And I Darken ( Y me oscurezco) - Traducción Harry/Orion

Capítulo 1: Y así comienza...

Y así comienza...

El olor a muerte flotaba en el aire y llenaba el espacio con un sentimiento de desesperación y desesperanza. El castillo que solía alzarse orgulloso en la colina ahora estaba comenzando a marchitarse y desmoronarse, la fuerza de la batalla que se libraba estaba cobrando un alto precio en el majestuoso edificio.

Dentro de sus derruidos pasillos, aún quedaban algunas habitaciones en pie y en relativamente buenas condiciones. Allí, medibrujas y curanderos corrían de un paciente a otro. Todo con la esperanza de salvar a tantos como sea posible. Algunas personas resultaron gravemente heridas, otras resultaron relativamente ilesas y otras ya no recorrieron el camino de los vivos.

De pie en la entrada del gran salón; donde una vez los niños mágicos desayunaban, cenaban y cenaban, se encontraba la pequeña y ágil figura de un joven mago.

Los ojos esmeralda contemplaron el caos que parecía reinar en el salón, la desesperación pintando los rostros de sus compañeros, el dolor de perder a un ser querido. Asimiló todo esto y no pudo evitar culparse por ello, aunque de ninguna manera fue culpa suya.

Al vislumbrar un mechón de cabello rojo, centró su atención en las varias melenas pelirrojas que solo podían ser los Weasley. Moviéndose silenciosamente y lentamente, se acercó a ellos, sabiendo que lo que pudiera ver podría causarle un inmenso dolor.

Fred, pensó aturdido, una vez que vio quién estaba en el suelo, Fred se había ido . Los gritos provenientes de la señora Weasley eran desgarradores, después de todo, ¿qué podría ser más doloroso que perder a un hijo? Perder a tu gemelo , piensa el joven mago, es más doloroso que perder a un hijo. Si la cara de George fuera algo a tener en cuenta.

Parecía vacío, entumecido, como si algo hubiera muerto en él. Y tal vez así fuera, los gemelos siempre habían sido una especie de paquete de dos por uno en la mente de todos sus amigos. Quizás esto fue más doloroso que no ver a George gritar y llorar, porque su silencio decía mucho que sus lágrimas probablemente no podrían decir.

Los ojos verdes, que alguna vez tuvieron inocencia y asombro, se empañaron cuando un recuerdo tras otro comenzó a nublar su mente. La primera vez que conoció a los gemelos, el primer partido de quidditch que jugaron juntos, el día que lo salvaron de sus familiares, quienes le entregaron el mapa de los merodeadores. Todo llegó con la dolorosa comprensión de que; nunca más los vería planear otra broma.

Nunca vería sus sonrisas traviesas, sus bromas tranquilas, sus mentes ingeniosas creando nuevos productos y hechizos. Le dolía, pero se dio cuenta de que el gemelo superviviente estaría sufriendo aún más, ya que no sólo había perdido a un hermano sino también la otra mitad de su alma.

El mago de cabello negro se preguntó si algún día sería capaz de seguir adelante. Al ver los ojos azules vacíos, piensa que sería poco probable que eso sucediera.

Con el corazón partido en dos, se aleja de las escenas desgarradoras, sólo para congelarse ante las figuras que ve.

Remus Lupin y Nymphadora Tonks.

Su tío Lunático.

El último adulto al que había amado como figura paterna ya no estaba. Las lágrimas comienzan a formarse en sus ojos, pero se niega a dejarlas caer. Tendrá tiempo de llorar cuando esto termine, cuando regrese... Si regresa.

Teniendo en cuenta lo que había planeado hacer, eso era poco probable.

Sufriendo una muerte profunda, el mago bajito sale del salón y toma el camino que lo llevará al Bosque Prohibido. Tenía que terminar con esto.

Los sintió antes de oírlos. Después de siete años de estar cerca de ellos, había llegado a distinguir el sonido de sus pasos del resto de la población de Hogwarts. Y era bastante difícil pasar por alto el aire que transportaban a su alrededor, al menos para él.