Ya habían pasado unos días desde que volvieron de Qatar, se acercaba la final del mundial, Argentina contra Francia, que justo caía tres días antes del cumpleaños de Abi.
Y también se acercaban los días festivos que tanto amaba, navidad y año nuevo.
Faltaban 8 días para navidad y no habían ni puesto el árbol, siquiera habían decorado la casa.
Por lo que decidí ir a comprar adornos y decoraciones navideñas.
—¿Vamos?— Pregunto Pedri, quien también nos iba acompañar.
—Si, vamos— Dije teniendo en mis brazos a Abi, quien estaba emocionada.
Los tres salimos de la casa y nos subimos al coche del mayor.
Abi iba en su asiento para niños en el asiento de atrás, iba distraída por su peluche, Pedri manejaba obviamente, ya que yo no sabía manejar, y yo ponía canciones mientras cantaba las canciones que ponía.
Hasta que llegamos, baje del coche y alzó a Abi, Pedri bajo con la capucha y unos lentes para que no lo reconozcan, pero aun así lo reconocieron.
Esperaba a que Pedri terminara de firmar y tomarse fotos con sus fans, así entrar al súper.
Abi iba sentada en el asiento que traía el carrito de compras.
Luego de que termina Pedri con las fotos y firmas con los fans, entramos y fuimos directo hacia donde estaban las decoraciones de navidad.
Miraba detalladamente las decoraciones y también el precio, sabía que Pedri lo iba a pagar y no quería que gastará tanto, aunque sabía que el diría que agarrara lo que quisiese sin importar el precio.
El carrito ya estaba casi lleno, llevábamos bastantes cosas para decorar, nos íbamos a ir, hasta que ví unos pijamas de navidad.
—¡Mira!— Dije y señale los pijamas de navidad. —¿Los compramos?— pregunté, desde antes anhelaba compartir el mismo pijama en familia, pero nunca pude.
—Lo que tú quieras— Respondió Pedri, y yo sonreí como un niño feliz y fui a por los pijamas de navidad que compartirían.
Busque la talla de Abi, mía y la de Pedri, cuando ya los había encontrado, volví dónde estaba Pedri con Abi y las compras, puse los pijamas en el carrito y nos dirigimos a pagar las cosas.
Cuando ya estaba todo pagado, salimos del súper, yo tenía alzada a Abi y Pedri llevaba las bolsas de compras, nos dirigimos al coche, nos subimos y nos dirigimos nuevamente a casa.
Cuando ya habiamos llegado, yo y Pedri armábamos el arbolito, cuando ya estaba armado, los tres empezamos a decorarlo, le pusimos las luces y las decoraciones.
Ya estaba casi todo, solo faltaba la estrella, que lo iba a poner Abi, Pedri alzó a Abi quien tenía en la mano la estrella, mientras que Abi ponía la estrella, yo sacaba fotos, sonreía lo lindos que salían.
Luego, empezamos a decorar un poco la casa, poníamos luces, decoraciones, etc.
Hasta que ya era de noche, decidí ponerme el pijama de navidad que había comprado, también le puse el pijama a Abi, quien le había encantado.
—¿Te gusta el pijama Abi?— Pregunté mientras nos veíamos en el espejo, solo que Abi estaba sujetada a mi pierna, ya que empezaba de a poco a aprender a caminar.
—¡Si!— Dijo feliz y yo sonreí, pero faltaba alguien, y ese alguien era Pedri.
—¿Vamos a decirle a Papá que se ponga el pijama?— Dije y Abi respondió con otro "Si".
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Niñero
RomancePedri un futbolista con tan solamente 20 años, con una hija de 1 año y medio. Contrata a un niñero para q cuide de su hija, mientras el estaba en partidos, entrenamientos o se iba por los partidos. Sin saber, que desde que vería a ese lindo omega, c...