El agente se secó las manos, cogió su teléfono móvil, marcando el número, y se lo entrego, Jyl lo cogió y fue corriendo a hablar a su habitación.
-"Hola pequeña, ¿Qué tal has pasado el día?"- pregunto Shepard al otro lado del teléfono con voz suave.
-"El sitio es muy bonito, pero... ¿sabías que Colton vivía con alguien?"- preguntó cautelosamente.
-"Si, supongo que ya has conocido a Jefferson Gates"- comentó. -"un buen amigo mío, fue un gran general del ejército"-
-"Me ha pegado¡"- se quejó.
-"¿Que has hecho para que lo hiciese?"- pregunto el gobernador.
-"Pues...le he gritado, pero es que quería que comiese todo el plato, y era mucho¡"- se apresuró a explicar la joven.
-"¿Así que por eso te ha dado unos azotes?, pues yo hubiera hecho lo mismo"- dijo con voz grave. -"¿Qué te he dicho de alzar la voz y de obedecer?"- Jyl se quedó callada, no pensó que estaría de parte de Jeff, aunque a decir verdad, se parecían bastante respecto a las normas.
-"Quiero que obedezcas todo lo que Colton y Gates te digan, y que por supuesto comas"- Prosiguió diciendo, al ver que Jyl se había quedado muda. -"Ellos tienen mi permiso para corregirte si es conveniente, por lo que te aconsejo que cumplas las normas"- aconsejó Shepard.
-"Esta bien..."- dijo en un suspiró, poco podía hacer, Shepard estaba lejos, tendría que esperar esos tres días y luego vendría a por ella.
-"Sabes que te quiero, ¿verdad?"-
-"Si, yo también te quiero"-
-"Hablaremos mañana, ahora quiero que descanses y te acuestes temprano, ¿de acuerdo?"- dijo con voz grabe y cariñosa. La joven asistió y al final colgó el teléfono, y justo en ese momento empezó a sentirse triste, estaba en un sitio que no conocía y echaba de menor a Shepard. Agarró su mono de la mochila y lo abrazo con fuerza acurrucándose en la cama intentando aguantar las lágrimas.
Al poco llamaron a la puerta -"niña, ¿ya has terminado la llamada?"- Colton entro en el cuarto y vio a la joven aguantando las lágrimas, Jyl se incorporó y le entregó el teléfono.
-"¿Por qué no bajas con nosotros?, hemos encendido la chimenea"- sugirió al ver a la joven tan triste después de la llamada.
-"Quiero estar sola"- y diciendo esto, volvió a hacerse un ovillo abrazada a su peluche. Colton se dio la vuelta y salió por la puerta, pero al cabo de unos minutos, Jeff entró al cuarto de la joven.
-"Vamos, pequeña, abajo con nosotros, no quiero que estés aquí sola"- y diciendo esto, la cogió en brazos, sin importar las protestas de la menor y bajo con ella, hasta sentarse en el sofá con ella en el regazo y Colton al lado leyendo unos informes.
Jyl solo se acurrucó silenciosamente en el pecho de Jeff, no le gustaba las formas con las que la obligaba a hacer las cosas, pero la verdad que estar en sus brazos y en frente a una chimenea calentita, era algo muy reconfortante, y a fin y al cabo, se sentía muy sola en aquella habitación después de hablar con Jared.
-"¿Te encuentras mejor, renacuaja?"- a Jyl le hizo gracia ese mote, asintió con una sonrisa.
-"¿Os conocéis desde hace mucho?"- preguntó la joven con curiosidad, acomodándose en los brazos de Jeff.
-"Nos conocimos aproximadamente hace 20 años"- dijo Colton, dejando los papeles a un lado. -"La primera vez que nos vimos fue en el cuartel militar del norte, ¿no?- preguntó mirando para su compañero.
-"umm, si, lo recuerdo como si fuera ayer"- comentó Jeff con una sonrisa -"Austin tendría unos 22 años, y yo 32, lo habían destinado a mi unidad cuando él era un cadete y yo un teniente general".
