Capítulo 3 - La Cena

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Cuando llegaron al restaurante de la avenida "Drova I", la más céntrica y lujosa de la ciudad de Kaster, eran aproximadamente las diez de la noche, Shepard condujo a Jyl por la recepción donde un amable metre los atención cordialmente, con una gran sonrisa en su rostro. La verdad es que aquel lugar era impresionante, Jyl nunca había entrado en un sitio como ese, era como un palacio, el suelo era de baldosas tan brillantes que parecía de cristal, con columnas blancas que llegaban hasta un techo ornamentado con arcos lleno de lámparas brillantes, parecía un sueño.

-"Gobernador, cuanto gusto volver a verle"- se inclinó levemente el metre, con cierta solemnidad - ¿Cuántos serán para cenar esta noche?"- llevaba puesto una especie de traje parecido a los de las bodas y unos guantes blancos, a Jyl le parecía todo aquel atuendo un poco cómico.

-"Buenas noches Phill, hoy seremos solo dos, prepárenos una mesa tranquila y alejada"-

El metre hizo una pequeño gesto con la mano para que lo siguiesen, Colton se quedó en la barra observando. Pasaron por un amplio salón donde se encontraban algunas mesas dispersas con comensales, hasta llegar a un ambiente apartado y lujoso, bañado por la luz de una impresionante chimenea. Cuando se acercaron a la mesa, decorada de una forma exquisita, se aproximó otro camarero para recoger los abrigos, Shepard le entrego el suyo y luego se acercó a la joven.

En ese preciso momento, Jyl se dio cuenta de lo inapropiado que era su atuendo, llevaba un gorro de lanada viejo, una chaqueta que era cuatro tallas más grande que la de ella, una camiseta vieja, unos pantalones rotos y unas deportivas de tela desgastadas.

-"Así estoy bien..."- contesto y se sentó, mirando al plato avergonzada. Seguidamente el metre les entregó a cada uno el menú y pregunto -"¿Que desean beber?.

-"Para mí un Egon Müller, y para el joven un zumo de frutas"- Contesto el hombre, ojeando la carta. -"¿Te apetece comer algo especial?- pregunto mirando para la joven, ella observo la carta brevemente y negó con la cabeza, la verdad es que no entendía casi nada de la carta, la mayoría de los nombres estaban en otro idioma.

-"Esta bien, pediré para los dos"- El gobernador cerró la carta y se dirigió al camarero. -"Tráenos de primero la sopa légumes et poulet, y de segundo Salmon med mandler"- contesto entregando el menú al camarero.

-"He ordenado sopa de verduras y salmón al estilo noruego, estoy seguro que te agradará"- comento con una sonrisa, y prosiguió -"ahora que estamos en un lugar más tranquilo, me gustaría hacerte unas preguntas, ¿te parece bien?"-

Jyl se lo pensó unos segundos, pero la verdad es que ese hombre le daba mucha confianza, notaba una calidez que nunca había sentido antes, pero no podía fiarse de nadie, sabia de historias donde secuestraban a los más jóvenes y luego no volvían a aparecer, otros simplemente abusaban de ellos y los dejaban tirados en alguna calle oscura. Tenía que ir con cuidado y asegurarse de que nada iba a pasarle.

-"Antes de nada quiero dejar las cosas claras"- dijo ella, intentando sonar firme -"He aceptado venir aquí porque, la verdad, llevo mucho tiempo sin probar bocado, y creo que no me hará daño, ya que yo le ayudé aquella noche...pero, cuando terminemos de cenar, me dejará volver con mis amigos"- sentenció mirándole a los ojos.

Hubo una pequeña pausa, en la cual los dos se miraron sin pestañear ni una sola vez, pasados unos segundos, Shepard asintió con una leve sonrisa. -"de acuerdo jovencito, ahora, dime, ¿el nombre de Jyl es un apodo, o tienes otro nombre?"-

-"Me llamo Jyl, solo Jyl"- contestó dando un gran sorbo de zumo.

-"Muy bien, Jyl, como ya te he dicho antes, yo me llamo Jared Shepard, pero puedes llamarme Jared"- respondió afablemente, y continuo -"¿Cuantos años tienes?-.

-"¿Y usted?"- tomo un gran sorbo a la sopa que le habían puesto delante, estaba exquisita, el calor le reconfortaba, era agradable sentir comida en su estómago vacío.

-"Tengo 49 años"- respondió dando un sorbo a su vino blanco.

-"Es un viejo¡, no aparenta tener esa edad..."- respondió la joven sorprendida. -"Yo tengo 16, creo..."-El camarero se aproximó a cambiar los platos, y trajo el salmón con salsa de almendras y ensalada.

-"Vaya, gracias por el cumplido"- se rio el gobernador, y prosiguió. -"y dime, ¿Dónde vives?, te he encontrado en la calle junto a varias personas que..."-antes de terminar la frase, la joven le interrumpió de malas maneras.

-"¿y usted donde vive?"- no le estaba gustando por donde iban las preguntas, cuando menos supiesen de ella, mejor.

-"Escúchame bien jovencito, es la segunda vez que me respondes con otra pregunta, que esto no vuelva a repetirse"- avisó el hombre con una voz tan seria que a Jyl le impresionó que alguien pudiese pasar de una actitud tan amable a una que daba miedo.

Tragó saliva y contestó en un susurro -"Solemos estar por el barrio de Aston, no tenemos un lugar fijo"-

-"¿Me estás diciendo que vives en las calles con ese grupo de personas que hemos visto antes?"- Pregunto Shepard alarmado.

Jyl solo asintió levente, no entendía porque ese señor se alarmaba tanto, ¿desde cuándo a alguien le importaba su situación?. Continuó comiendo el exquisito salmón sin preocuparse por la atenta mirada de Shepard, este se encontraba pensativo, barajando las opciones. No podía dejar a ese niño en las calles rodeado de drogadictos y delincuentes como si no pasase nada, se veía desnutrido y no estaba seguro de que le hubiese dicho la verdad respecto a la edad, no aparentaba ni siquiera tener los 16 años que afirmaba tener, más bien le echaba unos 13 años aproximadamente, estaba claro que tenía que hacer algo al respecto, ese niño le había salvado la vida, estaba decidido que ahora él le salvaría la suya, ya pensaría en algo.

-"Aquí hacen unos postres exquisitos"-comentó después de que le retirasen los platos. -"¿Te gustaría probar alguno?".

-"Está bien, pero después del postre me marcharé"-

-"Por supuesto"- le aseguro el gobernador.

Cuando terminaron Colton les esperaba en la entrada junto con el chofer Gelber con el coche preparado, -"Deja que te acerquemos al barrio de Aston, es bastante tarde y te llevaría por lo menos una hora y media volver andando"-

La verdad es que se sentía cansada, y después de comer tremendo banquete le estaba entrando el sueño, y tenía un poco de frio, así que, acepto la oferta. El chofer le abrió la puerta de la parte trasera y se acomodó en los asientos de cuero, eran muy cómodos, antes de subir, Shepard le susurro algunas palabras a Colton antes de que este subiese en la parte delantera del vehículo.

El trayecto por las calles fue silencioso, la ciudad se veía preciosa, Jyl no solía acercarse al centro de la ciudad y esas luces eran preciosas, con el sonido del motor y la calefacción, empezó a quedarse dormida. Cuando el gobernador se dio cuenta le susurro al chofer:

-"Gelber, da la vuelta, nos vamos a casa"-

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