"Tu no la mereces, yo si"
Te esperabas todo, menos que terminar en un triángulo amoroso con dos de tus mejores amigos.
FANFIC HETEROSEXUAL.
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3 am
La casa estaba en completa oscuridad y silencio, no se podía escuchar ni una sola alma. Tal y como me gusta.
Mañana por suerte no tenía que trabajar asique me propuse dormir hasta tarde, porque después de tantos días de ardúo trabajo merecía un poco de descanso, prepararme un té de hierbas y quedarme mirando toda la tarde la telenovela, claro si es que no tenía que atender las necesidades de mis hijos.
Extrañamente tenía la garganta seca mientras dormía, podía sentir como mi lengua estaba escamada y como casi ni podía sentir mis labios de los secos que estaban, necesitaba beber un vaso de agua con urgencia. Sin despertar a mi esposo me puse mis pantuflas y mi bata y bajé las escaleras hasta la cocina disfrutando del silencio. Luego de haber tenido hijos, rara vez pude lograr escuchar el silencio en esta casa, siempre hay ruido ya sea porque pelean, porque están haciendo llamada con sus amigos, porque se están preparando para salir o simplemente hacen una mínima cosa de manera tan...ruidosa. Esto no quiere decir que odie a mis hijos, yo los amo con todo mi corazón, solo que hay veces que una madre lo que necesita es paz y silencio, y más si viene de mi parte que era capaz de pasar horas en la biblioteca de mi barrio únicamente porque me encantaba el silencio que había en el lugar.
Ahora que lo pienso nunca, apartando las visitas a la biblioteca, estuve en un ambiente silencioso, viví mi infancia y adolescencia con cinco hermanos mayores ya que yo era la más chiquita de la familia, era un ruido constante de quejas, gritos por los partidos de football o simplemente porque eran...hombres. Es por eso que siempre que quería salir a algún lado terminaba en la biblioteca donde no había ni el ruido de una mosca, todos con la nariz dentro de un libro. Tener cinco hermanos era ruidoso, pero tener un hijo y una hija adolescente? Era peor. No solo por las interminables peleas si no también por los choques entre ambos géneros, uno que grita preguntando donde quedó su videojuego favorito y otra preguntando por sus maquillajes.
Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando escuché un pequeño chillido de afuera en la calle, me preguntaba ¿Quién seguiría despierto a esta hora en la calle? Y yo siendo la menos entrometida miré de reojo por la ventana. Me esperaba que fuese un grupo de adolescentes volviendo de su casa luego de salir a bailar, un vagabundo caminando por la call, todo menos a mi hija besando a un muchacho que la esperaba en su auto.
Me sentía indignada pero sobre todo decepcionada, no solo que esté ocultando esto saliendo a altas horas de la noche para visitarlo a mis espaldas si no que también haber rotos tales reglas cruciales que dejamos en claro en esta casa y que se debían mantener mientras vivían bajo este techo. Acaso ella no recuerda las graves consecuencias que hay al romper estas reglas? De verdad no se le ocurrió por la cabeza que tarde o temprano me iba a enterar de esto?
