De otro cuento de hadas

Capítulo 5

Abrió los ojos lentamente, sin embargo, no se encontró ni con un vaso de agua, ni con la mesa del comedor, ni siquiera donde había sido el último lugar que recordaba antes de quedar dormido

En vez de eso, se encontró con una cabellera café oscuro con rubio, lo cual lo desconcertó un poco

Parpadeó un par de veces para captar mejor lo que estaba pasando, cuando finalmente entendió que era Terasaka, y que exactamente este mismo se encontraba durmiendo contra su pecho

Se sonrojó ligeramente por la posición y más cuando sintió como las manos del mayor hacían contacto directo con su piel, pues había subido un poco su camisa y lo sujetaba por las caderas

- Karma~ - Arrastraba las vocales, así que supuso que seguía dormido - Te amo -

Enrojeció al instante que escuchó esas palabras, incluso pensando que Terasaka estaba despierto y le estaba jugando una mala broma, sin embargo, este se vio tan tranquilo cuando lo dijo que era imposible de creer que estaba conciente de lo que decía

Sin embargo, lo que terminó de avergonzarlo, fue que las manos de Terasaka subieron más su camisa al posarse en su cintura

- T-terasaka - Trató de alejarlo colocando sus manos contra el abdomen de Terasaka, pero este solo lo atrajo más hacia él

Trató de relajarse y respiró profundo, para después ver el rostro de Terasaka, el cuál se encontraba realmente relajado, lo cual solo terminó de confirmar sus sospechas que sinceramente querían que fueran falsas

Estaba profundamente dormido

Intentó alejarse lo suficiente y vió el resto de su habitación, la cual se encontraba a oscuras, siendo la luz de la luna lo único que iluminaba la habitación

El mayor no parecía tener intenciones de soltarlo, así que solo se relajó tratando de no tomarle importancia al contacto directo con su piel y solo se dedicó a mirar enfrente, recordando que no había alcanzado a tomar sus antidepresivos, lo cual definitivamente lo puso de malas

- Dios, que amanezca ya - Pensó

Soltó nuevamente un suspiro, para después aún con algo de vergüenza, abrazar a Terasaka solo para poder estirar sus brazos y que estuvieran cómodos, y cerró sus ojos para tratar de dormir nuevamente

Debía admitirlo, se sentía cómodo de esa forma, y terminó por abrazar a Terasaka por la cintura mientras lentamente era vencido por el sueño

~ • ~

Abrió los ojos con algo de pesadez

Aún se sentía algo cansado, aunque podía sentir como algo se aferraba cada vez más a él, por lo que no tuvo otra opción mas que ver quién era su acompañante

Su rostro se pintó de un color completamente rojo al darse cuenta que el de ojos carmesí abrazaba uno de sus brazos con fuerza

- Ryoma~ - Dijo aún dormido mientras se acurrucaba más a su lado

Su corazón comenzó a acelerarse cuando eso paso, por lo que solo trató de relajar su respiración mientras se movía un poco para liberarse del agarre

- Maldigo el momento que me acosté contigo - Pensó

Después de un rato estando luchando para liberarse, finalmente volvió a acostarse dejando que Karma se acurrucara en su abdomen mientras lo abrazaba

- ¿Cómo un demonio puede ser tan lindo y tierno al dormir? - Preguntó en voz alta mientras acariciaba los cabellos rojizos de Karma

Lo que él no notó, fue que un sonrojo apareció en el rostro del pelirrojo al momento de decir eso, gracias a que ya llevaba un tiempo despierto y solo había actuado como lo hacía para no volver el momento incómodo si Terasaka se daba cuenta que estaba despierto

Después de unos minutos más, decidió separarse de Terasaka, para así darle la oportunidad de levantarse

Terasaka aprovechó esa oportunidad y rápidamente se levantó de la cama, cogió sus cosas y las guardó en su mochila, acomodó su ropa y miró a Karma

Este seguía en la misma posición, rezando internamente para que Terasaka se fuera, sin embargo, este terminó por acercarse

Estaba demasiado nervioso, cuando sintió como unos labios se posaban en los suyos

Sino tuviera la suficiente fuerza de voluntad, estaba completamente seguro que hubiera abierto los ojos y se habría alejado

Tenía suerte que Terasaka se hubiera separado inmediatamente y volteara a otro lado, porque de no ser así se hubiera dado cuenta de su sonrojo y seguramente se daría cuenta que estaba despierto

- Descansa... Princesa - Lo escuchó susurrar

Después de unos segundos, la puerta de su habitación fue abierta y cerrada, y solo para confirmar que ya se había ido, se quedó unos minutos más en la cama con sus ojos cerrados

Después de un tiempo, rápidamente se sentó en la cama tapando su boca, aún sin creer lo que había pasado

- Terasaka... ¿Me besó? -

Un sonrojo cubrió su rostro al recordar como unos labios ajenos tocaban los suyos

Posó delicadamente unos de sus dedos en sus labios, recordando todo con detalle, era demasiado para asimilar en ese momento

- Él de verdad... ¿Gusta de mí? -

Su corazón en cualquier momento saldría de su pecho, necesitaba tranquilizarse

¿Tal vez solo fue algo del momento?

¿Una broma?

¿Algo que había hecho sin pensar?

Las palabras que le había dicho cuando estaba dormido seguían en su cabeza y solo lo hacía revolverse más

Aún con los recuerdos y la vergüenza reflejada en su rostro, se levantó de la cama y trató de proseguir su usual rutina al levantarse, también esperando a que Terasaka no entrara de la nada a su habitación si es que seguía en la casa

Al terminar de arreglarse, ordenó su mochila metiendo también su teléfono y audífonos, cosa que era de suma importancia para él

Salió lentamente de su habitación comenzando a caminar a las escaleras, dirigiendose a la cocina, lugar donde solo se preparó un jugo de naranja natural

- Dios, me moriré hoy mismo y sacá el tema cuando los demás estén presentes - Pensó mientras iba al comedor

Por suerte, la caja de pastillas estaba ahí y si tenía demasiada suerte, Terasaka no había leído el nombre ni para que eran

Sacó dos pastillas y las tomó juntas con ayuda del jugo de naranja

El sabor realmente era horrible, sin embargo, no podía dejar de tomarlas, no mientras que sus demonios siguieran ahí esperando a un descuido de su parte

Él realmente era fuerte, era capaz de derrotar a una pandilla por si mismo, sin embargo, lo único que no podía hacer, era vencer a sus demonios interiores

No necesitaba ningún príncipe, necesitaba su libertad