— Y con esto, finalizamos las clases, ¡felices vacaciones de invierno, queridos estudiantes! — Koro–sensei exclamó con alegría, con su velocidad, escribiendo en el pizarrón con distintos tonos de tiza.
Los estudiantes festejaron con entusiasmo, comenzando a reunirse en grupos para hacer planes para el día.
Ya siendo vacaciones, ¿qué importaba la tarea?, la harían un día antes de que las vacaciones terminaran –como buenos estudiantes que eran... nótese el sarcasmo–, por el momento, sólo se encargaría de disfrutar el descanso de esa escuela de los mil demonios.
— Karma~, ¿vienes con nosotros al centro comercial? — Nakamura preguntó con una sonrisa, recargando su peso en la espalda del pelirrojo.
— Uhm... sí, claro — Se encogió de hombros, sonriendo.
— Sirve para comprar nuevos trajes para Nagisa–kun — Ambos adolescente sonrieron con malicia, mirando al de menor altura que estaba enfrente de ellos.
La perversión que ambos compartían.
Nagisa pasó saliva.
— Adiós, Ryoma — Karma sonrió ligeramente, dejando un beso en los labios de Terasaka, para después irse con su grupo.
El pelirrojo ignoró a los "lobos" que aparecieron mágicamente con su "Uhh~". Más una sonrisa divertida apareció en su rostro cuando escuchó la voz de su querida pareja gritar "¡Callénse, idiotas!".
— Al que menos le conviene decir eso —.
Llegaron al centro comercial luego de un tiempo, algunos se separaron para ir a ciertos lugares, otros quedándose juntos para ver qué harían los demás. Sólo terminando por decir que se reunirían al final para comer algo en el área de comida rápida.
— Karma, vamos allá — Nakamura sonrió mientras jalaba al pelirrojo de su brazo, dirigiéndose a una tienda de ropa femenina.
Karma sólo se encogió de hombros, dejándose llevar.
Ya en la tienda, ambos jóvenes se dirigieron a una de la secciones de ropa que venían con diferentes temáticas. Nakamura tomando algunas prendas, mientras que Karma veía los trajes de maid.
— ¿Qué tal ese para Nagisa? — La rubia vio por arriba del hombro de Karma, mirando un traje en especial.
— Prefiero este — Karma sonrió con diversión, tomando uno de los trajes que venían con un collar de cascabel — Oye, ¿y qué hiciste con el otro traje que compramos hace unas semanas?, el de porrista —.
— Por ahí lo tengo, estoy esperando a la primavera — Se encogió de hombros — Creo que fue una mala idea traerte aquí — Observó a las mujeres que veían a Karma con atención... un trofeo — Vamos a otro lado antes de que estas gatas te secuestren —.
Karma se quedó parado en un pasillo, su mirada en su teléfono y con su otra mano las cosas que iba a comprar. Nakamura estaba viendo ropa para ella.
— Por cierto, ¿cómo va tu relación con Terasaka?, ya no los veo tan pegaditos como antes —.
— ¿Uhm? — Karma levantó su mirada — Estamos bien, sólo... ¿no sé? — Ladeó suavemente su cabeza hacia un lado — Sólo nos estamos tomando las cosas con calma, supongo —.
— Hm... ¿Sabes?, jamás te vi como alguien que quisiera tener pareja... ni te vi interesado en el amor o en alguien en especial... Al parecer, alguien realmente si se ganó tu corazón con el tiempo — Nakamura sonrió mientras lo veía con picardía — Sí siguen así, esperaré ser la madrina —.
— Uhm... no sé de qué hablas — Miró a otro lado.
— Vamos, no te hagas el inocente ahora... Eres mucho más... cariñoso con él. No me digas que en serio no consideras lo suyo como algo serio — Volteó a verlo.
— Sólo llevamos unos meses —.
— Que se pueden convertir en años si ustedes lo quieren — Una mirada divertida apareció en su rostro al notar el suave color rojizo que estaba en las mejillas del pelirrojo — Dime, ¿en serio te gusta? — Interrogó con interés.
