And I Darken ( Y me oscurezco) - Traducción Harry/Orion

Capítulo 22 : Un trato con un ángel caído

Media hora después, Hadrian se encontró sentado frente a su otrora enemigo mortal, con un bowtruckle ahora tranquilo en su regazo y una serpiente complacida disfrutando de algunos rasguños de su dueño.

Cuando el silencio se volvió demasiado incómodo para él, abrió la boca para hablar: “Entonces…”, comenzó.

"¿Entonces?"

"Eres un hablante de pársel", afirmó, refiriéndose al momento en el que escuchó a Riddle llamar a la serpiente, Thanatos, a su lado.

—Y tienes una criatura mágica como mascota —Tom le dio una mirada acusadora al otro adolescente, todavía sintiéndose decepcionado porque su plan no había funcionado como esperaba y culpando a la criatura por su fracaso.

“Amigo”

"¿Perdón?"

—Merry es un amigo, no una mascota —aclaró Hadrian, acariciando la cabeza de su amigo e ignorando el graznido ofendido que soltó al ser llamado mascota—. Hay una gran diferencia entre los dos.

Tom levantó una ceja oscura y preguntó: “¿Qué es eso?”. Honestamente, no podía ver cuál era la diferencia.

“Una mascota es solo una criatura que cuidas y con la que pasas un tiempo, y sí, también llegas a quererla. Pero un amigo es un ser con el que tienes un vínculo especial”, explicó Hadrian, dándole una pequeña sonrisa a su pequeño compañero. “Un amigo es un ser con el que puedes contar para que te cuide las espaldas y sea comprensivo contigo, pero también te pateará el trasero cuando hagas algo estúpido”.

Observó cómo el adolescente con aspecto de ángel que tenía delante fruncía el ceño ante su explicación y lo miraba como si no entendiera de qué estaba hablando. Tal vez no lo entienda, pensó. ¿No había mencionado Dumbledore una vez que Tom nunca tuvo amigos, solo seguidores?

Hadrian sintió que su corazón se dolía por el mago que tenía delante mientras recordaba todos esos recuerdos que Dumbledore había compartido con él, donde Riddle era constantemente rodeado por personas que tenían sonrisas falsas pintadas en sus rostros. Brujas y magos que cantaban sus alabanzas a los cielos pero, a sus espaldas, lo despreciaban por su sangre. Y el otro chico había sido constantemente consciente de esto, siendo él una persona tan observadora, ¿cómo podría no haberlo sido?

Había pensado que había tenido una infancia muy solitaria, pero Riddle había tenido una vida solitaria a pesar de estar rodeado de tantos seguidores. Ni siquiera podía empezar a comprender el nivel de soledad que el mago de cabello oscuro sufría todos los días. Le hizo preguntarse si esa misma soledad era la razón detrás de su fuerte apego a su serpiente.

—Riddle —esperó a que el otro chico le prestara atención antes de continuar—, ¿tienes amigos? —preguntó suavemente, sabiendo ya la respuesta.

Tom se tomó un momento para reflexionar sobre su respuesta, encogiéndose de hombros mentalmente mientras le respondía al adolescente. "No, no los necesito", dijo, siendo parcialmente honesto con su respuesta. Había notado cómo Peverell tendía a adoptar un enfoque directo a las cosas, si quería mantenerse en su buena disposición, parecía que hablarle de la misma manera daría los mejores resultados.

Sin embargo, no estaba dispuesto a ir por ahí diciéndole al otro chico que no los tenía porque no sabía cómo conseguirlos. Además, aunque todavía tenía el ridículo deseo de tener uno (que no era el caso, se dijo a sí mismo), hacía mucho que había renunciado a fabricar uno.

“Y aún así, tienes al señor Thanatos contigo”

Los ojos azules fruncieron el ceño. “Thanatos es una mascota, no un amigo”. ¿A dónde quería llegar Peverell con esta conversación? En su mente, tener amigos era una pérdida de tiempo, tiempo que podría utilizar para construir más alianzas. Alianzas que asegurarían su supervivencia.