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chapter three ━ Mi familia y Clarisse la Rue
EL TIEMPO DE ESO comenzó a transcurrir algo extraño, los de Afrodita le hablaban más, sobre todo Lacy, quién estaba fascinada con Júpiter de alguna forma. Piper siempre le invitaba a las reuniones y cosas así, Silena le integraba más. Los de Ares, por el contrario, no parecían quererla demasiado, la miraban mal a los pasos y la observaban demasiado en sus prácticas, así que se sentía incómodo, y claramente, a la cabeza estaba Clarisse, quién parecía más frustrada porque ahora hablaban de la sorpresa. Júpiter Weber, el corderito y cantautora es hija del dios del Amor, aunque eso comenzaba a ser no muy agradable, ahora podía sentir demasiado el amor, le daba náuseas sentir el amor tan intenso entre dos personas y le estresaba cuando ninguno de los dos se atrevía a decirle al otro, pero ella no podía hacer nada.
—Si bueno. Creo que el señor Dionisio tiene pésimo gusto en ropa.
—¿Qué dices? Siempre combina.
—Colores que no le favorecen.
—Debería comprar más Gucci.
Los de Afrodita hablaban, habían decidido que Júpiter se iría a la cabaña número 10, porque los de Ares la harían picadillo si llegaba a poner un pie ahí. Júpiter escuchaba la conversación, había estado pensando mucho, ya era valiente, pero necesitaba más, necesitaba ser más fuerte, porque todos seguían creyendo y llamandola corderito, lo cual era horrible. Conocía a Luke, pero el la había ayudado lo suficiente y también tenía ocupaciones, sus amigos ni al caso, los de Afrodita se preocupaban mucho por su aspecto y solo le hablarían de la importancia de la belleza, la única guerrera que conocía, verdaderamente podía ayudarla y era fuerte, era Clarisse, pero probablemente la odie como nunca, aún así, debía intentarlo.
—Creo que voy a hablar con Clarisse —Júpiter se puso de pie y volteó. Todos se quedaron perplejos, pero rápidamente Piper sujeto su mano obligándola a retroceder confundida.
—Eh, no. Ella te matará si te ve, lo sabes —le respondió. Júpiter frunció el ceño mirándola.
—Si, Juno. No quieres terminar en pedacitos, ¿o si? —le preguntó Silena con una sonrisa de mufa, Lacy río un poco. Júpiter suspiró, Piper la soltó al notar que no haría nada ahora.
—Debo hablar con ella, es la única que puede ayudarme a ser más fuerte...
—Ya lo eres.
—No lo suficiente —respondió. Silena la miro afligida, Júpiter chasqueo su lengua, tal vez no la entendían —. Necesito más, para que los del campamento no me sigan viendo como alguien debilucha.
—Bien, bien. Está bien —Piper la calmo, sabía que algún idiota siempre le tiraba una broma y Clarisse no paraba con su apodo —. Pero no ahora, es de noche, si la despiertas te matará en serio. Mañana, ¿si? ahora, cantanos algo.