— Uhm... sí — Murmuró.
Nakamura regresó su mirada a la ropa, cuando su atención se desvió a algunas prendas cercanas, que tenían una temática navideña.
Una sonrisa de malicia cruzó por su rostro.
— Karma~, ¿qué opinas de este atuendo? — Sonrió mientras tomaba la ropa del ganchillo, mostrando el conjunto al pelirrojo, que hacía menos de un minuto se había perdido nuevamente en su teléfono móvil.
— Uhm... estaría bien, aunque dudo que Nagisa–kun se deje poner tan fácil esa ropa — Comenzó a pensar en algunas formas de lograr que el de cabello azul se pusiera ese conjunto...
un tanto revelador...
— No es para Nagisa —.
— ¿Uhm? —.
~ • ~
— Hazme el favor, Nakamura... recuerdame... ¿cómo mierda accedí a esto? — Se escuchó la voz del pelirrojo desde el interior de uno de los vestidores.
— Sabes que te gustó el traje, por eso — Nakamura fuera del vestidor, estaba recargada en una pared, su mirada aburrida sobre su teléfono móvil... había estado respondiendo la misma pregunta más veces de las que podía contar — ¿Saldrás o no? — Preguntó nuevamente.
— ¿No grabarás? —.
— No, no lo haré — Cabía mencionar que eso ya estaba dentro del plan, pero ahora sólo quería que el menor saliera.
Su orgullo era más grande de lo que ella creía.
— ¿Y–? —.
— No Karma, no hay nadie aquí más que nosotros dos, ¡así que ya sal de una buena vez! ¡Hemos estado en este mismo lugar por más de 20 minutos! — Recriminó.
Lidiar con el pelirrojo era más difícil que lidiar con toda la clase "E" junta.
— ¿Cómo lo soportas, Nagisa? —.
— Bien... ¡Más te vale no tomar fotos! —.
— ¡Que no lo haré! —.
Segundos después, se escucharon algunos murmullos del pelirrojo que la rubia no llegó a entender, seguido de la cortina del vestidor haciéndose a un lado, para dejar ver a la persona dentro.
Karma deseando que la tierra se abriera y lo tragara, Nakamura suprimiendo el impulso de tomar una foto.
El menor sólo se atrevió a salir del vestidor con dos pasos, la distancia suficiente para poder encerrarse nuevamente en el vestidor de manera rápida si es que alguien más entraba en ese momento.
Ruborizado y avergonzado, así de fácil se describía.
El conjunto que ahora usaba, y que no era para nada lo suyo, era un vestido corto de color rojo, con los bordes blancos y afelpados, en el pecho un pequeño escote de corazón. No contaba con mangas, pero si con guantes largos del mismo color que el vestido, y botas largas de color negro que le llegaban a la rodilla... y aún así no se topaban con el vestido, que estaba unos centímetros más arriba.
La mano derecha de Karma estaba sobre el codo de su otro brazo, su mano derecha sujetando los bordes del vestido. Su mirada observando que no hubiera nadie más en ese lugar.
— Oh, por Buda... — Nakamura murmuró, sus ojos completamente abiertos de sorpresa — ¿Cómo es que se le ve tan bien? —.
Estaba considerando seriamente de a quién se le vería mejor ahora...
— Bien, ya me lo puse, ya se acabó esto —.
Y claro, no pasaron ni cinco minutos cuando el menor se arrojó al interior del vestidor, quitándose rápidamente aquellas vergonzosas prendas, de las cuales aún dudaba de cómo demonios había aceptado usar.
Ya en el interior del vestidor, se observó una última vez en el espejo, observando su figura... nada favorable para él.
— Hm... he estado comiendo demasiado últimamente... —.
Negó rápidamente.
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De otro cuento de hadas
FanfictionTeraKaru (KarmaxTerasaka) Esta será mi primera historia de estos dos y también la primera que no es KaruShuu Porfavor denle una oportunidad, se que les gustará O eso espero Sin nada más que decir, disfruten su lectura