Capítulo II

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Capítulo 2

«Los Años de Oscuridad es el periodo de tiempo establecido entre el fin de La Catástrofe, y la Época ACen. Se le conoce así por el largo periodo en que el medio ambiente debió recuperarse luego de los destrozos cometidos por las Antiguas Civilizaciones que costaron millones de vidas y redujeron a la especie humana a un pequeño número de personas y a la adaptación y guerrillas que se establecieron en la época por alimento, abrigo o vestimenta.

            Los Años de Oscuridad se caracterizan por la falta de alimento y poca agua potable para los sobrevivientes de La Catástrofe, que habían olvidado cómo sobrevivir en situaciones extremas. Con los gobiernos convertidos sólo en un recuerdo, los sobrevivientes se alejaron de las ciudades destruidas y saqueadas, debiendo aprender a cazar, proveerse de indumentaria adecuada y conseguir agua potable, sin embargo, la población fue diezmada por las pestes debido a los sinnúmero de cadáveres y contaminantes  que las explosiones habían dejado.

            Sin un orden establecido, las peleas entre familias se volvieron pronto en enfrentamiento entre bandas hasta convertirse en verdaderas guerrillas por territorios y alimentos. Debido al anarquismo, era apremiante tener un líder que pudiera ordenar el caos en el que se veían sumidas nuestras tierras.

            Vicente Rivera, nació en el año 2015 de la Antigua Civilización. A los veinte años era conocido por haber mantenido vivos a sus hermanos durante La Catástrofe y haber fomentado, durante los Cuarenta y cinco años de Oscuridad, la creación de Central…» 

            Emma anotó un par de palabras en el cuadernillo y luego se dedicó a dibujar en los costados de la hoja, como lo hacía cada vez que algo la aburría. Hizo girar el lápiz una y otra vez sobre un punto y luego tiró una línea, después otra. Emma seguía escuchan al maestro, pero no le prestaba atención.

            No quería prestarle atención.

            Luego se detuvo y observó el dibujo en la esquina. Era la cabeza de un ave, pero como siempre había algo que le disgustaba, los ojos del colibrí no mostraban emoción, era una imagen vacía comparándola con los cuadros que su padre había pintado y que decoraban su despacho.

«Gustavo Rivera, hijo menor de Vicente Rivera, nacido en el décimo año de los Años de Oscuridad, llevó a cabo las ideas que su padre venía amasando con el paso de los años…»

            Emma miró al hombre pasearse de un lado a otro frente a ellos, podía decir que él no estaba conforme enseñándoles, se le veía en la irritación de su voz al hablar y a lo tenso que estaba su cuerpo al andar. Pero no podía hacer nada, porque por mandato de Central, los que más sabían estaban obligados a enseñarles a los niños, aunque no siempre el método era efectivo. Era una pena, porque muchos de ellos debían ambicionar otras metas mayores que las de enseñar a un grupo de chiquillos.

―La matriarca de las Ruiz volvió a bajarle el sueldo a mi padre―Emma giró levemente la cabeza hacia uno de sus costados ante la mención de su abuela.

― ¿Otra vez? ―exclamó la amiga― ¿Por qué lo hizo?

― Dice que es muy lento para hacer las labores, pero estoy segura que es una excusa―refunfuñó la otra― ¿Sabes cómo se manejan en El Salto?

            La amiga negó.

―Cuando quieren despedir a alguien, no lo hacen como la gente decente―el tono ácido de su voz la incomodó―Las Ruiz les bajan el sueldo hasta pagarles una miseria en alimento y a los empleados no les queda más que irse y buscar algo mejor después de dejarlos sin suministros decentes aunque sea época de cosecha.

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