Genious

2

La universidad se convirtió en el telón de fondo de la compleja ecuación que estaba a punto de desarrollarse en la vida de Axel. En la sala de clases, Axel se encontraba sumido en sus propios pensamientos, desentrañando los misterios del álgebra lineal, cuando su mirada se cruzó con la de Rose May. La simple presencia de Rose en la sala iluminó su día, pero Axel sentía un desconcierto interno ante la inminente entrada de Bruno Ortega.

Bruno, el chico apasionado que llevaba consigo una energía imparable, se acercaba con confianza a Rose. Axel, consciente de la chispa entre ambos, sintió una corriente de incertidumbre que desafiaba su habitual seguridad matemática.

Mientras Axel intentaba descifrar el conjunto de emociones que lo embargaba, el profesor anunció un proyecto en parejas. La ecuación emocional se volvía aún más intrincada con la perspectiva de colaborar con Rose y, de alguna manera, reconciliar sus sentimientos con la presencia constante de Bruno.

Las clases se convirtieron en un campo de experimentación emocional, donde cada gesto, palabra y ecuación no solo representaba variables matemáticas, sino también los complejos matices de los sentimientos. Axel, Rose y Bruno se veían inmersos en un juego de las variables emocionales, donde el resultado era incierto y la solución, más allá de la lógica, residía en el corazón.