Capítulo 6 - La Verdad

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Se despertó con la luz que entraba por la ventana, debían de ser las 8 de las mañana aproximadamente, se levanto y se dio una larga ducha, necesitaba tener las ideas claras para hablar con el viejo, tenía que ser firme y no dejar que la amedrentara. Debía recuperar su móvil y volver con sus amigos, no quería nada más, si ese viejo quería saldar su deuda por haberle salvado en aquella ocasión, le diría que ya estaba completamente agradecida por la cena y la ropa, no necesitaba más.

Decidió salir de la ha habitación, no vio a nadie, por lo que se dirigió al comedor, y allí se encontró a Shepard sentando donde el día anterior estaba Colton.

-"Buenos días pequeña"- Saludó con una amable sonrisa. -"Ven a sentarte, tienes tu desayuno preparado"-

La joven se sentó enfrente de él y contesto. -"No tengo hambre, es mejor que hablemos del hecho de que hago aquí"- contestó apartando el plato que tenía delante y mostrando una actitud segura.

-"Estos son los resultados de tus análisis de ayer"- Empezó a explicar el gobernador, señalando con la mano unos papeles a su derecha, y prosigue con el ceño fruncido -"Presentas un IMC muy bajo en relación a tu edad, anemia severa, falta de calcio y un nivel de T3 libre inferior a 3,3 pmol/l, esto indicaría que padeces desnutrición¡"- dijo golpeando con la palma de su mano el informe.

Jyl dio un pequeño salto del susto, no se lo esperaba, no era para tanto, ella podía hacer su vida con normalidad sin ingerir grandes cantidades de alimentos.

-"Colton me ha dicho que ayer casi no comiste nada en todo el día"- prosiguió más calmado, pero con una voz seria -"por lo que te aconsejo que te termines todo ese desayuno, si quieres que tú y yo hablemos de tu situación actual y futura"- sentenció tajantemente, con una mirada que no permitía replica alguna.

Jyl miró para el plato que tenía delante, era demasiada comida -"Es mucho..."- susurró, no podía creer que alguien como ese viejo que tenía delante le imponiese tanto, le hacía sentirse diminuta, toda su confianza y su valor se esfumaban de repente.

-"No, no lo es, solo es un huevo, unas tostadas y una manzana"- Respondió seriamente.

La joven lo miró con ojos suplicantes, era mucho para ella, pero el hombre se mantuvo firme mirando implacablemente con el ceño fruncido, Jyl no pudo hacer más y empezó a comer despacito, pensando en cómo lograría tal hazaña.

-"Buena chica"- Shepard se relajó y empezó a dar sorbos a su café mientras revisaba unos papeles.

Pasado un tiempo, Jyl ya no era capaz de comer ni un bocado más, casi se lo había terminado todo, alzo la vista y vio a Shepard absorto es sus papeles, se veía como un hombre ocupado, por lo visto era el gobernador del estado, no sabía a ciencia exacta lo que suponía ese puesto, desconocía sus funciones, pero estaba segura de que era un trabajo exigente. De pronto Shepard alzo la vista.

-"Ya no puedo más, lo digo en serio"- suplico la joven -"por favor..."- el gobernador miro el plato e hizo una leve mueca de desaprobación, pero dijo:

-"Esta bien, pero termínate esos dos trozos de manzana"- Jyl se los metió los dos al mismo tiempo feliz de que no le obligara a tomárselo todo.

-"Ya está"- dijo con la boca llena, lo que hizo asomar en Shepard una leve sonrisa -"¿Podemos hablar ya?"- pregunto cuando al fin pudo tragar la fruta.

-"Por supuesto"- accedió dejando de lado los documentos en los que estaba trabajando.

-"Gracias por la cena, la ropa y por la estancia en esta maravillosa casa, si lo que quería era saldar su deuda, ya lo ha hecho con creces, nunca me había bañado en una bañera tan grande"- comento animadamente -"pero debo volver, mis amigos estarán muy preocupados por mí, y también necesito que me devuelva el móvil, lo necesito para dar con ellos"-. Dijo bajándose del taburete.

-"Ven conmigo, vamos a hablar al salón"- Dijo, y se dirigió a una amplia sala con una mesa enorme compuesta con más de diez sillas, se sentó en una de ellas, e indico a la joven que se sentase en la de al lado. Jyl observo que había preparado una carpeta roja en la mesa.

