Pedri un futbolista con tan solamente 20 años, con una hija de 1 año y medio.
Contrata a un niñero para q cuide de su hija, mientras el estaba en partidos, entrenamientos o se iba por los partidos.
Sin saber, que desde que vería a ese lindo omega, c...
No sabía en qué momento ya era navidad, había pasado el año volando.
Hoy iba a tener que pasar navidad y año nuevo separado de su familia, debido a que se agotaron todos los boletos de avión de Barcelona a Sevilla.
Estaba algo desanimado por eso, pero por otro lado iba a celebrar la navidad con la familia González.
Eran las 3 de la tarde, estaba en el sofá tirado con mi celular, estaba aburrido, Abi estaba durmiendo su siesta, Pedri se había ido por algo del equipo.
Sabía que Ansu estaba en Barcelona de vacaciones, así que le escribí.
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Ansu se estaba quedando en un hotel cerca de casa, por lo que vendría rápido.
Me puse algo sencillo, una camisa manga corta blanca, con unos jeans negros no tan ajustados y unas zapas blancas, acompañado de unas gafas.
Cuando me estaba mirando al espejo, escuché que se abría la puerta, había llegado Pedri.
—Hola— Dijo y me miró de arriba a abajo. —¿A dónde vas?— pregunto está vez mirándome a los ojos.
—Voy a salir con Ansu al centro— Le respondí, agarrando mi móvil de la cama.
—¿Ahora?— pregunto de nuevo.
—Si, el estaba aburrido y decidió salir— Menti.
—Ah, bueno— Dijo seco.
Me siguió hacia la salida.
—¿Cuando llegarás?— Pregunto de nuevo.
—En media hora puede ser, no voy a tardar tanto— Sentí sus brazos rodear mi cintura y su cabeza en mi hombro izquierdo.
—¿Nos vas a dejar a mi y a Abi solos?— Dijo, mi piel se puso de gallina, al sentir su voz cerca.
—S-solo será una hora— Dije, quería morirme en ese instante, había tartamudeado delante de Pedri.
Beso mi cuello y podía sentir su aroma, me estaba marcando con su aroma, no le dije nada, porque la verdad, me gusta su aroma.
—¿Te eh puesto nervioso?— Dijo dejando otro beso en mi cuello.
—¡Calla!— Lo empuje, para que me soltase y lo hizo.
El solo se rió.
—Me tengo que ir, si le pasa algo a Abi me avisais— Dije y el solo me sonrió.
—Vale, diviértete cariño— Dijo y yo salí de la casa, seguramente con la cara completamente roja.
Vi el coche de Ansu y me subí en el asiento del copiloto rápidamente.
—Hasta que por fin sales— Dijo y me miró. —¿Que ha pasao'? Hueles a...— Le interrumpí.
—Calla y solo avanza, te lo explicaré todo después— Dije y el solo asintió, puso música y empezó a manejar.
