Con el tiempo, la convivencia entre Rose, Bruno y los niños se volvió más que una simple alianza; se transformó en una nueva forma de familia. La universidad, que había sido testigo de tantas historias, ahora aguardaba el florecimiento de un amor inesperado.

Rose: (sonriendo) Bruno, has sido un apoyo invaluable para nosotros. Gracias.

Bruno, sintiendo una conexión más profunda con Rose, no pudo evitar que su corazón se viera atraído hacia ella.

Bruno: (serio) Rose, en estos meses he llegado a apreciarte de una manera especial.

El amor, que había estado escondido entre risas y complicidades, comenzó a manifestarse entre Rose y Bruno.

Rose: (mirando a Bruno) Yo también siento algo, Bruno. Algo más allá de la amistad.

Los niños, Mia y Luke, sensibles a los cambios en el ambiente, comenzaron a ver a Bruno no solo como un amigo, sino como algo más.

Mia: (sonriendo) ¿Puedo llamarte papá, Bruno?

Luke: (entusiasmado) ¡Sí, papá Bruno!

La sorpresa y alegría llenaron el corazón de Bruno mientras abrazaba la nueva dinámica que se estaba formando.

Bruno: (emocionado) Me sentiría honrado, chicos.

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