Capítulo 2

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Era otro día en la ciudad de Japón

Nuestro querido pelirrojo se encontraba despertando, sintiendo un peso extra sobre él

Al abrir completamente sus ojos, los frotó un poco para visualizar mejor, y una vez hecho eso, miró hacía donde se encontraba aquel peso extra, siendo lo primero que vió, una bola de pelos negros que se encontraba ronroneando

- Así que te quedaste a dormir - Murmuró sonriendo ligeramente, comenzando acariciar a Tsuki

Tsuki se movió un poco por el repentino contacto, sin embargo, se negaba a despertar o a levantarse. Karma rió un poco, para después sentarse cargando a Tsuki, a quien dejó acostada en la cama mientras se levantaba

Se estiró con algo de flojera, mirando su ventana. Era algo temprano a decir verdad, aunque no le tomó tanta importancia, y solo tomó su toalla entrando al baño

Cuando salió, se dirigió al armario, sacando su uniforme, y aquella chaqueta blazer que violaba el código de vestimenta escolar

Al acabar de cambiarse, le dejó servida la comida a Tsuki, tomando su mochila para salir de la habitación

Caminó tranquilamente por los largos y desolados pasillos de la casa, yendo al comedor. Se preparó algo simple, un zumo de naranja e hizo una ensalada de frutas, siendo su contenido frutos rojos y rebanadas de plátano

Ya estaba listo, así que salió de su casa, caminando a la estación del tren, lugar en donde esperaría a Nagisa para irse al instituto

Mientras eso pasaba, en la escuela secundaria Kunugigaoka, se encontraba Terasaka, siendo burlado por Hazama gracias a sus sentimientos por el pelirrojo

- ¿Y cómo te fue en tu cita? - Preguntó con picardía

- ¡Por última vez! ¡No fue una cita! - Exclamó molesto y avergonzado mientras la miraba

Hazama junto a sus otros amigos comenzaron a reír, aunque si eran sinceros, si se les hacía algo curioso los sentimientos que tenía su amigo por el pelirrojo

- Vamos, en algún punto tendrás que confesarte - Comentó Hazama

- No, no tengo el porque - Respondió cruzándose de brazos, sin saber que era espiado por cierto pulpo, y algunos estudiantes que habían llegado, y que no habían entrado solo para escuchar el chisme completo

- Claro que tienes porque, imagínate, en algún momento, tal vez alguien más se fije en él o viceversa, y lentamente, todo abra acabado - Comentó Hazama con su típico toque tétrico en las últimas palabras

- No importa lo que digas, no me confesaré, no es como que Karma fuera a corresponderme, ¿Y si se bur-? -

- ¿¡Te gusta Karma!? - No pudieron evitar abrir la puerta mirando a Terasaka con sorpresa

- ¿¡Eh!? - Terasaka se sobresalto por la repentina aparición de la mayoría de los alumnos, quienes lo veían sin poder creerse lo que habían escuchado

- ¿¡Cómo!? ¿¡Cuándo!? ¿¡Por qué!? - Preguntó Nakamura lista para consumir un buen chisme

En segundos, Terasaka fue rodeado por todos los presentes, los cuales empezaron a interrogarlo

Así estuvieron un buen tiempo, cuando la puerta fue abierta, dando paso a dos adolescentes ya conocidos. Karma Akabane y Nagisa Shiota

- Oí oí, ¿Qué sucede? ¿Por qué asfixian al pobre de Tera-kun? - Preguntó con algo de burla y curiosidad mientras se acercaba

- Pasa que- - Fue callada por Terasaka, quien la amenazó con la mirada

- ¿Pasa qué? - Preguntó más interesado en el tema

- Eh, nada - Respondió Nakamura acercándose a Karma, parándose detrás de él para después tomarlo de los hombros - ¿Qué tal si vamos al bosque? - Preguntó sonriendo

Karma no pudo responder, pues Nakamura ya se encontraba arrastrándolo hacia la puerta. Antes de salir, la rubia hecho un vistazo al salón, mirando a Terasaka para después guiñarle el ojo

Terasaka se sorprendió por ese gesto, sin embargo, agradeció mentalmente por el hecho de llevarse a Karma

- Ahora seguimos, ¿¡Cómo es que te gusta Karma!? - Preguntó Maehara - No decimos que se vea mal o algo, pero, ¿¡Cómo!? -

- ¿Gustar... Karma? - Preguntó Nagisa sorprendido mirando a Terasaka

Y así fue, como todos los de la clase "E", sin contar a Karma, se enteraron de los sentimientos que tenía el matón de la clase por el pelirrojo

No podían decir que les asqueaba la idea de que dos hombres fueran parejas, y que un hombre sintiera algo por alguien de su mismo sexo, después de todo, ellos eran, por así decirlo, de mentalidad más abierta que otras personas, no obstante, no podían ocultar su asombro y casi shock, por el hecho de que esos dos hombres en este caso, fueran Karma y Terasaka o bueno, Terasaka, ya que no podían estar muy seguros de Karma

Digo, ¿Qué tan normal era que de un día para otro, te enteres que el matón de la clase está enamorado de quién siempre lo saca de quicio?

Esto si era algo de que hablar para la mayoría

Estuvieron casi todo el tiempo que les sobraba antes de que comenzarán las clases, preguntándole el porqué de sus sentimientos, desde cuándo los tenía, y si tenía planeado confesarse a Karma o quizás también, si era correspondido, tener una relación seria con el pelirrojo

Y ni siquiera cuando las clases comenzaron se pudo tomar un respiro, pues era la clase de inglés, y como era costumbre, Bitch-sensei siempre llegaba tarde

Al final, incluido los maestros se terminaron enterando de aquellos sentimientos. A Karasuma-sensei casi no le importaba ese hecho, a Irina se le hacía algo curioso, pero Koro-sensei, él era otro tema

Casi de inmediato que se enteró de la noticia, incluso llegó a organizar la boda, siendo detenido por Terasaka, quien ya solo deseaba que la tierra se lo tragara

¿Cómo es que así de rápido, ya hasta tenía ganas de lanzarse desde la azotea del edificio principal?

Solo deseaba que Karma no estuviera detrás de la puerta, escuchando todas las ocurrencias de su maestro en torno a sus sentimientos, y casi boda que el pulpo estaba organizando. Y eso que ni siquiera se había confesado

Y ahora que lo pensaba con claridad, el simple hecho de que fuera Koro-sensei quien le dijera de sus sentimientos al pelirrojo empezaba a ponerle nervioso

¿Y si lo rechazaba o burlaba de sus sentimientos?

Después de todo, la orientación de Karma era un total misterio, tanto para él como para el resto de la clase. Ya que él no era de hablar de esos temas tan personales

De otro cuento de hadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora