MI PEOR PESADILLA

-sola-

Tres meses, son los que llevo aquí con este enfermo, quiero irme, no quiero estar más aquí, porque no me encuentran ¿No me estarán buscando? ¿No les importo? A caso mi destino es con el ? .

Me dolía todo mi cuerpo, ese desgraciado me golpeó hasta que se canso, mi cuerpo está  lleno de moretones que no se pueden curar.

Quería salir de esta casa, tomar aire fresco, que no me golpien, que no me violen, ya no quiero más, simplemente quiero ser libre, quiero ir nuevamente a la escuela seguir con mi vida normal no me importa nada solo quiero salir de aquí.

                                    •••

—mi amor baja, el desayuno está listo— le grité para desayunar juntos.

Ciertamente no quería bajar pero mi cuerpo me lo pedía me estaba muriendo de hambre.

Baje las escaleras con dirección a sentarme en la mesa y empecé a comer en silencio, el no comía solo me miraba,lo sabía por que sentí su mirada clavada en mi, no le tome importancia y seguí comiendo.

—hoy que quieres hacer mi amor— me dijo dando un bocado a su comida.

No sabía que contestar, no quería decir algo que le molestará y terminara pegándome.

—lo que tú quieras— sin míralo le dije

—¡MIRAME!—grito haciéndome dar un salto en mi lugar.

Lo volteé  a ver con miedo, podía escuchar el latido  de mi corazón, de verdad estaba muy asustada, no quería más golpes.

— cuando te hablé me tienes que mirar—sin más se levantó de la mesa y se dirigió a su despacho.

Me quedé en la mesa con miedo, espere a que entrara a su despacho y mi pare, me dirijo a la sala, no quería estar en el cuarto sentía que me asfixiaba estar ahí.

Estaba viendo cualquier película que se encontraba en la tele, no me importaba solo quería distraerme un rato.

Sentí como se hundió el sillón al lado de mi, sé que era él, no había nadie  más en la casa, sus manos se pasaban por mis piernas, me quedé paralizada, quería salir corriendo pero simplemente mis piernas no respondían, estaba  temblando, no quería que me hiciera daño.

El sonido de su celular lo hizo detener, se levantó del sillón y contesto, se veía enojado.

— es necesaria mi presencia— contesto no muy agradable

— estaré ahí— le dijo llendo a su despacho

Cuando regreso se dirigio a mi, con una mirada amenazante, esa misma que me daba miedo.

— saldré un par de días, no intentes nada estúpido me daré cuenta— me dijo dándome un beso en la frente

— contraté a una sirvienta, para que no estés sola— me miró fijamente

— no es necesario, puedo quedarme sola— le dije con esperanza de que me hiciera caso

Una carcajada salió de su boca dirigiéndose a mi.

— crees que estoy loco?—
Cruzo sus manos

—n..o.—
Le dije mirando hacia abajo

Se dio la vuelta y se fue a la salida cerrando la puerta de golpe escuché como le ponía llave a la puerta, era mi oportunidad tenía que hallar una forma de salir de aquí, y poder regresar con mi mamá.