- regalo -

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Estábamos bajando las escaleras, yo quería que fueran eternas no sabía que tipo de "sorpresa" me podía dar, finalmente llegamos.

Destapó mis ojos y una mesa decorada y con una caja en el medio fue lo primero que vi, estaba muy bonito me recordaba a las navidades con mi familia.

— te gustó — dijo en mi oído

— si, está muy bonito — contesté realmente está muy bonito

— que bueno que te gustó, abre tu regalo—
Me dijo señalando la caja

Camine a la caja, estaba nerviosa que me podría regalar no sabe nada de mis gustos ni nada, abrí la caja y saque una lencería de encaje negro, sabía lo que significaba quería salir corriendo de ahí pero mis piernas no respondían.

— la estrenaremos está noche — dijo atrás de mi

Me voltie y me le quede viendo, unas lágrimas salían de mi ojos, tenía mucho miedo no quería que me tocará nunca más.

Se acercó a mí y me tomo de la cintura, pasaba sus asquerosas manos por todo mi cuerpo yo solo temblaba no quiero más golpes.

— vamos a cenar — me soltó

Solo corrí ah centarme, rosa había preparado romeritos y ensalada navideña, todo se veia super rico pero no tenía hambre no podía dejar de pensar el infierno que voy a pasar está noche.

Se levantó y se sirvió un poco de vino, veía como meneaba la copa de vino en sus manos.

— quieres — señaló el vino

— no gracias, no tomo — contesté

— no importa, para todo hay una primera vez — sirvió el vino en mi copa

— no gracias — le rechacé

— te va gustar — me acercó la copa

Agarre la copa y la tomé se un solo trago, nunca había tomado no sabía cómo se hacía o como se debía tomar.

— mira se ve que te gustó — río

— no está mal — es la verdad no sabía mal

Sirvió otra vez mi copa y insisto en qué la tomara, no quería pero no quiero contradecirlo sabía cómo reaccionaba cuando toma.

Siguio tomando y insistiendo en que tomara con el, empecé a sentir como si flotara y todo me daba risa, me sentía en confianza, no paraba de reír ni de tomar ahora no me obligaba yo pedia más y más.

Sentía el cuerpo muy caliente, como si la ropa me pícara o si estuviéramos a 40 grados, me pare para ir al baño pero no podía estar de pie, mis piernas estaban como gelatina.

— te ayudo — me agarró de la cintura

— al baño, quiero ir al baño — balbuceé

Tenía mucho sueño, mis ojos estaban pesados y me costaba tenerlos abierto, no se en qué momento llegamos a la  habitación.

Me aventó a la cama y se subió arriba de mi, tenía miedo trate de quitarlo pero no tenía fuerza, estaba casi inconciente, mis ojos por más que quería tenerlos abiertos me pesaban mucho.

— suéltame — susurré con la poca fuerza que tenía

— me obligaste Valeria — contesto besando mi cuello

— no, porque — conteste

— traeré la lencería mi amor — me dijo en el oído

Tenía mucho miedo, salió del cuarto y trate de levantarme pero no podía mi cuerpo pesaba mucho no sabía si fue por el vino que tome o me dio algo para que estuviera así.

Escuché paso subir las escaleras y empecé a temblar teni miedo, no podia defenderme ni siquiera me podía parar.

Una voz masculina entro y hablo, no sabía quién era no reconocía la voz solo escuché como dijo —LA ENCONTRAMOS — y después de eso todo se volvió oscuro.

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