Capítulo 17

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Él ambiente en aquella sala se había vuelto tenso, y las miradas de todos los presentes estaban fijadas en un adolescente en particular, que no sabía muy bien qué hacer o que decir, sintiéndose atrapado en un lugar sin salida.

Se sentía una presa.

— Karma–kun, ¿qué fue lo que sucedió? — Koro–sensei le cuestionó con sospecha y preocupación, dejando de lado la diversión y mostrando una faceta más seria de su persona.

Karasuma e Irina intercambiaron miradas preocupadas, también esperando la respuesta de su alumno.

— Ah, yo... —.

Karma pasó saliva, nervioso por las expresiones serias de los adultos, e incluso del mismo Terasaka, y sintiendo como llegaba ese sentimiento de melancolía y ansiedad a su corazón, provocando sus rápidos latidos y el ligero temblor en su cuerpo.

¿Estaban decepcionados de él?

¿Por qué se sentía de aquella forma?

Sus labios comenzaron a temblar ligeramente y las lágrimas empezaban con su amenaza de salir y resbalar por sus mejillas, pero no podía permitirselo.

Se suponía que ya no le importaba.

— Sólo fue por una pelea, no es tan importante —.

Su voz finalmente salió, una vez que logró que su cuerpo dejara de temblar, y aunque fue difícil, logró retener sus lágrimas, mostrando ahora sólo desinterés.

No quería demostrar debilidad, no ahora.

— Karma–kun, ¿qué clase de pelea te deja esa herida? — Cuestionó Koro–sensei con preocupación, queriendo saber específicamente la razón de aquella herida en su alumno.

Como Nagisa y Terasaka, sabía que Karma era un buen mentiroso, demasiado para su gusto.

— Fue algo sin importancia, no es la primera vez que soy herido así — Respondió, las ganas de llorar seguían, pero luchaba para no dejar salir sus lágrimas y que su voz no temblara en el proceso.

Koro–sensei observó a su alumno con seriedad, más ya no preguntó nada y sólo vendó nuevamente la herida, sabía que Karma no hablaría por más que le preguntaran, y sí seguían insistiendo con lo mismo, sólo lo pondrían de malas.

Lo dejaría ir por está vez.

Con nuevas vendas y un examen físico de manera rápida, Karma y Terasaka ya podrían irse del salón de profesores.

Salieron en silencio, sin dirigirse la mirada y sin decir nada, simplemente se ignoraban mientras caminaban al salón. Terasaka no sabía por dónde empezar para entablar una conversación con Karma, y éste último, no quería tenerla.

Y sin embargo, a pesar de todo y de cómo inició aquella situación, Terasaka no notó lo más importante.

Y es que, de manera indirecta o no, Karma logró su principal objetivo.

No comer más.

Cuando entraron al salón, Karma cambió por completo su comportamiento, sonrió como siempre lo hacía, dejando ver sus colmillos, y sin decirle algo, simplemente se alejó de él y se acercó a Nagisa y Kayano, entablando una conversación con ellos como sí nada pasara.

Terasaka sólo lo vió, sin hacer el intento de detenerlo, sabía que sí se había alejado de esa forma, era porque no quería hablar.

Se encogió de hombros, con su mente trabajando para poder arreglar lo que sea que haya hecho o al menos mejorarle el ánimo a su pareja. Caminó hacia su grupo de amigos, ellos lo saludaron y comenzaron a cuestionarle lo que había pasado.

De otro cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora