las cuales hicieron jadear al omega.

Los ojos de Jungkook estaban de un color púrpura electrizante, característico del Alfa cuando se encuentra en estado de celo, contrario al omega que es de color azul eléctrico. De inmediato las manos grandes del alfa se posaron con posesividad en la cintura de Jimin para apretarlo con algo de fuerza sin llegar a lastimarlo y así dar inicio al ritual entre ambos cuando sus labios chocaron al encuentro de aquel ansiado beso.

Jungkook separó los labios del menor para irrumpir con hambre en la boca contraria, llevando su lengua hasta todos los rincones de la boquita que gustosa aceptaba aquel desbordante beso.

Cuando el aire les hizo falta, cargó a su Omega para llevarlo hasta la cama, en donde lo recostó para después despojarlo de toda su ropa hasta dejarlo totalmente desnudo. Él aún llevaba la ropa puesta así que se quitó la corbata y, contrario a lo que habría hecho el otro Alfa, la uso para llevarla a las muñecas del omega, quien sabía la clase de juegos que le gustaban a su Alfa Koo.

Jungkook le ató las manos ante la atenta mirada de Jimin, quien tenía su pecho agitado subiendo y bajando con la respiración dificultosa.

—Que bebé tan obediente, así me gusta.

La voz gruesa de Jungkook hizo temblar al omega, quien pasó saliva.

—Minnie siempre obedece, Alfa.

Aquella afirmación hizo que el lobo de Jungkook gruñera ansioso por tomar a su Omega, solo se apresuró a besarlo con más brusquedad mientras se quitaba la camisa y el pantalón.

Cuando estuvo totalmente desnudo, se inclinó en la cama y sus labios comenzaron a recorrer con pasión toda la piel de su cuello, dejando mordidas por doquier, succionado la piel, dejando marcas rojas que de seguro mañana amanecerían moradas, pero solo dejarían en claro que ese omega es, fue y será suyo siempre.

Sus dos manos que habían estado entretenidas en la cintura del omega bajaron hasta el abultado trasero de Jimin, donde apretó y masajeó con impetu, con deseo desmesurado.

No aguantó más y le dio vuelta a Jimin, colocándolo en su posición favorita, de bruces sobre la cama, comenzó un recorrido tortuoso de besos desde el cuello, los hombros, la nuca y la espalda del menor.

Jimin jadeaba ante la brutalidad de los besos que le eran proporcionados, cuando llegó hasta el final de las caderas del omega, separó sus piernas para así seguir besándolo hasta llegar con su humeda lengua a la rosada entrada de Jimin, quien escurría lubricante. El Alfa pasó la lengua, saboreando el líquido de su omega, sabía a cerezas.

El Bebé de los Alfas Jeon | Kookmin ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora