Hoy es la primera navidad que paso sin mi familia, no podía creer que simplemente ya no la veré más, solo porque a mí profesor se le ocurrió privarme de mi libertar.
Es algo que nunca comprendere cómo es que alguien que ni siquiera te conoce puede tomar la decisión de que nadie más te vuelva a ver.
Esta navidad es como un día cualquiera para mí no existe la magia que dicen tener, es como si ya no me importará, todo lo que amaba ahora no me causa felicidad, solo quiero que acabe todo esto, no me importa como, solo exigo descansar y olvidarme de todo lo que me pasó.
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Ayudaba a la señora rosita a preparar la cena para esta navidad, es como si estuviera con mi mamá, siempre la ayudaba, con esa felicidad que ameritaba ese momento.
Rosita como ahora la llamo me ayudó mucho cuando Lucas me golpeó, y me sigue cuidand no se que hubiera pasado si ella no le hubiera dicho eso a Lucas, es como si alguien la hubiera mandado a cuidarme.
— rosita, crees que pueda salir de aquí—
La mire fijamente— vale mi niña el señor Lucas te ama —
Agarro mi mano— el no me ama si me amara no me golpearía — contesté firme
— está tratando de cambiar por ti, solo dale tiempo — me dijo
— no rosa además el fue mi profesor, sabes cuántos años tengo? — le dije soltando una lágrima
— si mi niña si lo se, pero sabes que el no le importa — me dijo limpiando mi lágrimas
— !!sabe que soy menor y que me viola, porque nadie hace nada!! — le dije
— nadie puede hacer nada, sabes a lo que se dedica le tienen miedo— me dijo nerviosa
— ¿ Por ser maestro? Porque le tendrían miedo — grité
— el tiene influencias con la mafia el solo usa de fachada de ser profesor— susurro
No sabía que decir me quedé congelada, como es que alguien así puede querer, como es que mi escuela nunca se dio cuenta de eso, ahora entiendo la muerte de esos policías y porque nunca le hicieron nada, ahora entiendo las armas, me secuestro un alma podrida.
Estaba más que congelada, es un echo jamás saldré de aquí, solo abracé a la señora rosa no quería soltarla sentía mucho miedo, todo eso siempre me dio miedo soy una persona que no se mete en problemas, siempre escuche en las noticias todo lo que hacían esas personas y pedía nunca encontrarme con una.
No podía parar de llorar no quería ese mismo destino para mí, no quiero ser una más y que nunca volvieran a saber de mi, en ese momento escuché como Lucas gritaba diciendo mi nombre.
Salí de la cocina y me diriji con el, no me importaba mi apariencia, mi cara estaba toda roja y mis ojos hinchados.
— ocupas algo — hablé
— que tienes — pregunto acercándose
— na-nada — retrocedí
— cómo que nada, ya viste como traes la cara — señaló mi rostro
No me dijo nada, se dio la vuelta y entro a la cocina tenía miedo de que le hiciera algo a la señora rosa, queria entrar pero mi miedo no me lo permitió.
Escuché como la señora rosa le pedía disculpas y que no volvería a pasar, no pude escuchar más, Lucas salió y su mirada me dio escalofríos, su sonrisa de lado y acercándose a mí yo solo retrocedía tenía terror.
— bueno ya sabes a qué me dedico amor —
se acercó— porfavor no me hagas nada — le suplique
— jamás — me tomo del brazo
Me tomo del brazo y me jalo hacia el, solo temblaba con lágrimas recorriendo toda mi cara, yo no creía en el, es como si tuviera a un cachorro en sus brazos indefenso y sin poder hacer nada.
— cambiate, y ahorita bajas para la cena —
Me soltóCorri al cuarto y me tiré en la cama a seguir llorando, llorar es como me podia desahogar, jamas me imaginé pasar navidad aquí contra mi voluntad sabiendo que mi vida cada día corre peligro.
Solo me puse un vestido que me dio Lucas y arregle un poco el pelo, no tenía ganas de nada yo amaba maquillarme, ahora lo odio me siento asqueada no me gustan sus elogios.
— estás lista —
Entro al cuarto— si — le dije sin ganas
— estas hermosa — se acercó
Se acerco a mi y me tomo de la cintura intentado darme un beso, voltie mi mirada para evitarlo pero galo de mi cabello haciendo que salga un quejido de mi boca.
— tengo una sorpresa — dijo en mi oído
No contesté, me volteo y tapo con un listón mis ojos, tenía miedo no sabía que podía ser, no se que esperar de el.

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MI PEOR PESADILLA
Randomsiempre se escuchan de personas desaparecidas donde muy difícilmente sus familias las vuelen a ver, pero... Nunca pensé ser una de ellas.