-"Estos días he estado barajando las distintas posibilidades respecto a ti, pequeña"- y prosiguió diciendo al mismo tiempo que le entregaba la misteriosa carpeta roja -"Como podrás ver, hemos conseguido información relevante sobre ti y sobre tu familia"-

Jyl empezó a revisar las hojas, había datos sobre ella, su nombre y apellidos, año de nacimiento, grupo sanguíneo, etc. Pero lo que más le llamo la atención era el apartado de parentescos, fue pasando las páginas, se detuvo en la que aparecía una foto de una mujer y al pie de esa imagen estaba escrito: "Tarah Alves, madre". Su corazón empezaba a acelerarse, ella no recordaba a su madre, ni sabía nada de ella, lo único que le habían dicho sus compañeros era que había muerto nada más nacer ella, por culpa de una enfermedad.

Siguió leyendo: Nacida en Sul, padres y madres desconocidos. Descendencia: Joanie Alves, abandonada en las calles de Kaster (Progenitor desconocido). Profesión: prostituta. Causas de la defunción: desconocidas.

Dejó de leer, y al momento unas lágrimas se desbordaron como un torrente, no se lo podía creer, su madre había sido prostituta, lo más probable era que ella hubiese nacido del fruto de un encuentro aleatorio, y luego había sido abandonada a su suerte en las calles.

Notó como una mano se posaba en su espalda, formando círculos tranquilizadores, pero ya no pudo contenerse y se echó a llorar sin control.

-"shhh, ya está, ya está..."- Susurraba Shepard a la vez que se la acerba y la abrazaba posándole la cabeza en su pecho, mientras le susurraba: -"A partir de ahora, yo cuidaré de ti, ya no tendrás que preocuparte por nada, me ocuparé de que nunca te falte nada, pequeña"-. La joven se separó un poco, y pregunto:

-"¿Qué quieres decir?"-

Shepard le entrego otro documento y dijo -"Estos son los papeles de tu tutela"-.

Jyl se separó conmocionada y lo observo a los ojos como si quemarán, que le estaba diciendo, ¿Qué él se convertiría en su tutor legal?. No se lo esperaba, pero si casi no conocía a ese hombre, ¿Por qué estaba haciendo eso?.

-"¿Por qué?"- preguntó en un susurro.

-"Porque quiero cuidarte, quiero protegerte, quiero que nunca vuelvas a pasar frio, hambre o miedo"- respondió solemnemente.

-"No se...no sé qué decir..."-Nadie le había dicho tales palabras en toda su vida, se sentía abrumada, pero no podía aceptar algo así, ella tenía su vida con sus amigos, aunque fuese una vida en las calles, no podía abandonarlos. Respiro hondo, se secó las lágrimas con el dorso y respondió firmemente:

-"Yo...yo no puedo aceptar..."- dijo levantándose y alejándose paso a paso, las lágrimas volvieron. -"lo siento, perdóname, pero no...yo...no puedo aceptar"- dijo, y al momento hecho a correr como si la vida le fuese en ello. Tenía miedo, todo esto era nuevo para ella, nadie le había tratado así nunca, tenía mucho miedo, en esos momentos lo único real eran sus amigos, era Oliver, ella pertenecía a las calles, era donde debía estar.

Llegó hasta la puerta de salida, la abrió y corrió por todo el jardín, siguió corriendo y corriendo hasta que llego a las puertas principales, agarró las grandes manillas, pero no se movían, estaban cerradas con llave. Justo en ese momento escucho pasos detrás de si, y vio a Colton correr hacia donde estaba. Poco podía hacer, no fue buena idea intentar huir, era de esperar que las puestas principales estuviesen cerradas, por no decir de todas la medidas de seguridad que tenía el gobernador.

Apoyó la espalda en las vallas, estaba cansada, su intento de huida había sido un inútil un intento fallido de evitar enfrentarse a la realidad, siempre que tenía miedo, acudía a sus amigos, ellos siempre estaban ahí, Oliver siempre estaba con ella.

-"¿Todo bien, niña?"- pregunto Colton cuando llego a su lado.

-"Colton, tengo miedo..."- y empezó a llorar, demasiadas emociones, se sentía desfallecer, su vista se nubló y perdió el conocimiento allí mismo.

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