Capítulo 41 - El Regreso

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Cuando Jyl se despertó no había nadie a su lado, se levantó y se fijó que su maleta estaba ya empacara y la ropa del día de hoy estaba colocada y doblada encima de la silla, la cogió y se fue para ducha para despejarse. Cuando terminó bajo corriendo las escales esperando encontrar a Jeff abajo.

-"Buenos días, pequeña"- Saludó el gobernador con un beso en la mejilla de Jyl. -"Venga a desayunar"- y la dirigió hacia la cocina donde había un plato con una tostada y zumo de naranja.

-"¿Y Jeff?"- preguntó sentándose delante del plato.

-"Esta fuera preparando el coche, pero ahora, quiero que te lo comas todo, ¿entendido?"- dijo levantando un ceja. La joven suspiró y empezó a dar los primeros mordiscos a la tostada. Cuando al fin termino, se acercó a la ventada y vio Jeff que estaba apoyado en una de las barandillas del porche, se veía imponente, era un hombre muy alto y fuerte, con una mirada fiera que te hacía pensar dos veces antes de enfrentarse a alguien como él, se notaba que era un exmilitar, exgeneral para más inri, pero que, en el fondo, era una de las personas más cariñosas que Jyl había conocido, junto con Jared, por supuesto.

-"Jeff¡¡"- gritó la joven saliendo y corriendo hacía él.

-"Hola pequeñaja¡, ¿me has echado de menos?"- Jeff la cogió en brazos y se la puso en su cadera, haciendo que instintivamente, Jyl rodeara la cadera de este con sus piernas, el hombre la dejó sentada sobre su antebrazo izquierdo y con la mano que tenía libre le estrujó una de sus nalgas con cariño.

-"Te he echado de menos¡"- dijo Jyl con una gran sonrisa, y enterró su rostro en el pecho de Jeff abrazándolo con fuerza, olía a menta y madera, pensó la joven.

-"Vamos a por tus cosas para meterlas en el coche"- dijo, entrando en la casa.

Cuando metieron la maleta de Jyl en el coche, unas sensación melancólica la inundó, la alegría por haber visto a Jeff se esfumó de súpito, sabía que era la hora de volver a despedirse de Jared, lo busco con la mirada y lo encontró hablando con Hudson que había traído el coche del gobernador también a la entrada. Corrió, hacia él a toda velocidad y se abrazó fuertemente a su cintura.

-"Ohh pequeña, ven aquí"- El gobernador la alzo en sus brazos pegándola a su pecho. -"Solo serán unos pocos días"- consoló el hombre meciendo a su niña.

-"Shepard"- Jeff se acercó a ellos, entregando a Hudson unos documentos -"Tenemos todos los accesos controlados, varios agentes están vigilando las carreteras paralelas a la gran vía de Cuntercurt"-

-"Debemos partir, señor"- añadió Hudson.

Jeff extendió sus brazos y Shepard le pasó a Jyl, que permanecía con una mirada vidriosa, pero se dejó hacer, sabía que no había más opciones.

-"Quiero que te portes bien, y hagas caso a todo lo que Gates te diga. ¿De acuerdo?"- Jyl asintió y susurró un "si", muy bajito.

-"Y también quiero que comas todas tus comidas, porque cuando regrese, haremos análisis, y si estos me indican que no te has tomado en serio tu alimentación, me enfadaré mucho"- Advirtió el gobernador, mientras sostenía el mentón de Jyl, está asintió avergonzada.

-"Te quiero mucho, mi niña"- le dijo y le depositó un beso en la frente.

-"Nos mantenemos en contacto Gates, buen viaje"- y con una última mirada a su pequeña, se despidió el gobernado que junto con Hudson caminaron al coche.

-"Bueno, tú y yo nos vamos también"- le dijo mientras se dirigía hacia su Jepp oscuro aparcado en la entrada de la finca.

El trayecto fue largo, Sul estaba a unos 430 km de Kaster, aproximadamente 5 horas de trayecto en coche por la ruta de alta velocidad, y luego de Kaster hasta el rancho de Jeff y Colton unos 110 km, una hora y media. En mitad del camino una lluvia intensa les acompaño con incontables truenos y rayos, durante todo el trayecto. A lo largo de la travesía realizaron varias paradas, para descansar y almorzar, y para que a Jyl se le bajara el mareo.

La verdad es que ella no estaba acostumbrada a viajar tantas horas en coche, y eso le provocaba pequeños episodios de mareos, que se suavizaban a cada vez que realizaban una pequeña parada y bebía unos sorbos de agua fría. Por otra parte, Jeff hacía el viaje bastante ameno, pues hablaron de muchas cosas, y el hombre sabía tantas cosas que la joven se quedó sorprendida. Sabía prácticamente de todo¡.

En las últimas horas del viaje la joven se quedó totalmente dormida, a causa del agotamiento de tantas horas en la carretera.

Cuando al fin llegaron al rancho empezaba a anochecer, y Colton los estaba esperando en el porche, se veía bien, a pesar de tener uno de los brazos escayolado, y algún que otro rasguño visible en el rostro. Jyl se fue despertando en el momento en el que Jeff entraba en el rancho, al ver a Colton en el porche, salió corriendo antes de que Jeff aparcase totalmente.

-"Colton¡"- saludó la joven contenta de verlo por fin, tras el accidente.

-"Bienvenida niña"- le contestó con su pose profesional típica de él.

-"¿Te duele mucho?"- preguntó acercándose más y señalando el brazo escayolado.

-"No, ya casi estoy recuperado"-

-"Jyl¡¡¡"- escuchó el grito grave de Jeff, y girándose lo vio acercarse a ellos con cara de enfado. -"¿Qué ha sido eso de salir del coche en marcha?"-

-"Emmm...yo, no me di cuenta..."

-"¿No te diste cuenta?"- y al momento el hombre agarró el brazo de Jyl y la ladeo sin ningún esfuerzo, asestándole tres azotes mientras le decía: -"No puedes salir de un coche en movimiento, es muy peligroso¡"- el ultimo azote fue más fuerte, remarcando la última palabra.

-"Ay...woow...no más, waaa..."- Jyl no pudo hacer nada para esquivarlos, y varias lagrimas recorrieron sus mejillas.

-"¿Ya te has dado cuenta de lo peligroso que es?"- preguntó Jeff, aún sin soltar el brazo de la joven.

-"Ya entendí...lo siento..."- contesto rápidamente, llorosa.

-"Jeff, Jyl ya sabe que no volverá a hacerlo, vamos a calmarnos todos, entremos a cenar"- Sugirió Colton, al ver la escena.

-"Esta bien, vamos a dentro"- accedió el mayor, alzando a la joven en brazos -"A ver, pequeña escapista, ven aquí"- le dijo mientras la achuchaba y le quitaba las lágrimas con caricias suaves. La joven se dejó reconfortar, hasta que se calmó.

Después de la cena, Jyl se quedó dormida casi al momento, debido al cansancio del largo viaje que habían hecho. Por lo que Jeff le puso el pijama y la dejó en la cama de la habitación contigua a la suya, para que descansara.

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