Capítulo 5 : Los Peverells parte 2

230 20 0
                                    

Notas:
Aquí tenéis la segunda parte del capítulo anterior. Disfrutadla.

Dejó su taza en la bandeja y se preguntó si sería un mal momento para preguntarle qué le había pasado. Pensando detenidamente sus palabras, comenzó a hablar: "Hadrian, ¿recuerdas cómo…?"

—¡Tita! ¿Está despierto?

Harry saltó ante la fuerte voz masculina y Mirta sintió ganas de hechizar al dueño de la voz. Ella lo amaba, de verdad que lo amaba, pero a veces él hacía cosas que la hacían querer patearlo. Como por ejemplo, asustar al chico con su fuerte voz cuando apenas estaba empezando a relajarse después de su terrible experiencia.

Un segundo después, un hombre cubierto de tierra entró en la habitación con una sonrisa brillante en su rostro y lo que parecía un frasco en su mano. Harry parpadeó al verlo; el mago mayor era un Lord... ¿verdad? Entonces, ¿por qué estaba cubierto de tierra? Siempre había tenido una imagen mental de los Lords de importantes familias mágicas siempre vestidos impecablemente y sin una mota de suciedad en su persona, también fríos y arrogantes, pero eso podría deberse a sus interacciones con Lucious Malfoy. Este hombre... le recordaba un poco a un golden retriever en ese momento, bastante diferente de lo que recordaba de la noche en que los conoció.

—Caru, cariño, baja la voz. Vas a asustar al pequeño Hadrian y... ¿por qué estás tan sucio? —preguntó, volviéndose para encarar a su sucio marido. Dicho hombre se quedó paralizado y le dijo a su esposa que lo sentía. Luego, desvió la mirada hacia el pequeño mago y le dirigió a Harry una mirada de disculpa antes de limpiarse con un hechizo limpiador.

—Había terminado de preparar la poción para enderezar los huesos y, en mi camino hacia aquí, me encontré... ejem, siendo atacado por el nuevo ternero de Aethon —dijo el hombre de ojos de jade, luciendo muy avergonzado por toda la situación. Su esposa solo pudo sacudir la cabeza divertida—. Los animales siempre te persiguen —dijo Mirta, con un cariño evidente en su rostro.

Harry frunció el ceño. —¿Aethonan? ¿Qué es eso? —Su falta de conocimiento se hacía cada vez más evidente. Necesitaba libros lo antes posible. Esperaba que la pareja le permitiera leer algunos de los libros de su biblioteca.

Ícaro arqueó una ceja hacia el niño. —En lugar de preguntar quién soy, ¿quieres saber sobre un Aethonan?

“Eso también”

El señor de la mansión se rió entre dientes ante la respuesta; era bueno que el niño no pareciera tenerle miedo, incluso después de hacer ese tipo de entrada... ¿Pero cuánto duraría eso? se preguntó, “Bueno, un Aethoran es una criatura mágica similar a un Pegaso, son de color castaño y son bastante amigables con la gente de los magos en general. Lo que los diferencia de los Pegaso es su pelaje, es resistente al fuego, similar a los dragones en ese sentido”, explicó, viendo los ojos del niño brillar de asombro, lástima que se desvaneciera con las siguientes palabras: “Por cierto, soy Ícaro, Ícaro Peverell”.

Cuando vio un breve destello de reconocimiento en esos ojos esmeralda, Ícaro esperó a que la cautela o el miedo se apoderaran de esa mirada, no esperaba que el niño siguiera mirándolo con ese asombro intacto. Interesante.

—Un placer conocerlo, señor —dijo, notando el mismo cansancio que había mostrado la señora Peverell cuando se había presentado. ¿Esperaban una reacción negativa de él al escuchar sus nombres? ¿Por qué? Era solo un nombre y no sabía mucho sobre la historia de los Peverell como para desconfiar de ellos, además, lo habían ayudado, así que, en su libro, eran buenas personas. Aunque estaba el hecho de que eran magos oscuros bien conocidos, Harry sintió que no podía juzgarlos solo por la naturaleza mágica que tenían, la Muerte se lo había dicho.

And I Darken ( Y me oscurezco) - Traducción  Harry/OrionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora