Pasaron dos días y cada día lo disfrutaba, ya que dentro de dos días volveríamos a Barcelona.
Por lo que los padres de Pedri, decidieron salir solo con Abi, como un día de abuelos y nieta, y también el tío Fer.
—Aqui están algunas cosas de Abi, por si las pide— Le entregué la mochilita de Abi a Fer, dónde adentro llevaban unas cositas que Abi necesitaría.
—Vale— Respondió Fer.
Antes de que se fueran me despedí de Abi, no sabía en qué momento me volví muy unido a ella.
—¿Te comportas, sí?— Le di un besito en la frente a Abi— Te quiero mucho.
—Tio, que sois inseparables— Dijo Fer, pero fue callado por un codazo de Pedri.
—Calla— Le dijo Pedri a Fer.
Pedir se acercó a Abi y le dió un beso en su cabeza. —¿Vas a extrañar a papá y a mamá?— Le pregunto a Abi, quien asintió. —Te quiero princesa.
—Mas monos— Dijo Fer.
—¿Quieres callarte?— Le dijo Pedri.
—No peleis, ya sois grandes— Hablo Rosy, alzando a Abi, ya para irse.
—Llegaremos por la noche— Dijo Fernando, el papá de Pedri y Fer.
—No hagáis nada ¿Si? Cualquier cosa me llamais— Hablo Rosy.
—Que va, si está noche le hacen un hermanito a Abi, pero no en mi cama— Dijo Fer, recibiendo un pellizco de Rosy.
—Se cuidan— Fue lo último que dijo Rosy, antes de cerrar la puerta e irse.
Ahora mismos, quedaban solos definitivamente.
—Preparate— Dijo el Alfa.
—¿Me vas a vender?— Pregunté.
—¿Que? ¡No!— Respondió Pedri. —Vamos a ir a un lado—
Yo solo asentí y me fui a preparar, solo me puse una camisa blanca, un jean blanco y los zapatos blancos tambien, iba todo de blanco.
Me puse perfume y baje, ví a Pedri sentado en el sofá con su móvil. El iba con una camisa celeste, unos shorts blanco y combinaba sus zapatos blanco y azul.
—¿Vamos?— Pregunté y el asintió.
Estuvimos caminando, hacia la playa, no había tanta gente.
Pedri me agarró de la mano, caminábamos por la arena y pude visualizar un picnic pero en la playa.
Mi corazón empezó a latir rápido, nunca habían hecho eso por mi.
—¿Cuando lo hiciste?— Pregunté y pedri sonrió.
—Mis padres y Fer lo hicieron, pero yo les pedí— Sonrió y agarro unos tulipanes que habían allí. —Una flor, para otra flor— Dijo y yo rei, nunca ví a Pedri tan romántico.
—Muchas gracias— Dije y le guiño el ojo, a lo que el sonríe y se le ponían rojo los cachetes.
Nos sentamos y no pude evitar sacar una foto con el lindo atardecer que había y subirlos.
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Niñero
RomancePedri un futbolista con tan solamente 20 años, con una hija de 1 año y medio. Contrata a un niñero para q cuide de su hija, mientras el estaba en partidos, entrenamientos o se iba por los partidos. Sin saber, que desde que vería a ese lindo omega, c...