Quise levantarme pero mi cuerpo no me lo permita, todo me dolía, mi entre pierna ni se diga, sentía un dolor inmenso, fue muy brusco no le importo que fuera mi primera vez.
Cuando por fin me levanté me lleve las manos a mi vientre no podía con el dolor, solo quería ducharme y arrancarme la piel, voltie a ver la cama y estaba mancha de sangre, el me quitó mi inocencia.
Entre al baño y me destrose al ver mi reflejo, mi cuello está lleno de moretones al igual que mis senos, tenía sangre seca en mi entrepierna, solo llore ¿Que más puedo hacer? Aunque llore y le suplique no cambia nada.
LUCAS
Entre al cuarto de mi pequeña para llevarle de desayunar, me sentía muy culpable por lo que había hecho ayer, no quería que me tuviera miedo pero esque diosmio se veía muy sexy con ese shorts, juro que no quería hacer nada pero esas palabras —no me gustas— fue suficiente para sacar toda mi ira posible.
Al entrar escuché como se bañaba, voltie y mire la cama estaba manchada de sangre.
—fue su primera vez— me sentía tan enojado conmigo mismo, me suplicaba que parara pero estaba segado por mi placer, ahora entiendo porque estaba tan estrecha.
VALERIA
salí del baño con la piel toda roja de tanto tallarme, quería quitar todo rastro de el, no dejaba de tocarme mi vientre me dolía mucho, se sentía como cólicos pero peor.
Ahí está el quitando la sábana manchada, tenía miedo, de inmediato mi cuerpo reacciono temblando, no quería que me hiciera nada.
Quería volver a meterme al baño pero noto mi presencia, se notaba preocupado, después de que me golpea y viola se ¿Preocupa?.
—mi amor, te ves muy mal que tienes—se acercó y me tomó del brazo.
—¿Que tengo? !Me violaste¡—conteste llorando y empujándolo.
—no princesa, yo no te viole, hicimos el amor, es diferente—me jalo del pelo y apretó mi mandíbula
—eres un desgraciado, yo jamás haría el amor contigo, me das asco— le dije tratado de soltarme.
—no digas eso mi amor, que te puedo dejar en silla de ruedas si quiero— me dijo empujándome al suelo
—ahi está tu desayuno, recupérate porque se va volver a repetir— hablo para después salir del cuarto.
Me levanté como pude y me cambié rápido, tenía miedo por los que dijo al último —se volverá a repetir— no quiero, no quiero que me vuelva a lastimar, por favor mamá encuéntrame.

ESTÁS LEYENDO
MI PEOR PESADILLA
Casualesiempre se escuchan de personas desaparecidas donde muy difícilmente sus familias las vuelen a ver, pero... Nunca pensé ser una de ellas.