-"Por aquel entonces, tenía pensado dejar el ejército, para meterme a guardaespaldas privado, solo llevaba cuatro años en el ejército, pero aquello no era lo mío en el fondo"- siguió Colton -"Al final me fui, pero Jeff y yo seguíamos manteniendo el contacto, por lo que pocos años más tarde, decidimos comprar este rancho, y vivir juntos."-
-"¿Pero tu sigues en el ejercito?"- le pregunto a Jeff.
-"No, ya hace seis años que tuve que retirarme por culpa de una lesión"- contestó -"ahora me dedico a cuidar del rancho y de Austin"- dijo con una sonrisa y guiándole el ojo al susodicho.
Siguieron hablando tranquilamente, hasta que a Jyl se le cerraban los ojos, Jeff al notarlo, la cargo en sus brazos y la llevó a la cama, arropándola con cuidado y dulzura.
-"Esa niña es una dulzura, Austin"- comentó Jeff entrando en el dormitorio que compartían. -"La voy a echar de menos cuando se vaya"-
A la mañana siguiente, Jyl se despertó descansada, se desperezó y miró por la ventana, vio a Jeff con los caballos y salió corriendo a fuera para verlos de cerca, con las prisas ni se dio cuenta que había salido únicamente con el pijama.
-"Pero bueno¡, vuelve ahora mismo para adentro¡"- dijo acercándose y dándole una pequeña palmada para que avanzase hacia la casa. -"¿desde cuando se sale sin abrigo y en pijama?"-
La joven corrió de nuevo para la casa, estaba tan emocionada con los animales que salió así sin más, se fue a la habitación para vestirse, se puso su sudadera oscura, un vaquero y unas converse, bajo las escaleras y vio a Colton en la isla de la cocina haciendo tortitas.
-"Hola Colton"-
-"Buenos días, niña, ¿Qué tal has dormido?"-
-"Bien, he dormido de un tirón"- contesto con una sonrisa -"¿puedo llamar a Jared?"- preguntó.
-"Claro"- cogió su teléfono, marco el número y se lo pasó, Jyl se sentó en el sofá abrazando sus rodillas.
Estuvo hablando quince minutos con Jared, pero este tuvo que colgar ya que tenía una reunión, Jyl colgó y se quedó sentada en el sofá abrazándose, siempre que llamaba a Jared luego se sentía un poco triste. Colton y Jeff ya estaban sentados en la mesa.
-"El desayuno ya esta listo, pequeña"- llamó Jeff.
Jyl volvía a no tener apetito, pero tendría que hacer un esfuerzo, se levantó y se sentó a la mesa, tenía delante un plato con varias tortitas y un vaso de leche lleno hasta arriba.
-"No me gusta mucho la leche"- comentó mirando de reojo a Jeff. Este hizo como que no escuchaba y siguieron comiendo, Jyl resignada siguió comiendo poco a poco, y bebiendo esa odiada leche.
Empezaba a echar de menos a Jared, a su clase y sobre todo a Oliver, ¿Qué sería de él?, puede que intentase ir a la casa, pero se la encontraría completamente cerrada y vacía, una presión en el pecho hizo que se le formase un nudo en la garganta. Notó como Jeff movía su silla acercándola a la de él, y le pasaba el brazo por los hombros estrujándola cariñosamente, Jyl apoyo la cabeza en su pecho.
-"Tenemos pensado ir al pueblo para comprar algo de comida y algunas cosas para el rancho -"dijo Colton. -"¿te gustaría que fuésemos los tres?"- A Jyl eso le pareció una idea estupenda, necesitaba salir y despejarse, y la idea de conocer un pueblo nuevo, le encantaba.
Después de desayunar, se prepararon y salieron los tres en el Jeep, el trayecto duró media hora, pasaron por caminos de tierra hasta llegar a una pequeña carretera asfaltada indicando con un cartel la entrada al pueblo "Datora", que era como se llamaba, solo tenía una pequeña calle principal donde las casas y los comerció se alineaban.
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Cuntercurt
Ficção AdolescenteLa vida de Jyl, una joven de 14 años, es una lucha diaria por la supervivencia en las implacables calles de la ciudad de Kaster, estado de Cuntercurt. Con la astucia y el coraje forjados por las circunstancias, Jyl se ha convertido en una maestra de...