Capítulo 50 - El Castigo

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Despertó sola en su cuarto, miró el reloj, eran las ocho y media de la tarde, habían salido del edificio de Jared sobre las siete, había dormido una hora y media. Se sentó en la cama, y recordó todo lo que había pasado, no había sido un sueño.

Había roto la confianza de Jared, y había intentado contactar con Oliver, lo había estropeado todo, y él estaba muy enfadado, lo sabía. Pero...necesitaba saber si Oliver estaba bien. Una parte de ella estaba segura de que todo lo que había pasado no había sido culpa de su amigo, él jamás haría algo así, debía estar ocurriendo algo que desconocía, ¿y si lo habían obligado?, ¿y si La TOL había dado con su amigo, lo habían torturado para sonsacarle todo tipo de información?. Esa idea no era tan descabellada a fin de cuentas, sabía lo que un grupo terrorista era capaz de hacer.

No era justo, ella solo quería asegurarse, quería saber si estaba bien. Jared no podía prohibirle algo así, pasase lo que pasase en el pasado, debía saberlo, necesitaba saberlo de primera mano, y la única solución era contactar con Oliver. Y en cambio, lo único que había conseguido era que le quitase el móvil y muy posiblemente un castigo.

Se levantó de la cama enfadada, si únicamente Jared la entendiese, si le dejaba explicarse...escuchó como llamaban a la puerta.

-"¿Puedo pasar?"- dijo el gobernador ya entrando en la habitación.

-"Ya has entrado"- respondió con un tono más cortante de lo que pretendía, retadora.

- "Joanie, no he venido a discutir" - trató de tranquilizarla con esa voz que era distintivamente suya, calmada y paternal. Había notado como su pequeña se debatía entre el enfado y la pena.

-No, ya lo sé, has venido a castigarme..."- dijo con un desafió en su mirada.

Shepard avanzó hasta la joven con dos pasos largos. Se veía aterrador, imponente, enorme, demasiado grande a esa escasa distancia. De pronto Jyl se sintió pequeña, ya que, para seguir desafiándolo, debía levantar la mirada tanto que le dolía el cuello, por lo alto que era.

-"Vamos a hablar tú y yo, muy seriamente sobre no desafiarme"-

- "¿¡Qué!? ¿Me vas a pegar por eso también?, pues hazlo ya!" - Vale, eso no era muy inteligente, sabía que estaba moviéndose entre arenas movedizas, pensó la joven. La cara de Jared era fría, sus ojos azules parecían de hielo, había tensado tanto la mandíbula, que si siguiese un poco más, se le ropería.

-"Soy tú tutor legal, te guste o no, y no, no voy a pegarte, te voy a corregir y empezaremos por aprender a no desafiarme"-.

Jyl trató de escapar, pero fue inútil, el gobernador le atrapó el antebrazo y la llevó con él. En dos movimientos, la joven estaba tumbada, boca abajo en sus rodillas. Y en dos movimientos más, tenía la ropa debajo de las rodillas y las manos trabadas bajo una grande y fuerte, apretadas contra su espalda.

-"Nooooooo, ¡te odio! - gritó, cuando sintió la primera nalgada. Dolía un montón... Y picaba aún más.

-"Sigue con esa actitud y esto durará mucho más, jovencita"-

-"¡No!"- Si lo que quería era que se tranquilizara, no era la mejor forma darle otra nalgada, para enfatizar, solo la hizo gritar más... Esta vez cayó sobre las piernas y Jyl juro que dolía aún más.

-"¡Ay!"- sentía que las lágrimas se agolpan en la garganta y no la dejaban hablar... Dolía! Dolía muchísimo...

- "Vas a aprender lo mal que te va, si me vuelves a contestar en ese tono"- Otro azote y esta vez la pobre chiquilla no acabó de gritar la primera, cuando venían más... Jared bajó su mano sobre el pobre trasero de Jyl, con una rudeza, que jamás imaginó podría venir de alguien tan cariñoso como él. Era muy severo, más que Jeff.

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